CARTAS DESDE CHICAGO
Lo útil de una carta incomoda
/Rogelio Faz/
Ahora que está en boca de todos la relación entre México y España, gracias a la carta incomoda del señor presidente Andrés López Obrador enviada al rey de España “jelipe” VI y al papa Francisco, es una buena oportunidad para analizar esa parte de la historia. Donde AMLO pide con cortesanía, disculpas por los agravios durante la Conquista a los pueblos originaros de hace 5 siglos.Y que mejor desde la óptica de Octavio Paz (1914-1998), poeta y ensayista mexicano, premio Nobel de literatura en 1990 y premio Cervantes en 1981 (España). Que por cierto coincide con su natalicio este 31 de marzo.Octavio Paz es uno, sino el mejor entendedor de estas dos culturas. Que nos ayuda más que a entender, a digerir la Conquista, descubrimiento o encuentro de ‘dos mundos’, que implico violencia, traición, resignación, amor, identidad y resentimiento. La narrativa de Paz hace refiere a la existencia del México actual con su pasado y su vínculo con la nueva España; la España de hoy.Con la carta incomoda de AMLO es como revivir una cruda cósmica con tepache que estaba en reposo con agua mineral de Lourdes. Donde parecía superada la cruda moral. No está mal sacarla de su reposo siempre y cuando no se tropiece con la misma piedra arqueológica. Octavio Paz hace referencia de la moral y su relación con la historia, y cita a Antonio Machado como uno de los mejores referentes. “Lo histórico colinda con lo moral”, de acuerdo a Paz. Y sostiene que ya se había intentado crear una nueva moral influenciada por la historia, lo que es imposible según él, pues “la historia es una materia relativa desdeñable, sucesiva y fugitiva”. Mientras que la literatura sobrevive a la política incluso a las religiones.Octavio Paz reconoce que lo histórico colinda con lo moral, pero también la política con la poesía dramática. Al final lo que queda es la literatura de los pueblos. Por lo tanto, hay que suponer que los pueblos que desconocen su propia literatura seguirán tropezando con sus piedras, tratando de imponer una moral como aspirina sobre la política.La política no tiene moral, quizás a lo que se pueda aspirar es a un concepto ético. Menos cuando la moral reposa en una cruda, historia.Al igual como pasa con las religiones, hay que distinguir cuando la literatura está al servicio de la política. Es cuando se cae en aquello “donde todos piensan igual nadie piensa mucho –Walter Lippmann-”A consecuencia de la carta incomoda, también sería un buen momento para la España contemporánea hacer una reflexión de sí misma. En las respuestas se verá el concepto de su moralidad. Independientemente si se deban perdones.La iglesia católica ya ha dicho que se disculpó de sus agravios, lo que no resuelve ni concilia nada. Es como si su moral no tuviera ética, fue un gesto político. Pero quien mejor que Octavio Paz para que nos narre estos conceptos durante una de las entrevistas realizadas en España.Si usted ya se tomó la molestia de leer estas líneas hasta aquí, le pido escuche o re escuche al premio Nobel en su memoria, que pueden dejar algo útil de una carta incomoda. https://www.youtube.com/watch?v=7co8g-sz98I
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