CARTAS DESDE CHICAGO
Trump hablador, López orador
/Rogelio Faz/
Si usted es un inmigrante en Estados Unidos, reconocerá que muchos hemos abusado del sistema estadounidense de alguna manera u otra, por las razones que sean. Por necesidad; por la cultura que traemos de sacar ventaja; porque tenemos una idea errónea de nuestra contribución. Pero en muchas ocasiones lo hacemos de manera irregular en una sociedad que aparentemente se rige por reglas legales y morales.
Por ejemplo, había quienes a la hora de reclamar los impuestos al IRS, reportaban hasta 10 “dependes”cuando no existían. Los “dependes” son aquellos quienes dependen de alguien que trabaja y los ‘reclama’ para buscar le rebajen lo menos posible de su cheque, además para recibir reembolsos del IRS. En ocasiones era una cantidad mayor al que se había rebajado del salario.
Otra forma de sacar provecho era pedir ayuda para alimentos cuando no se justificaba, incluidos indocumentados. Y nos excusábamos diciendo que eso nos lo rebajan de los impuestos que no recuperamos. Pero en términos legales no se justifica.
Los recursos y la necesidad de subsistir se entienden, pero si hemos de ser sinceros muchos rompimos las reglas con conocimiento de causa. Alguien decía “las reglas se pueden doblar, pero no tanto porque se rompen”.
Esta situación molesta a un gran número de estadounidenses o incluso a otros inmigrantes que ven al latino propenso a sacan ventaja. Aun así, la inmensa mayoría de los latinos se gana el pan con el sudor de su frente. Más aun los indocumentado.
No obstante, esa condición de necesidad y demanda de mano de obra barata e incondicional, crea una situación irregular. Donde hay algunos como el Presidente Donald Trump, que, haciéndose el despistado para no decir otra cosa, se vale de eso para romper las reglas legales y morales.
Como ya es sabido Trump tuvo a su servicio empleadas indocumentadas en su club de golf en New Jersey. Lo que lo deja como un hablador hipócrita. Pero eso no nos absuelve de haber transado al sistema empezando por entrar ilegalmente.
No es ninguna sorpresa que para Trump su Dios sea el money. Y si es capaz de vender su alma al diablo, transar al IRS, pues cuanto y más valerse de la mano de obra barata de aquellos que a su vez pudieran buscar la manera de evadir impuestos o provecharse de los programas sociales. Pero él se justifica con su pose de puritano nacionalista.
Eso no lo salva de las acusaciones del Departamento de Justica de pagos ilegales a mujeres para callar favores sexuales durante su campaña a la presidencia. Si eso no lo mata políticamente si lo deja moralmente desprestigiado.
Por otro lado, como inmigrante en EU, no queda más que destacar la mención muy acertada que hizo Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia de ascenso a la Presidencia, acerca de los migrantes mexicanos en el extranjero por el envío de remesas; el ingreso económico más importante para México.
Y agrego que va a crear las condiciones económicas y sociales para que no se abandone al país o incluso para que regresen los que ya se han ido ¿Y mientras tanto que de la representación en el Congreso apa? López Obrador no es el primero en colgar la medalla de héroes a los paisanos, pero de ahí no pasan.
AMLO con su filosofía de anticorrupción, honestidad, de amor y paz, logró sacar a lo que él llamo la mafia del poder. Ahora ya como Presidente parece se le agotó el discurso para enfrentarse a los males del poder. Y para no llevar toda la responsabilidad de los errores recurre a consultas populares. Al tiempo que crea una Constitución moral para que se deposite la fe en la Constitución política como salvación de las almas ciudadanas en pena. “Tengan fe en mí no les voy a fallar”. Ahora sus discursos más bien parecen sermones y en sus pausas da la impresión de estar orando.
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