Caso Lozoya Austin, “garbanzo de a libra” de la T4a
*Debe legislarse para que parientes de políticos corruptos también sean acusados
Por Luis Repper Jaramillo¨
Aceptando, sin conceder, que el asunto de la captura del dueño de AHMSA y la Ficha Roja contra el ex director de Pemex y “mayor” involucrado en la corrupción de Odebrecht, Emilio Lozoya Austin, sea una decisión analizada, pensada, razonada, inteligente de Andrés Manuel, cabe aquí, aplicar el refrán popular “una golondrina no hace verano”, o sea, que ya con estas dos capturas dejaremos de criticar a la Transformación de 4ª… pues no. Es su obligación y está tardándose en detener a todos los deshonestos del sexenio pasado.
Es sólo un pétalo de la margarita que tiene que limpiar, e insisto, no es una gracia, es su deber. Si Lozoya y Alonso Ancira, propietario de AHMSA, caen en prisión, reconoceré sólo ese acto… pero en el asunto Odebrecht no es sólo Lozoya, él podría ser el “chivo expiatorio” para desviar la indagatoria y no tocar ni con el pétalo de una denuncia a Enrique Peña Nieto, de quién me ocuparé más adelante.
Al parecer la acción de la justicia en contra del ex director de la ex paraestatal, va en serio, porque de entrada –como debería ser- se vinculan como cómplices a la esposa del inculpado, Marielle Helene Eckes y a la hermana Gilda Susana Lozoya, a quienes la Unidad de Inteligencia Financiera, de la SHCP, pidió a la juez del caso, congelar las cuentas bancarias de ambas, en tanto continua la investigación hasta llegar a la captura por la Interpol, del huidizo Lozoya Austin.
Esta acción la aplaudo, porque por complicidad, omisión, corrupción, encubrimiento, etc. las dos mujeres callan. Sí, entiendo, son familiares directas, pero esto no les da derecho de corso para “esconder” evidencias (cuentas bancarias, fortunas, menajes, residencias, solvencia económica) que con el salario de Emilio no podrían darse vida de millonarios.
Pero no debemos conformarnos (la sociedad. El pueblo bueno), con sólo congelar los recursos malhabidos de los políticos y su parentela. A éstos, una vez comprobado en juicio, y sentenciado la rata política, deben decomisarse todos, absolutamente todos los bienes muebles, inmuebles, cuentas bancarias, propiedades en México y el extranjero que haya adquirido “la familia” con el dinero hurtado a los mexicanos; esa sería la verdadera justicia, consagrada en la Constitución, que daría certeza y confianza a la ciudadanía, de que se aplica a cabalidad la Carta Magna y las leyes que de ella emanan.
El ejemplo de Lozoya es sólo para dar pie al tema sustancial del combate a la corrupción y la impunidad, acciones que humillan y vejan a los mexicanos, porque no sólo es el político indecente quien se beneficia del robo, sino sus descendencias que gozan, usufructúan el dinero que los juzgadores públicos corruptos deciden no quitarles y sólo aplican la suspensión de ejercer cargo público alguno por varios años.
Eso en nada les afecta, pues aun no trabajando 10 años, con lo robado tienen para vivir dos o tres generaciones de raza… riéndose de la gente y viviendo como millonarios.
En nuestro Estado de Derecho nada impide que se llame a comparecer (bajo protesta de decir verdad, de lo contario sería desacato o falsedad en declaración) a esposa, hijos, padres, hermanos, ahijados, amigos, etc. para detallar el cambio en su calidad de vida una vez ungido como funcionario público su pariente. Regularmente los juzgadores, fiscales y Ministros de la Corte, se hacen pend… (que la Virgen les habla), para no exigir que en juicio penal contra del político corrupto sus “cercanos” sean parte del mismo hasta esclarecer la verdad.
En México, hasta ahora, nunca se ha visto que un consanguíneo sea testigo de cargo en el juicio por corrupción. Mal aplicado el “criterio” o demasiado elevado el costo para que el juez, el fiscal y el abogado logren liberar al sinvergüenza. Laxa aplicación de las leyes, pues es un hecho que la parentela es parte directa de los hechos
Los testigos de calidad y contundentes para desenmascarar al burócrata deshonesto son los parientes bajo el mismo techo, los padres, hermanos, etc. que notan el cambio de vida del clan. Pero no denuncian por ser beneficiarios, no quieren perder su nuevo status, su vanidad, ego y presunción ante vecinos, amigos, conocidos y familiares. Sin embargo, esta actitud los hace cómplices, por omisión y encubrimiento, por lo que la Ley tendría que aplicarse con el mismo criterio que al acusado.
Tenemos varios ejemplos de esto, como el de Karime Macías, esposa de Javier Duarte de Ochoa, que al vivir la desgracia del marido, huyó de Veracruz (con hijos en el morral) a darse vida de diva, en Londres, Inglaterra. A la fecha la Transformación de 4ª, no la ha buscado o detenido.
