Prisma empresarial
Un presupuesto multimillonario
Los ingresos podrían frenarse
Los mexicanos de primera y segunda en materia fiscal
Por Gerardo Flores Ledesma (*)
A MENOS DE 40 días con sus noches, el presidente de la República ya tiene en su haber varias decenas de miles de desempleados; más de 2 mil jueces amparados contra la rebaja de sueldos; a por lo menos la mitad de los gobernadores contra su imposición de nombrar superdelegados y una pérdida de más de 100 mil millones de pesos por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (AICM).
Asimismo, es inminente la ruptura en la relación con el EZLN, lo que puede complicar su proyecto del Tren Maya, y cinco políticos muertos, entre ellos su amigo el alcalde de Tlaxiaco, Oaxaca, Alejandro Aparicio; y el ex dirigente de Morena en San Pedro Tututepec, Oaxaca, Cutberto Porcayo Sánchez, quienes fueron asesinados, además de la gobernadora de Puebla y el ex gobernador del mismo estado, Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, muertos en un accidente de helicóptero, hipótesis que queda a la espera de confimación por parte de los peritos de Estados Unidos y Canadá.
Y aunque parezca rumor, las diferencias entre AMLO y su secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, crecen como la espuma y el amago de una renuncia se fortalece.
En la relación con los sindicatos hay un frente abierto que es muy peligroso para AMLO, porque si bien es cierto que el gremio de los maestros y de los petroleros son de los más importantes, existe la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), con cuyo líder, Joel Ayala, hay vínculos poco tersos y cada día se infla la tensión por el traslado de dependencias a otros estados sin infraestructura adecuada para hacerlo.
Ahí están también los desacuerdos con consulados y embajadas a quienes les redujeron los costos y generan desaguisados con representaciones diplomáticas en el exterior; la descalificación y oposición del sindicato de Bancomext, porque nombraron un director para esa institución y para Nafin, una idea de que no pudieron concretar legalmente ni Vicente Fox, ni Felipe Calderón, ni Enrique Peña Nieto, así como el desdén del actual gobierno por la cultura y la investigación científica en materia de cáncer, diabetes y adicciones, rubros a los que se les redujo el presupuesto y en otros casos se llegó hasta la desaparición de institutos.
Mientras tanto, millones de mexicanos estamos esperando una baja en el precio de la gasolina.
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SEXENIOS VAN y sexenios vienen, pero nada cambia cuando de gastos e ingresos se trata. Desde hace 20 años, el gasto anual del gobierno aumenta entre un 8 y un 10 por ciento en promedio con respecto al año previo, lo mismo que los ingresos. Por eso, todos los presidentes de la República y secretarios de Hacienda en turno, si analizamos sus discursos, hablan de ahorro, austeridad, reducción de recursos para muchos rubros y sometimiento de evasores y elusores fiscales. En los hechos, la realidad es otra.
Este gobierno, con el aval de los legisladores vigentes, se recetó 500 mil millones de pesos más para gasto, aunque en el discurso digan que estamos en plena austeridad republicana. No puede ser de otra manera, el gasto debe aumentar y fluir porque la necesidad es mucha y la atención de demandas sociales crece año con año. Lo que cambia es la reasignación de gasto. Para algunos gobiernos lo importante, en su momento, fue apoyar a los empresarios; para otros fue la lucha contra el crimen organizado y brindar más seguridad a la nación, y para otros la prioridad es el apoyo a los pobres y la ejecución de grandes obras de infraestructura.
La única verdad es que el gasto crece, los precios públicos y los impuestos también, aunque a los ajustes pomposamente se les llame «actualización» por componente inflacionario, lo que es grave en un momento en que la inflación llegó a los niveles más altos de los últimos 20 años.
Vamos a esperar qué ocurre con los ingresos, ahora que se eliminó la compensación universal que afecta a los exportadores y también a una media docena de sectores productivos, porque obliga a realizar de manera separada e independiente el pago de impuestos y la reclamación de devoluciones al fisco, generando mayores costos administrativos y contables.
Si lograr la devolución de impuestos a favor en el caso de una persona física con actividad empresarial era digno de un caso de hazaña y leyenda, se antoja difícil que ahora con la eliminación de la compensación universal un simple contribuyente pueda trasladar saldos a favor en IVA o ISR para luego hacer una declaración justa y equitativa. La afectación es total y majadera, porque ahora la máxima será: Pagar primero y luego alegar. A ver si no se nos cae la recaudación.
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SON IDEAS fabulosas reducir la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en estados de la frontera norte del 16% al 8%, y la del Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 30% al 20%, así como homologar los precios de los energéticos con regiones colindantes de Estados Unidos.
Sin embargo, hay que recordar que tales acciones ya se hicieron en el pasado, y aunque fueron benéficas en lo económico, en lo fiscal generaron la creación de grupos de mexicanos de primera y de segunda, porque aquellos pagan menos impuestos que el resto de los mortales, el piso nunca es parejo, y los grandes empresarios fueron los ganadores, pues trasladaron sus domicilios fiscales a esas zonas, donde pueden cumplir con los requisitos que se dieron a conocer y que aplaudieron la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín; el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado; el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa; el Procurador Fiscal, Carlos Romero Aranda, así como el responsable de los programas de estímulo económico para la frontera norte, Pedro Romero Torres, entre otros.
Ya lo hemos dicho, para tener un país en desarrollo pleno, todos debemos pagar impuestos, porque así empezó el esquema de exclusiones y tasa cero que hace 20 años provocó que los ingresos drenaran y el esquema fiscal tuviera tantos hoyos que se comparaba con un queso gruyer.
Ahora bien, las Zonas Libres sí atraen inversión y generan más empleos, pero hay que analizar el costo-beneficio en una zona donde hay decenas de comunidades que parecen pueblos fantasmas por la ausencia de seguridad y que han vivido acosadas por el crimen organizado desde que empezó el nuevo siglo y centuria. Revertir esa situación, también implica costos muy elevados.
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Nos vemos y escuchamos en Canal 34 (TV Mexiquense), todos los jueves a las 22 horas, en el programa Va en Serio, con Carlos Ramos Padilla.
(*) Socio Numerario de la Academia de Periodismo y Comunicación Social
(*) Miembro de Vanguardia en línea y de Consorcio de Medios Digitales SA de CV
(*) Socio de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)
P.D. No deje de informarse en http://www.redfinancieramx.mx y en www.claseturista.com.mx