Cumbre Tajín celebra 20 años de ser ventana al corazón del Totonacapan
- Con una programación multicultural integrada por más de 5 mil actividades, el Festival de la Identidad se llevará a cabo del 20 al 24 de marzo
/Pasaporte Informativo/
Maldita Vecindad, la Orquesta Sinfónica de Jalapa, Mono Blanco, Pablo Milanés, Ely Guerra y Eugenia León, Hamac Caziim, División Minúscula y Molotov, son parte de los platos fuertes que este año engalanarán el escenario de Cumbre Tajín, que cumple 20 años de ser una ventana al corazón del Totonacapan.
Del 20 al 24 de marzo, el Festival de la Identidad se realizará bajo el lema 20 años Volando alto en Papantla, Veracruz, único municipio del país que cuenta con tres declaratorias de Patrimonio de la Humanidad: la zona arqueológica de El Tajín, la Ceremonia Ritual de Voladores y el Centro de las Artes Indígenas.
Este 2019 Cumbre Tajín no sólo celebrará sus primeros 20 años de existencia y la llegada de la primavera, sino también el Año Internacional de las Lenguas Indígenas y 500 años de la fundación de Veracruz, con una programación creativa para el diálogo de identidades.
La secretaria de Turismo y Cultura de Veracruz, Xóchitl Arbesú, señaló que el hecho de que Cumbre Tajín viva después de 20 años es un acto de rebeldía, pues es una ventana al pueblo del Totonacapan y al México prehispánico que aún existe.
En conferencia de prensa, la funcionaria estatal aseguró que se trata de uno de los festivales culturales más importantes del país, por lo que refrendó el apoyo total del gobierno de Veracruz para los próximos seis años y anunció la realización de la primera Cumbre Olmeca para el próximo año.
Precisó que este año la Cumbre Tajín se realiza con una inversión de 39.6 millones de pesos, 6 millones más que el año pasado, para la realización de más de 5 mil actividades. Esta edición contará con un día más de festival al cual se espera la afluencia de 500 mil personas y se estima una ocupación hotelera del 90 por ciento y la creación de 8 mil 500 empleos directos.
Por su parte, Salomón Bazbaz, director de Cumbre Tajín, comentó que no se trata de un festival pasivo donde se presentan espectáculos, sino que busca consolidarse como una experiencia catártica, donde lo mismo se puede hacer temazcal, escuchar la palabra de los abuelos o realizar alguna artesanía, en un modelo que salvaguarda el patrimonio cultural.
En presencia de las autoridades del Totonacapan, indicó que para estos 20 años se ha preparado una programación multicultural, que contempla la realización del Encuentro Mundial de Medicina Tradicional, el Encuentro Nacional de Practicantes de la Ceremonia Ritual de Voladores y una Muestra Editorial en Lenguas Indígenas.
También se llevarán a cabo los encuentros nacionales de Cocinas Tradicionales y de Juego de Pelota, el Encuentro de Danzas Tradicionales con más de mil 200 danzantes y el Encuentro de Líderes Indígenas o Tanoktla.
Por primera vez, la Cumbre Tajín tendrá presencia en Poza Rica y Tuxpan, así como experiencias sensoriales en Realidad Virtual y como ya es tradición, contará con una gran variedad de talleres, exposiciones de arte originario y códices indígenas contemporáneos y laboratorio de acrobacia indígena.
En sus cuatro grandes escenarios, los asistentes disfrutarán de una amplia gama de conciertos que incluyen el rap de Juan Sant y Pat Boy, el son de Caña Dulce Caña Brava y Los Cojolites, el canto espiritual de Eblen Macari y la música de Maíz Negro y Canalón de Timbiquí, además de la presencia de Susana Harp, Havana Rakatan, Suylén Milanés, Tesis de Menta y Klezmerson.
El poeta totonaca Jun Tiburcio advirtió que una vez más la música del Tajín sonará para clamar su eternidad, mientras que el abuelo Gerardo Cruz invitó a todos los interesados a acudir del 20 al 24 de marzo a descubrir en familia, la magia y el esplendor del Totonacapan
El Presidente Municipal de Papantla, Mariano Romero, señaló que esa comunidad que perfuma al mundo con su vainilla, ya está lista para compartir el tesoro de su cultura milenaria, mientras que Martha Gómez, cocinera tradicional exhortó a los asistentes a probar, oler, sentir y volar en esta fiesta de alegría en la que se vive el patrimonio cultural.