CARTAS DESDE CHICAGO
Don Cheto, presidente
/Rogelio Faz/
Ya arrancaron las campañas por la presidencia en México, y los mexicanos en el extranjero podremos participar, con limitaciones burocráticas y cívicas. En parte por el sistema electoral mexicano que no ayuda, y por la apatía tradicional que seguimos arrastrando a pesar de vivir en un país que se considera democrático, como Estados Unidos.
El hecho que algunos paisanos promuevan la participación electoral en el extranjero, no significa que seamos una comunidad consciente del compromiso. El paquete nos quedó grande y el Instituto Nacional Electoral lo desalentó.
El INE es un organismo que proyecta desconfianza, además, no mostró interés por los paisanos en EU. Y para que, si la cultura democrática nos importa un bledo, que no sea desgarrarnos las vestiduras patrioteras.
Por el universo de electores en el extranjero, fue una ínfima parte la que solicito la credencial de elector, y en esa medida se verá reflejada la participación.
La virtud de la credencial es que es un documento de utilidad, en México, hasta para cambiar 20 dólares en el banco. Porque la matricula consular vale un comino a pesar de su costo. En EU sirve para abrir cuentas bancarias en la comunidad o, para ser ‘transeado’ en una agencia de carros usados.
En lo que a la elección se refiere, los candidatos nos dan una palmadita en el lomo según ellos para hacer valer nuestros derechos políticos, claro, desde lejecitos para respetar territorio extranjero.
Con toda la oferta democrática de autoridades electorales y candidatos, que rozan en la santidad y la payasada, no vamos a tener representación en el congreso; como plurinominales de acuerdo a la representación proporcional, que sería equivalente a una sexta circunscripción.
Pero como los mexicanos invasores (en EU) también somos muy chicharacheros y ocurrentes. Bien podríamos tener a nuestro representante o candidato que cumple con esos requisitos, alguien que cuente con las simpatías del pueblo, como Cantinflas, cuando la gente votaba por él.
¿Y porque no? podríamos ser representados dignamente por un personaje como don Cheto, conocido en la radio y televisión “hispana” de EU; paisa bonachón y gracioso que tiene talento, mucho talento, y que bien podría motivar el voto de lejecitos.
Ojalá algún día don Cheto sea presidente, aunque sea de los paisanos en el extranjero. Es un personaje autentico que no se anda enredando en la bandera para lanzarse desde su castillo patriotero para defender la dignidad de los paisanos ante un enemigo fanfarrón.
Para el caso. Lo que si puede suceder es que se esté obligando el tema migratorio en las campañas electorales, en México, al igual que en EU. Y la del Ejército mexicano, en EU, al igual que en México, que tiene mucha más presencia en la frontera norte.
Ahora sí arrancaron las campañas presidenciales en México, a ver cómo nos va a los invasores migrantes con derechos a medias aquí y allá.