«El narco es pueblo y humano no se le puede reprimir”: López
*El “pueblo bueno”, despreciado, ignorado… ya no le sirve. Votó por él, su objetivo
Por Luis Repper Jaramillo*
Durante nueve meses y días, la Transformación de 4ª y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) han permitido, auspiciado, impulsado, avalado que soldados y elementos de la Guardia Nacional (GN) sean humillados, avergonzado, vilipendiados, desarmados, golpeados, cacheteados, correteados por delincuentes, comunidades de pillos, asalta trenes, huachicoleros, mafiosos, en donde participan, niños, jóvenes, mujeres, amas de casa, sicarios, gatilleros, adultos mayores, cobardes embozados, o a cara descubierta, atentando contra la nación, pues un soldado es la representación humana de la defensa, de los símbolos patrios y el último bastión de protección al “pueblo bueno”.
La orden de López Obrador y del Titular de la Sedena, General Secretario, Luis Sandoval González, a las tropas es no responder agresiones, soportar y tolerar golpes, insultos, vejaciones del “pueblo malo”, aunque en ello les vaya la vida… Sí, leyó bien. La instrucción es permitir que se ensañe contra ellos.
López y Sandoval utilizan a sus huestes como “carne de cañón”, auspiciada por un mal entendido razonamiento del Peje, “los soldados deben mantener una actitud “prudente” pues son conscientes de que deben respetar los Derechos Humanos y que nadie debe ser privado de la vida” ¿los DH de quién, Andrés? de los agresores o de los militares, aunque esté en peligro su vida cuando las turbas los agreden. Pues saben que pueden actuar así por tu laxitud judicial que permite someter a los uniformados.
Desde que iniciaste tu innombrable sexenio en 11 ocasiones los verde olivo, han sido sometidos a la ira de la gente ladrona, al grado de desarmarlos, robarles pertenecías, insultarlos, para defender lo que han robado, como gasolinas, gas, granos, alimentos, enseres, etc. Actitud cobarde de la T4a, en aras de no perder simpatía y votos aunque los uniformados sean degradados, humillados públicamente.
Tu actitud, López, de justificar, defender, proteger, cobijar al narco, sicarios, gatilleros, asesinos, al llamarlos “pueblo”, decepcionó, encabronó, desilusionó a la gente buena, que perdió marido, hijos, hermanos, padres, parientes o amigos a manos de estos asesinos… y cuando te piden ayuda, tu respuesta es vergonzosa, cómplice, indiferente.
Reproduzco un audio/video, en donde gente desesperada, angustiada, indefensa, abandonada (por los tres órdenes de gobierno) herida, detuvo el convoy de López Obrador para clamar justicia y apoyo… La respuesta fue estúpida:
Campesino: – señor, estamos indefensos, en la sierra el narco asesina, viola mujeres, nos agrede… mande de inmediato al ejército. No tenemos armas. Lo secunda una angustiada señora “nosotros estamos desarmados”
López, sentado cómodamente en su Suburban blindada (nunca se bajó del vehículo para atender a la gente pobre).- “el ejército no se usa para reprimir al pueblo”…
Campesino.- encabronado replica “¡¡Carajo!! ¿el narco es pueblo?
López, con displicencia y valemadrismo “Sí, es pueblo… y todos somos humanos”
Ipso facto, volteó a ver a su panzón chofer, le ordenó avanzar. El pueblo bueno, fue ignorado.
Como olvidar el pasaje vergonzoso contra soldados en la Huacana, Michoacán, a quienes una turba de trogloditas, cobardes y montoneros habitantes del lugar, retuvieron, encapsularon, desarmaron y humillaron con empujones, mentadas de madre, amenazas a un contingente militar que días antes habían decomisado “al pueblo” un arsenal de alta potencia, de uso exclusivo de las fuerzas armadas, entre ellas una derriba helicópteros –que era lo que más exigían les devolvieran-
Ya sometidos, hicieron que se arrodillaran y sentaran en el suelo. El líder de los delincuentes, ordenó al mando militar que con su teléfono celular se comunicara con el comandante para “negociar” la devolución del arsenal incautado legalmente, a cambio de liberar y regresar sus armas de cargo a los retenidos.
Luego de varios minutos de dialogo a través del celular, en protección de sus soldados, el Comandante de la zona militar accedió a “devolver” las armas, obligado a que las regresaran a la Huacana.
La humillación, amenaza, la “negociación” fue consumada. Moralmente los uniformados fueron destrozados… en tanto López Obrador y Sandoval González, quedaron satisfechos porque no hubo bajas de soldados… Insensatos, fatuos.
La experiencia más reciente contra los verde olivo, se dio en la población de Acajete, Puebla, en donde una cuadrilla de militares había ubicado y resguardado una bodega en donde los pobladores en apoyo a huachicoleros, a los cárteles de la ordeña, habían escondido miles de litros del combustible, camionetas robadas, armas, pertrechos.
