CARTAS DESDE CHICAGO
Chicago también pone los muertos
/Rogelio Faz/
En México casi a diario se dan noticias sobre tráfico de drogas o actividades del crimen organizado donde hay asesinatos de alto impacto. Aunque parezca se perdió la capacidad de asombro, no deja de ser uno de los problemas más graves por resolver. Reto que comparte con ciudades como Chicago, donde también casi a diario hay asesinatos relacionado a las ‘gangas’ por control de territorios.
La idea de que México pone los muertos y Estados Unidos las armas, se ha convertido en un eslogan para justificar las culpas propias, lo que no ayuda a entender la situación y menos a resolver el problema.
Se señala a los estadounidenses como principal responsable de esta situación por el consumo de drogas. País que a su vez acusa a México por el envío de estas. Lo que llamamos doble moral.
Sin embargo, si queremos atender el asunto y antes de hacer un diagnostico equivocado, tenemos que examinarlo más a detalle. Para empezar, hay que quitarse la idea que se tiene de fronteras en el consumo de drogas. Es decir, el mapa geográfico que dividen a los países con fronteras y, el mapa del consumo.
Si se pudiera hacer una radiografía dese el espacio para ver dónde se concentra ese cáncer, no veremos líneas fronterizas, o sea, México y EU comparten el mismo diagnóstico. De un lado se verá más grande el daño, porque EU es un país casi tres veces más grande en territorio y población, pero proporcionalmente es el mismo consumo.
No obstante, y siguiendo con la misma idea de la radiografía, si se pudiera ver el derrame de sangre interno, veremos claramente que está cargado del lado mexicano.
Y si a esta radiografía le hacemos ‘zoom in’, veremos los tipos de cáncer como; el sadismo criminal con decapitados o quemados en vida para sobrevivir entre canceres malignos y agresivos. A la que se le suma el secuestro, trata de mujeres, tráfico humano, extorsión, etcétera.
La delincuencia se alimenta de consumidores, sea económico o en especie. Probablemente usted no consuma drogas, pero casi todos nos habremos visto en una situación donde nos ofrecen algo en la calle como en algún bar, desde un reloj o una cadenita de oro a un precio tentador.
Como no se sabe su procedencia lo más seguro es que si lo compramos estaremos estimulando al delito. Y significa que no estamos conscientes de nuestras acciones, o de estarlo, somos un eslabón en la delincuencia. Parte del cáncer. Que un día nos va a poner en el quirófano o en la plancha de la morgue.
Los productos o servicios, incluido el entretenimiento como la industria de la música y las narco novelas son y nos hacen cómplices de lo que promueve el crimen.
Ciudades como Chicago también ponen los muertos, sobretodo en áreas donde se enfrentan virus enemigos (mayoritariamente en comunidades negras y latinas), provocando derramamiento de sangre, justificado en la oferta y la demanda. El desarrollo del crimen depende de los anticuerpos para contrarrestarlo. Y estos están muy débiles.
La excusa de ser adicto o asesino se esconde en el pretexto de las circunstancias, donde se propague ese mal dependerá de los anticuerpos de la sociedad. Por cierto, una sociedad debilucha de conciencia y voluntad al igual que un adicto, que se excusa en las circunstancias que lo rodean.
Chicago, por ser una ciudad donde se concentran todos esos males, el echar la culpa a condiciones externas no resuelve su cáncer. Así que se estableció un centro de operaciones “quirúrgicas” en Chicago entre México y EU para extirpar ese cáncer maligno de: consumo; distribución y; derrame de sangre, antes de que nos empezamos a destazar por las calles, diagnóstico para considera al paciente desahuciado que no quiere reconocer, primero; su responsabilidad.
Mientras tanto los muertos se siguen contando y, excusas y acusaciones siguen sobrando. Una doble moral, es como estar ‘mordiendo el polvo’.