TAL CUAL
GUARDIA NACIONAL O LA NUEVA BORDER PATROL
Luis Carlos Rodríguez González
Sólo era cuestión de ponerlo en la ley. En los hechos la naciente Guardia Nacional ya realizaba algunas de sus nuevas labores, como es la detención de migrantes en el territorio mexicano, la custodia y vigilancia de cárceles o centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM).
Es decir, México ya cuenta en los hechos y en la ley con su versión de la Border Patrol. Finalmente el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Alfonso Durazo, concretó lo que había anunciado desde la transición gubernamental, en el sentido de crear una policía migratoria, declaraciones que después reculó y desmintió ante las críticas de defensores de derechos humanos.
El Senado de la República aprobó en días pasados tres leyes secundarias que determinan la estructura, dirección y coordinación en los tres niveles de gobierno de la Guardia Nacional.
Las mismas son la Ley de la Guardia Nacional, Ley Nacional del Registro de Detenciones y la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza, así como modificaciones a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Respecto al tema de la migración se establece que los elementos de la Guardia Nacional podrán presentar a los migrantes ante el Instituto Nacional de Migración, sin detenerlos. Aquí es ambigua la ley, porque cómo los puede presentar sin detenerlos.
Se advierte en la ley que los migrantes no pueden incurrir en delitos por su condición de “alojados” dentro del territorio, por lo que será el Instituto Nacional de Migración quien tome sus datos, como ya lo hace y realice el procedimiento necesario. Para ello, contemplan legislar un nuevo registro para personas en esta condición.
En los hechos, es ya la versión mexicana de la Border Patrol. En días pasados estrenó esta condición cuando un grupo de la Guardia Nacional fue enviado desde el pasado 19 de mayo a vigilar las instalaciones de la Estación Migratoria Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas, en donde se han registrado fugas y otros incidentes en las últimas semanas.
Es decir, por más que en la ley no se diga con todas sus letras la palabra detención de migrantes, por más que se recule en que no se trata de una función de policía migratoria o fronteriza “altamente especializada” para contener la migración como lo dijo en julio pasado Alfonso Durazo, en México, tristemente, ya tenemos nuestra versión de la Border Patrol, es decir ya sin rubor somos el policía fronterizo en el sur de Donald Trump. Tal Cual.