Mientras esperaban la llegada del Ministerio Público (que arribaría tarde COMO SIEMPRE), los soldados fueron sorprendidos por más de 150 sujetos “pueblo malo” que a mentadas de madre, con palas, zapapicos, palos, piedras, botellas de vidrio, agresivos y desquiciados los arremetieron. Turba que pretendía alejarlos del almacén, pero los militares resistieron, no se intimidaron, hubo necesidad de disparar al aire varias ocasiones para dispersar a los revoltosos que no consiguieron el objetivo.
También en la Ciudad de México grupos inconformes golpean a policías militares que resguardan Palacio Nacional. A penas la semana pasada un grupo de pseudo estudiantes de la Escuela Normal Rural “Jacinto Canek” de Zinacantán, Chiapas, pretendieron colocar una manta en una ventana de la sede del Ejecutivo Federal, situación que fue impedida por los responsables de la seguridad del inmueble. Por toda respuesta, los inconformes se fueron contra los uniformados con palos y objetos varios, los elemento estoicamente toleraron la agresión, impidieron la instalación de un campamento y la exhibición de la manta. Todo pasó, dos militares lesionados, los agresores impunemente se retiraron. Nadie fue detenido, los golpeados al hospital. Una humillación más.
Ante tantas agresiones, sin respuesta por los castrenses, colmó la paciencia a la Sedena, que tras las constantes arremetidas a su personal, emitió un Comunicado de Prensa, en donde señala ¡ya basta! Parte del comunicado es el siguiente:
“La Secretaría de la Defensa Nacional hace del conocimiento de la sociedad, que ante la ocurrencia de un delito y en los casos en los que el personal militar o de la Guardia Nacional acudan con el objeto de garantizar la seguridad y paz en el país, y sean objeto de una agresión se actuará en su defensa legítima conforme a los principios del Uso de la Fuerza y su gradualidad, para proteger la vida e integridad física de los miembros de las Fuerzas Armadas, con estricto apego al orden jurídico vigente y a los Derechos Humanos”
¡Ya era hora, General Secretario! Pero las humillaciones, vergüenza, vejaciones y golpes a sus hombres son irreparables. Los responsables gozan de impunidad y reiteración en la comisión de delitos. López Obrador satisfecho de que no tocaron a sus protegidos, los delincuentes, narcos, sicarios, gatilleros, huachicoleros, “pueblo malo”, rateros, asaltantes, violadores, estafadores, etc. ¡porque también son pueblo y seres humanos! jajajajaja… Irresponsable.
Usted, General Sandoval, fue responsable, al tolerar que López permitiera tales atropellos. Estoy de acuerdo que es su Jefe y Jefe Supremo (en papel, no en la práctica) de las Fuerza Armadas, pero su actitud pasiva, temerosa y ruin al obedecer a ciegas la disposición de El Peje, coadyuvó al insulto de sus soldados que portan dos de los tres símbolos patrios, bandera y escudo nacionales en el uniforme, que fue pisoteado, agredido y humillado por turbas de delincuentes, dañando la institucionalidad que usted representa como Secretario de la Defensa Nacional y responsable de la Guardia Nacional.
Señor, aunque hubiese sido removido del cargo, por López, en el primer incidente vergonzoso en que cayeron sus elementos, debió manifestar su rechazo y condenar la permisividad de no responder. General, para usted, ¿qué es más importante, la dignidad y honra de sus miembros, o el cargo público que sólo dura 6 años?
Quiero suponer, cómo castrense de carrera que es, la honra y dignidad de quien porta orgulloso el vestuario militar y la bandera nacional. Aquel, no tiene idea de lo que representa el uniforme y la disciplina, sólo busca la protección de su cargo y lo que pueda ganar de él.
Por fortuna no hubo ningún elemento asesinado en esas vergonzosas turbas. Pero se hirió la dignidad, honra y ética del uniformado.
Usted reaccionó, nunca actuó con principios éticos y morales que le exigen el grado y el cargo encomendado.
López, no defiendas más a los “pueblo y seres humanos” quienes con sus ensangrentadas manos asesinan, secuestran, mutilan, violan, masacran a “pueblos buenos”, que cuando te piden apoyo para combatirlos sales con la peregrina respuesta de que “también son pueblo y humanos”. Insensato, irresponsable, fatuo.
Quienes te dieron 30 millones de votos, ahora los ignoras, ya no te sirven. No digas no. En el texto reproducido líneas arriba te muestras tal cual eres.
Secretario de la Defensa, actúe como tal. Alcance la paz en el país… y ahora SÍ, defienda a sus soldados, sólo responda a su conciencia de militar, olvídese del falso redentor; defensor del hampa y devuélvanos la tranquilidad y calidad de vida que merecemos. A “ya sabe quién” no le interesamos.
Palabra de militar
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)