“Y EL PUEBLO FELIZ” PRIMER INFORME DE GOBIERNO LOPEZ OBRADOR
/Amalia Martínez Austria/
Existen palabras muy desafortunadas y poco empáticas. Fuera totalmente de la realidad actual y de poco conocimiento respecto al día a día de los sectores de la población con más necesidades y carencias.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, con un amplio conocimiento como Él ha manifestado en diversas ocasiones de la situación del país en razón de su caminar por años hasta en comunidades alejadas, debería saberlo. Por ello asombra sus declaraciones “Los profesionales de la salud, tienen la responsabilidad moral de comprar los medicamentos, en caso de que los hospitales no los tengan” que quizás fue en el sentido de buscar la “humanidad” de quienes, de inicio están imposibilitados para adquirir el medicamento que es una obligación de los gobiernos.
La señal de alarma inicio el 26 de agosto cuando debido a la falta abasto en medicamentos para las quimioterapias, se originó una protesta por parte de padres de niños con cáncer quienes desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se manifestaron para exigir una respuesta. Pero esta no era la primera vez que los padres protestaron, el 23 de agosto lo hicieron cerca del Hospital 20 de noviembre.
En realidad, el sector salud, debemos resaltarlo, es uno de los aspectos de cualquier orden de gobierno, que deben ser prioritarios. Sin embargo la realidad nos narra una historia muy distinta. Desde lo local, hemos sido testigos de la falta de capacidad hospitalaria y de recursos que existe en zonas ya no pensemos marginadas, sino de municipios que son centro de atención para muchos ciudadanos.
A la persona común, poco le interesan los discursos. Quienes requieren de apoyo en momentos difíciles en cuestión de salud, no les sientan las palabras huecas de quienes tienen “el poder” para dar solución a sus demandas muy legitimas. No es posible ver a familias sufriendo ante el desabasto de medicamentos fuera de su alcance. Observar a médicos tratando de hacer “su trabajo” sin lo necesario y ser testigos de jóvenes médicos con paupérrimos apoyos en comparación a los que se da a quienes no producen y se están acostumbrando a extender la mano.
Los tiempos llaman a otras formas. Es lastimoso observar, vivir las carencias cuando hay muchas posibilidades para crecer. Hoy en su informe de gobierno Andrés Manuel López Obrador ha expresado que somos un pueblo “feliz, feliz feliz.” Un absurdo en tanto hay temas que están en compás de espera y que en dichos se comprometió a resolver. Es claro que “gobernar” implica no solo el “deseo” de servir. Es en realidad la observancia clara de lo que SI, lo que NO, se puede aplicar y la unión de esfuerzos que encabeza con un equipo que debe estar acorde en preparación, capacidad y entendimiento a los nuevos tiempos. Con la claridad de no solo hacer descalificaciones de gobiernos pasados, pues las campañas ya hace tiempo terminaron, y SI con la claridad y el enfoque para subsanar problemática de entrada en el sector salud, en seguridad principal preocupación de la población y que tanto daño hace al país y en donde por cierto datos oficiales indican que con un promedio de 81 homicidios diarios, López Obrador cerrara 2010 con cerca de 30 mil homicidios y a este ritmo entregara más muertos que Peña Nieto (156,437) y Calderón (121,613) por lo que es claro. No hay elementos concretos para afirmar que se está haciendo algo diferente a la militarización de los fallidos sexenios anteriores.
En tanto como sucede y ha sucedido desde antaño, la clase política en turno, sigue buscando fórmulas que al cabo, no resuelven y que están enfocadas en dar en lugar de producir. Seguiremos en compás de espera. “El pueblo bueno” continuara resolviendo como pueda. Observaremos como ha sucedido desde lo local viendo a ciudadanos hacer un llamado a “quien sea” para que los ayuden con el traslado de sus pacientes, con el medicamento. Haciendo un llamado a la autoridad cuando hay asaltos, cuando no hay trabajo, buscando.. Siempre buscando a veces, las mas, sin respuesta.