Qué decir de la ex esposa de Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera “La Gaviota”, quien durante 6 años fue la reina del snob, del fashion, la viajera frecuente por el mundo, con cargo al erario público, mientras su pareja robaba al país, al grado de obsequiarle una mansión de 86 millones de pesos, La Casa Blanca, de las Lomas, a la de los mexicanos.
Bien sabía la “actriz” (jajajajaja) que ese nidito de amor era producto de la corrupción y daño patrimonial a la hacienda nacional. Rivera fue cómplice y nadie la llamó o la llama a cuentas. Impunidad en pleno en la República Amorosa de Andrés Manuel.
Misma situación que vive la otrora poderosa ex líder del magisterio charro, Elba Esther Gordillo, quien, por venganza, Peña Nieto mandó detener, enjuiciar y purgar cárcel de 4 años 10 meses, confiscándole inicialmente todos sus bienes malhabidos, producto de la corrupción en el SNTE. Tras cumplir la sentencia, por arte de magia Andrés Manuel y los jueces a modo le devolvieron sus “pertenencias” incluido un avión, un yate, sus mansiones en México y 2 en Coronado Cays, San Diego, California, EE UU.
En el caso de “La Maestra” dice la alegoría del turista internacional “París, bien vale una misa” que puede interpretarse como “la conveniencia de establecer prioridades. Es útil renunciar a algo, aunque sea aparentemente muy valioso, para obtener lo que realmente se desea”: opulencia y poder, ¿verdad Elba Esther? Un ejemplo vivo de corrupción e impunidad, en el escenario de la Transformación de 4ª.
Nos remontamos al sexenio de José López Portillo (PRI) quien utilizó su gobierno para enriquecerse ampliamente explicable (corrupción e impunidad) al grado de mandarse construir en la otrora exclusiva zona de Lomas de Vista Hermosa, en Cuajimalpa, una mansión bautizada como “La Colina del Perro” que se levantó en lo alto de un acantilado urbano, con tres niveles y en la cima de éste un observatorio con todo y telescopio.
Producto de la desvergonzada corrupción, su esposa Carmen Romano guardó cómplice silencio, pues era beneficiaria de tan ostentosa y multimillonaria residencia. Esta infame política contrastó con las colonias marginales que a sus pies se hacinaban en verdaderas favelas de promiscuidad, abandono, pauperización e indignación popular.
Como en el caso de Lozoya Austin, Carmen Romano (esposa), José Ramón López Romano (el orgullo de mi nepotismo, decía JOLOPO) y menos la amante y posterior segunda esposa Sasha Montenegro, denunciaron –ni los obligaron a hacerlo- la riqueza mal habida del expresidente, por temor a perder las propiedades, los dineros y el estatus social, producto de la corrupción.
Estos son sólo cuatro capítulos del pasado, que como no se corrigió estamos condenados a repetir ¿Qué tienen en común con el presente: la impunidad, porque hasta ahora sólo se ha girado la orden de captura contra Lozoya Austin… veremos si en el proceso judicial hasta la sentencia se le confiscan todos los bienes a su nombre, a los de sus parentela, consanguíneos y cercanos. De no suceder esto, sería simulación de la T4a porque la “cabeza de la serpiente” Enrique Peña Nieto, sigue libre, actuante, impune, disfrutando de su tercer romance telenovelero, con la modelo potosina Tania Ruiz Eichelmann, gozando y placeándose con recursos hurtados de su gobierno fallido y el más corrupto en la historia de los 10 mil años de la fundación de México (bueno… bueno, eso dice Andrés Manuel)
La verdadera eliminación de la corrupción pasa necesariamente por la captura de los miembros y confiscación de los bienes y dinero hurtados por el Cártel Atlacomulco (PRI), que encabeza Enrique Peña Nieto y sus sicarios Gerardo Ruiz Esparza, Luis Videgaray Caso, Luis Miranda Nava, Rosario Robles Berlanga, José Antonio Meade Kuribreña, Emilio Lozoya Austin (tras su pista), Aurelio Nuño, Juan Antonio Hinojosa (Grupo HIGA), Juan Miguel Villa Mir (dueño de OHL, también perseguido en España por actos de corrupción en su filial en México, por 1.4 millones de euros, depositados en una cuenta bancaria en el Estado de México).
Mientras en este sexenio morenista no estén en prisión estos corruptos, ningún mexicano creerá en las promesas del aun candidato presidencial (así parece) Andrés Manuel López Obrador, quien en su carrera electoral (la tercera) juró, ofertó y alharaqueó que todos los corrupto del sexenio 2012/2018 entre ellos Enrique Peña Nieto, irían a la cárcel.
Como van las cosas, seguirá la incredulidad en el tabasqueño, quien en sólo 6 meses derrumbó su capital político, tal cual lo hizo cuando no aceptó su derrota contra Felipe Calderón (PAN) en 2006 pese a la ínfima diferencia de votos, pero triunfo legal del panista.
Lozoya Austin será sólo un garbanzo de a libra, ante la incapacidad de la Transformación de 4ª, de dar el golpe de autoridad, por estar coludida con lo más podrido del sexenio peñista.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)