TAL CUAL
CALDERON Y PEÑA: LOS MAGOS EN LA DESAPARICION DE NIÑOS EN MEXICO
Luis Carlos Rodríguez González
En nuestra niñez los magos eran vistos con admiración porque desaparecían conejos, sacaba de la chistera palomas, realizaban trucos con cartas, sacaban monedas de la oreja, con ilusiones ópticas no hacían creen que cortaban en dos a una hermosa edecán o simplemente nos divertían con chistes y ocurrencias.
Los “magos” que nos gobernaron y nos gobiernan actualmente son otra cosa más seria que como “daños colaterales” de su terca, equivocada, sin talento, sin estrategia y sangrienta guerra contra el narco y el crimen organizado, han provocado al menos 6 mil 257 desapariciones de menores de edad en México en sólo 11 años.
Me refiero a los “magos” Felipe Calderón, que ahora busca la reelección virtual y marital vía su esposa Margarita Zavala, así como el actual presidente, Enrique Peña Nieto, quienes pasarán a la historia como los mandatarios que con su fallida estrategia provocaron cientos de miles de muertos, decenas de miles de desaparecidos, entre ellos muchas niñas, niños, adolescentes.
El Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef) puso el dedo en la llaga de estos dos sexenios terribles para los niños mexicanos al señalar que el 80 por ciento de las 6 mil 257 desapariciones de menores de 18 años en México reportadas hasta noviembre de 2017 corresponden a adolescentes.
Dicho organismos internacional exhortó al gobierno mexicano a fortalecer los mecanismos de investigación y protección de la niñez y la adolescencia víctima de desapariciones.
En redes sociales la Unicef expuso que si bien se han adoptado medidas como la alerta Amber para acelerar su identificación y búsqueda aún deben fortalecerse con recursos y personal las Procuradurías de Protección a la Niñez.
Para nadie es un secreto que la Alerta Amber es un mecanismo burocrático, ineficiente, tardío, sin recursos y que al gobierno actual y al anterior, no le interesa fortalecer, porque los negocios están en otra parte, en el remate de las zonas petroleras, en las concesiones a las constructoras amigas, no en cuidar o salvaguardar a los menores del crimen, de la trata de personas, del narco, de la inseguridad.
Por su parte, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) ha alertado en los últimos meses sobre la epidemia de desapariciones de niños y niñas sin precedentes. El gobierno actual que encabeza Peña Nieto, ni el aplaudidor de Margarita Zavala, el decir Felipe Calderón, no han dicho está boca es mía. Ni un pronunciamiento sobre los graves hechos que han solapado con una nefasta estrategia.
Redim señaló que en las desapariciones del 98.2% de niñas, niños y adolescentes de niñas, niños y adolescentes mexicanos coincide con la instrumentación en 2012 de la estrategia de seguridad del gobierno mexicano que inició Calderón y que ha mantenido puntual e incluso reforzado el presidente Peña.
Es el circo de la guerra equivocada. Aquí ya no desaparecen conejos, palomas o se mutilan con actos de ilusión óptica a mujeres. Hoy las víctimas de estos “magos” que nos gobiernan son las niñas, los niños, las y los adolescentes. Tal Cual.