CARTAS DESDE CHICAGO
La democracia caduco
/Rogelio Faz/
Los nuevos retos a los que se está enfrentando la humanidad a consecuencia de los nuevos conceptos de vida, democracia, derechos y obligaciones, esta ante viejos riesgos. Pues líderes lucidos, justos y honestos no hay por el momento.
Los políticos ni siquiera saber a dónde nos van a conducir con sus necedades, que no sea el caos. Se desgastan hablado de democracia y mienten con la verdad, como aquellos que exigen derechos humanos proclamando derecho al aborto, o; aquellos que piden distribuir la riqueza sin conocer el riesgo de la inversión, o; quienes proponen la paz violentando la de los demás, o; aquellos que prometen la paz espiritual haciendo en la Tierra un infierno, o; quienes por imponer un derecho de inclusión y respeto en lugar de salir del closet quieren que todos estén dentro.
¿Cómo entender la trata de blancas, uso de drogas y prostitución infantil y la clientela exija derechos? Además, que el crimen organizado sea una fuente de inspiración de “buena vida” y los medios de entrenamiento hagan una apología de ello para ganar dinero. Narco es el que la produce, transporta, vende, consume y promueve.
Es decir, se agotó el discurso de la buena fe y la democracia “fake”, se llegó a imponer lo particular sin miramientos, resultado: enfrentamiento social. Ya no valen ni aplican las promesas de políticos, ni de clérigos o luchadores sociales, basta mencionar a Donald Tump y Andrés Manuel López Obrador, dos conceptos diferentes en política y moral que reclaman ofrecer la ruta correcta, y acaban enfrentando a la sociedad.
Aunque se digan legítimos en sus puestos por haber sido electos por quienes vieron en ellos una esperanza de prosperidad de acuerdo a sus conceptos de moral, economía y política, la realidad es que ambos nos están conduciendo a un enfrentamiento, que en el peor de los casos podría ser armada ¿guerra civil?
Podrá sonar extremista esta suposición, pero sus necedades están orillando a la sociedad a eso, como ha sucedido siempre cuando se quiere hacer valer un poder con seguidores y no con la sensatez.
En el caso de estos dos mandatarios en algo coinciden, ambos son ególatras como muchos dictadores. Y no darán un paso a tras porque no están capacitados para ver el bien común, prefieren mofarse de la parte que los cuestiona porque solo su criterio impera. Las observaciones no les dicen nada, ellos son dueños de la verdad.
Todo es una señal inequívoca de que la democracia moderna caduco, con líderes que se bañan en pureza en una sociedad que a su vez es cómplice.
Habrá que empezar a comprender que se supone debería ser la democracia para después rescatar el valor de la vida y respetar los derechos de los demás, como la opinión. De lo contrario nos vamos a enfrentar a los riesgos del pasado ¿revolución?
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