CARTAS DESDE CHICAGO
Mocha manos y corta lenguas
/Rogelio Faz/
Si usted es mexicano y le interesa la política mexicana, es muy probable este enganchado con la campaña presidencial. Sin embargo, no necesariamente este enganchado con alguno de los contendientes. Es más, probablemente no le convence ninguno (a).
Las encuestas a favor son un factor del ánimo para los candidatos. Pero eso no significa que se esté de acuerdo con ellos o ella.
Puede que algunos tengan algunas cualidades para gobernar; preparación, experiencia… ¡ahhh!… sinceridad y honestidad. No obstante, eso tampoco reflejara proporcionalmente la capacidad.
Las preferencias no significan capacidad, y capacidad apoyo. Es decir, independientemente quien resulte favorecido el día de las elecciones, no lo hace el más honesto, ni el más hábil, ni el más capaz. Incluida la dama.
Tratemos de ponerlos en orden empezando de abajo hacia arriba según los sondeos de preferencia.
El Bronco “el mocha manos”: Se metió a la contienda a sombrerazo limpio. Como buen norteño; sincero y franco, y una chispita de gracia como mentir “nomas poquito” en lugar de robar. Un mal menor pero pésimo para una posición tan exigida. De antemano sabemos que los demás roban así lo nieguen.
Margarita: Según algunos críticos tiene cierta capacidad y acorde con lo que dice, pero arrastra un lastre; su historial personal y político con su esposo, Felipe Calderón, ex presidente con una serie de desaciertos. De ganar Margarita sería difícil imaginar que gobierne al estilo Donald Trump. O sea, que ponga a su esposo a dormir en cuarto separado mientras que ella gobierna tuiteando.
Meade “mid”: luce como el más capacitado y con más experiencia en el servicio público. No así en el ámbito electoral “no conecta”. Y a pesar de ser articulado y de exponer ideas con orden, está representando a los del PRI que han llevado junto con los panistas sin convicción, al país a un punto de corrupción e inseguridad intolerable.
Anaya “el canalla”: Una de sus ventajas es su juventud, su dinamismo, pero para algunos es un riesgo al relacionar su ambición personal y política. Representa el lado corrupto de su partido, el PAN, él mismo se descarta como una opción de esperanza. Su suerte depende de la eliminación de los demás.
El Peje: que por mucho y un poquito más según él, tiene las preferencias del electorado. En contraste a sus oponentes no tiene orden de ideas, ni viables, que no sean las ocurrencias de un soñador idealista, demagogia populista sin sustento pero aceptable por decir la verdad de los demás. Su único argumento válido es el de querer sacar a los corruptos y ladrones del gobierno. En lo que todos estamos de acuerdo, ¿pero qué va a hacer con el resto del país? Para eso no solo se necesitan palabritas o perdones.
Puntero y colero, representan las chuscadas y ocurrencias para una posición que proyecte confianza. Han de pensar que si la hizo Trump, porque ellos no.
Si los pudiéramos meter a todos juntos en una licuadora para sacar lo mejor de ellos es probable que tengamos un jugo amargo y nos de diarrea, aunque la puga nos pueda sirva para desechar todo lo malo. Pero como eso no es posible, no queda de otra que respetar la voluntad del pueblo aunque el remedio sea peor que la enfermedad.
Ninguno va a poder con el tigre. Es más fácil aprobar una propuesta de ley “corta lenguas” por comprometerse con lo que de antemano están incapacitados a cumplir, así cuenten con el respaldo de la mayoría. La honestidad no solo se mide criticando a los demás o la corrupción con lo que se roba.
Mejor vamos haciéndonos a la idea de curarnos de este mal por nuestra cuenta con menjurjes caseros dando el ejemplo. Y no estar esperanzados a bocones y corruptos.