La tolerancia tiene límites
*¿Para evitar asaltos deberían cerrar temporalmente los bancos? ¿Siguiente paso?
Por Luis Repper Jaramillo*
El “Plan” Federal para Combatir el Huachicoleo, puesto en marcha por Andrés Manuel López Obrador, fue “sacado de la manga”, vamos… una ocurrencia que le diera números, estadísticas, logros para presumir en su mañanera que está “combatiendo la corrupción”, pese a que el huachicolero número 1, goza de cabal impunidad y ya es miguis, miguis del tabasqueño.
Sí. El líder del espurio Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, el priista Carlos Romero Deschamps, es señalado por propios y extraños como el autor intelectual del robo de hidrocarburos a nivel nacional. Y no sólo por la perforación ilegal de los ductos, sino porque el Sindicato es el único autorizado para operar la distribución de gasolinas y diésel a través de las pipas “oficiales” (con el logotipo de PEMEX) en el Contrato Colectivo de Trabajo entre empresa y representación laboral.
(Tan se siente culpable que pidió amparo ante la justicia federal para no ser detenido, acusado y/o involucrado en la ilegal actividad de hurto de hidrocarburos, pero un juez le negó la protección constitucional… por algo será)
Como las mil 600 pipas propiedad de la Empresa Productiva del Estado son insuficientes para abastecer a las gasolinerías del país, motu propio el Director General de la institución Octavio Romero y el “líder” sindical acordaron contratar piperos particulares para ayudarles a cumplir el abasto.
Peerooo… casualmente esta bendición cayó en manos de un funcionario público del gabinete de Andrés Manuel. ¡Casualmente! el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriu, cuyos ex suegros son propietarios de los autotanques Excellence Freights, quienes “colaboran” con el gobierno federal a transportar hidrocarburos a las estaciones de servicio; actividad que le ha redituado a los parientes del burócrata divino (JJE) multimillonarias ganancias.
El funcionario del primer círculo amlista, ha desestimado tales señalamientos… pero son ciertos, que lo etiqueta en un conflicto de interés, muchas dudas y nepotismo.
Lo cierto pues, que la “estrategia” antihuachicol ya creó caos entre los consumidores, porque fue lanzada así, de repente, sin presentar antes un Programa de Estado, un proyecto y logística para actuar.
Para López Obrador lo más fácil fue cerrar las llaves de los ductos y que la sociedad se chingue. Para él lo primordial es obtener cifras, estadísticas para presumir, sin importar las consecuencias sociales de su alocada decisión. Luego sale todas las mañanas a los medios con su cara de cínico a pedirnos calma, a no crear pánico –cuando fue su gobierno quien lo propició- al expresar la peregrina petición “si no hay necesidad de sacar su auto para cargar gasolina, no lo hagan”… quien carajos es él para decidir por mí, si uso mi coche o no.
El resultado de esta “estrategia fallida” es de todo conocido: compras de pánico, largas y estúpidas filas de coches en gasolinerías; condicionamiento a tal cantidad de pesos y/o litros, racionalización del energético y el daño a la actividad cotidiana de las personas.
En un país democrático ¿por qué los funcionarios de primer nivel, López Obrador, Rocío Nahle (Sener), Octavio Oropeza (Pemex), Ricardo Sheffield (Profeco), Carlos Urzúa (Hacienda), disponen de nuestra libertad para surtirnos de gasolinas y diésel, nos piden utilizar o no nuestro automóvil, para no causar pánico, que ellos provocaron. ¿Y nuestro derecho a decidir? ¿Qué, el papel de la Profeco no es defender al consumidor? en vez de sumisamente obedecer una orden, aunque sea su jefe, si ésta afecta al cliente?
¿Esa es la neo política totalitaria?
De origen está equivocado el “Plan contra el Huachicoleo” porque no hubo una estructura programática. Torpemente el primer paso fue cerrar los ductos aunque afectara a millones de mexicanos… ¡¡al fin que nunca protestan!! Debieron conjeturar esos inteligentes.
Atacaron de inicio las consecuencias. Por miedo o falta de estrategia no fueron el origen, ¿cuál es? Los cabecillas del huachicoleo. A más de 20 días de lanzada la ocurrencia no hay un solo detenido y sí, millones de afectados. Así de claro.
Me imagino que el Gobierno de México, cuenta con un grupo de élite en inteligencia nacional que tiene ubicados los puntos rojos, las zonas de conflicto y los cuarteles de la delincuencia organizada; apoyado en las nuevas tecnologías satelitales, drones, ojos infrarrojos, rutas, escondites, etc. que en el momento que se requiera atacar, detener a los infractores, decomisar bienes muebles e inmuebles, y sobre todo la ruta del dinero… Quiero imaginar que así es.
Bueno… entonces porque “joder” como decía aquel (EPN) a los afectados y no actuar contra los malos.
