CARTAS DESDE CHICAGO
!YA CHOLE!
/Rogelio Faz/
Es sabido que todo en exceso es malo, desde consumir alimentos hasta ciertos hábitos personales. Por decir algo, a todos por lo regular nos gusta un postre, pero si a ese bocadillo lo consumimos sin medida, llegara el momento en que nos va a empachar, por muy sabroso que este. Esto también podría aplicar en otros aspectos.
Por ejemplo: las personas contraen matrimonio por amor. Pero hasta en eso hay que saber medirse; Como darse tiempo, espacio, controlar sentimientos, emociones… Esenciales para una relación sana, equilibrada y de respeto.
Un amor desmedido empacha, se corre el riesgo de convertirse en una relación enfermiza y posteriormente vendrá el abuso.
En política no se está tan lejos de esa lógica. El mejor ejemplo para los mexicanos es el empalago que se padeció con el PRI.
Después de la Revolución Mexicana de 1910, los protagonistas post revolucionarios nos endulzaron la vida con institucionalizar la justicia, los derechos, las oportunidades, la abundancia, la paz, bla, bla, bla… Y lo convirtieron en paternalismo.
Beneficios que implicaron lealtad incondicional para convertirnos en paleros. Los que no, en simples espectadores de los desmanes del “jefe de familia”.
Todo con la esperanza de sacar a la ‘casa adelante’. Pero se llegó al punto que si se contradecía a ‘papá gobierno’ se estaba en contra del país.
No es porque la promesa del ‘platillo fuerte’: la democracia, sea mala, sino la incondicionalidad de los demandantes a cambio de lealtad ciega. Eso descompone todo.
Se idealizo a los protagonistas y la mayoría de ellos siguieron sus intereses personales, abusaban del poder, perdieron el rumbo o el control. Ahora las esperanzas vuelven a resurgir con una supuesta nueva transformación.
Pero ya se está empachando con el postre antes del platillo fuerte. De hecho, ya se está sentado en la mesa antes de que la desocupen los que terminan con la comilona anterior.
López Obrador, el ‘virtual’ presidente electo, se está dejando llevar por esa gula de apoyo sin medir las consecuencias. Como le sucedió al PRI, al PAN, y hasta al PRD. Ya muestra una actitud paternalista, se le nota hasta en los ademanes. Que con vanidad asegura la cuarta transformación.
Tiene que tomar en cuenta, por su edad, que por regular lo que se platica con anticipación se frustra. Por ahora, cualquiera que cuestione las incongruesias será juzgado como vende patrias.
Ahí el problema, por eso el pueblo tiene el gobierno que se merece. ¡Ya chole! ¿hasta cuándo?.