Confesiones de un Alcohólico
“Destruí todo lo que tenía, por el Alcohol”
- “Comencé a probar el alcohol en la secundaria…fue para que me aceptaran mis amigos”
- “Por el alcoholismo no pude terminar mi Licenciatura en Derecho”
/Por Catalina Guadarrama/
En esta ocasión Gael N. de 35 años, nos narra su paso trágico por el alcoholismo, originario de Guasave, Sinaloa, pueblo agrícola por tradición. Gael crece en el seno de una familia de padres trabajadores, por lo que pasa su niñez cuidado por alguien más, abuelos o tías, crece con un constante sentimiento de soledad y rencor hacia sus progenitores, al llegar a la secundaria es entonces que inicia su historia… “Comencé a probar el alcohol en la secundaria, iba experimentando y fue para que me aceptaran mis amigos. En Sinaloa todos comienzan a tomar desde muy chicos, y yo veía tomar alcohol a mi padre (y hasta hoy, sigue haciéndolo). En mí caso era para que vieran mis amigos, era el más maduro, el más fuerte y a los trece años, tuve mi primera borrachera en una Semana Santa, no me sentí bien, tuve cruda moral, y me alejé, luego jugando con mis amigos, con probaditas de aguardiente seguí bebiendo, terminé la secundaria como pude porque ya tenía un problema pero no lo aceptaba. En la preparatoria, también comienzo a trabajar, como tenía dinero, apenas llegaba el viernes, el sábado y domingo y yo perdido, a veces toda la semana… Gael detiene su narración, pensativo y con voz entrecortada, retoma la conversación: Desde muy chico ya trabajaba, a los 15 años, de ayudante de mecánico, luego cocinero, carpintero, pero no duraba en ninguno pues el dinero que ganaba era para seguir bebiendo, ya vivía sólo para alcoholizarme y no rendía en el trabajo, en la escuela, en nada.
Ya en la preparatoria, me creía el valiente, el que las podía todas, el galán, me llevaba con los maestros, maltrataba a los amigos y no sentía respeto por nadie, según yo me divertía, tomaba de jueves a domingo, no sabía de mí, en vacaciones pues bebía toda la semana, también como se pudo finalice la escuela.
Con todo, logré ingresar a la Universidad Autónoma de Sinaloa en la carrera de Derecho, aunque ya era un bebedor problema, peleaba con todos, tenía por amigos a gente mala que no me convenía cursé 8 semestres y en el noveno reprobé todas las materias y no regresé más, que pena, por el alcoholismo no pude terminar.
Luego conseguí trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, le bajé a la bebida, era bebedor social, me controlaba, estuve así 4 o 5 años, en ese tiempo me casé y tuve un hijo, pero le di a esposa una vida de infierno, para mi era bonito el alcohol y no sabía estar sin tomar, maltrataba verbalmente a mi mujer, trataba de pisotearla emocionalmente, le decía que no valía para mí y el que no valía para nada era yo, porque apenas cobraba la quincena, tarde se me hacía para bebérmela, regresaba a casa sin nada en el bolsillo y si no alcanzaba para embrutecerme, pedía prestado, vendía todo lo que había en la casa, pues no podía dejar ese estado de embriaguez, mi pobre mujer sufrió mucho y me divorcié después de dos años de tanto daño emocional, no merecía ese trato. No sentía culpa, perdí a buenos amigos, querían ayudarme y yo sólo deseaba beber, mi familia ya no me apoyaba, les faltaba al respeto, me fui a vivir solo, eso me entristecía y por eso me mantenía perdido en el alcohol.
Entonces decidí salir Guasave, para radicar el Guamúchil un pueblo cercano, llegué pensando que era una persona diferente, que sólo por el hecho de salir de mi pueblo era mejor, pues había dejado tras de mí pleitos, deudas, problemas. Aunque disminuí la cantidad de alcohol, conseguí ser un empleado modelo en el IMSS, sin embargo, encontré a bebedores igual que yo y me convertí en un empleado problema, al grado de llegar ebrio al trabajo y muchas veces me regresaron por eso, me daba cuenta de lo que estaba pasando, era muy duro, pero no tenía fuerza voluntad, no pude… y Gael en este momento de la narración se encuentra llorando me pide un momento, respira profundo y continúa.
Con ansias destapaba la primer cerveza y no sabía como iba terminar, ni donde amanecería o si lo haría; entonces mis jefes se apiadaron de mí y me enviaron al psicólogo pero me remitieron a psiquiatría por 6 meses, pero todo era inútil y volví a beber, estuve internado , por 15 días, como no hubo mejoría porque empecé a tener alucinaciones, veía personas que no existían, tenía delirio de persecución y me diagnosticaron delirium tremens, estuve recluido por tres meses, lograron estabilizarme y salí con medicamentos, tuve tres años más tratamiento psiquiátrico… pero seguí bebiendo, busqué ayuda en la iglesia y no hubo mejoría.
En la ultima etapa del alcoholismo, no tenia cruda moral, era muy bonito, era feliz, estaba bien aparentemente, con el alcohol seguí perdiendo buenos amigos, no me respetaba a mí mismo, me entristece reconocerlo pero es necesario.
Un día iba manejando totalmente ebrio y choqué, casi pierdo la vida, más en cuanto me recuperé, volví a las andadas: Después de una semana de borrachera llegue con una moto a cargar gasolina y robe al despachador, y cuando recobré el sentido, tenía una cruda tremenda y temblores, reaccioné, me encontraba en la demarcación de policía y me dicen que estoy preso porque había asaltado una gasolinería, porque quería seguir la parranda, y no recordaba nada, estaba en blanco, meses después pude recordar algo, hasta que me di cuenta que si había robado, pero los dos años que pasé en la cárcel si fueron muy reales todos esto me paso antes de los 26 años, estaba derrotado.
Es ahí cuando me hablan del programa AA, estaba en la cárcel, era un caso perdido, estaba sufriendo, pero no estaba convencido de ingresar al programa, hasta que salí del reclusorio fue que me acerqué al programa, porque no podía seguir con ese ritmo de vida, estaba derrotado, el primer año fue muy traumático, y pude salir adelante, puedo vivir y dejar a un lado las bebidas embriagantes.
Me arrepiento tanto de todos los años tirados a la basura, de la familia que destruí, de tirar mi futuro laboral y el mal que hice a todas mis amistades porque no podía ver, que sólo querían ayudarme,
Ya no tengo resentimiento, ni ira, me cuido para poder cuidar a mi hijo que hoy tiene 12 años, lo quiero mucho y nunca me vio en estado de embriaguez, me llevo muy bien con él.
Tengo la carrera técnica de Radiólogo, estoy con una pareja, vivo con mis padres, estoy reparando una casita para rehacer mi vida. Por eso les digo que le pongan ganas, si se puede tener una vida mejor.
Vivan un día a la vez, sólo por estas 24 horas mantenerse sobrio, así cada día, volví a ser funcional. Tengo 13 años dentro del programa, que me dio otra oportunidad, la aprovecho cada día.
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