El primer grupúsculo es el Cartel Jalisco Nueva Generación que controla el huachicol en el occidente del país (Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato, parte del Estado de México, Hidalgo y se suma la Ciudad de México), conocen e incluso han desmantelado células de liderazgo; entonces porque no han atacado el origen en busca de la detención, procesamiento y reclusión de las cabecilla. ¿Miedo, colusión o desconocimiento? Una vez detenidos los jefes, seguro “cantarán” la ubicación de los segundos, terceros; operadores, perforadores, jefes de plaza, transportistas, comercializadores, gasolineros y funcionarios públicos deshonestos para romper la columna vertebral de la mafia.
El segundo paso, seguir la ruta del dinero: contadores, asesores, banqueros involucrados, lavadores de dinero… hasta llegar a gobernadores, jueces, alcaldes, ministerios públicos involucrados.
Tercer paso, autoridades judiciales: PGR, policías ministeriales, de investigación.
Cuarto paso, ya se descubrió la colusión de trabajadores de Pemex y su Sindicato en el robo de combustible. En la Refinería de Salamanca, Gto, se ubicó una toma clandestina que iniciaba en ese recinto. Desde luego está enterado el priista Carlos Romero Deschamps, su delegado sindical ahí; el superintendente de las instalaciones y una cadena de desleales petroleros. Seguro no es el único caso, en consecuencia la ruta del dinero (en este caso) inicia en la Antonio M Amor, propiedad de Pemex. Atando cabos, seguir los pasos del director general, del director de refinación, del jefe de personal, etc. de la Empresa Productiva del Estado. ¿Es tan difícil establecer esta ruta crítica para detectar el origen del mal?
Esto permite observar que cuando en diciembre pasado inició el “Plan” López Obrador, Pemex, Secretarías de Hacienda, de Energía, Profeco, Ejercito y Marina se “lanzaron como el borras” para ver que cachaban. Al tabasqueño sólo el interesan los números, las cifras, los guarismos, para presumir ante la prensa “sus logros”, no los daños directos ni colaterales.
Apenas la semana pasada en una de las insulsas mañaneras alharaqueó que desde el inicio de su “estrategia” (20 días) disminuyó en 70 por ciento el hurto de combustibles por el cierre de válvulas, desdeñando que el daño social al consumidor es infinitamente mayor… pero le vale.
Cerrar llaves para que no roben es tantocomopara que no haya asaltos a los bancos, cerrarán por un tiempo las sucursales y sólo operaciones en cajeros automáticos. O bien, para que no haya enfermos, epidemias, lesionados, cirugías, cerrarán temporalmente los hospitales. O para que no existan gordos se prohíba la elaboración de pan, tortillas, botanas, refrescos, se racionalice la producción de alimentos procesados… Así piensa el Gobierno de México.
En este país, sexenios pasan PRI, PAN, ahora Morena y las crisis de toda índole siguen, porque las administraciones atacan las consecuencias y nunca las causas. Dos ejemplos: este reseñado y las guerras fallidas contra la delincuencia organizada. Se han ido a la fácil, mandar a soldados, marinos, federales, estatales y municipales a enfrentar con rifles al crimen mientras éstos con artillería pesada controlan plazas, gobiernos, policías, políticos, jueces, ministros, magistrados, mandatarios, clero, comercio, empresarios, lavado de dinero y conciencias.
Las gestiones federales no se atreven a enfrentar a los líderes, a los jefes de los Cárteles, que inicia en donde más les duele: el dinero.
Hacienda, su SAT y su parcial Unidad de Inteligencia Financiera, sólo sirven para perseguir, acosar, intimidar a causantes cautivos, comerciantes, empresarios, prestadores de servicios y profesionistas, pero nunca indagan para detectar la ruta del dinero del crimen organizado, del huachicoleo, de las mafias, de los cárteles, lo que lleva a la presunción de miedo, colaboración, omisión, complicidad, componendas o comisiones por cerrar los ojos.
Es momento que Hacienda, de Urzúa, informe los ingresos, los bancos o lugares de lavado de dinero de los huachicoleros, sobretodo porque esta ilícita actividad tiene más de 3 décadas de operar y ningún sexenio ha siquiera intimidarlos… mucha sería erradicarlo. Entonces, ¿en dónde está la Secretarían de Hacienda y Crédito Púbico para que informe la ruta del dinero por el hurto de hidrocarburos o seguirá metiendo la cabeza en el hoyo, como la avestruz?
López Obrador no puede mantener más días su irracional decisión de mantener las llaves cerradas de los ductos: Hoy la gente está callada, se cansó, lo tolera, pero ¡basta ya, Andrés!
Al menos presenta una estrategia inteligente para detener el caos de las gasolinas. La paciencia tiene un límite, que inicia con la desilusión, sigue la desconfianza y concluirá con la reacción popular.
Deja de ser candidato o tu presidencia colmará la tolerancia de los mexicanos de bien. Y apenas llevas 8 semanas de gobierno.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)