Más de 36 millones de jóvenes decidirán la elección del 1 de julio
*El sistema electoral mexicano es dinosáurico, anquilosado, vetusto
Por Luis Repper Jaramillo*
De promesas, compromisos, ofertas, con el peregrino “te lo firmo y te lo cumplo”, los mexicanos estamos hasta la madre.
Creen que somos cándidos, tontos, crédulos, inocentes… o pend… Pero ¡ya basta!
Al menos yo, no. No sé ustedes amigos cibernautas, lectores, gente inteligente, le crea “algo” a Anaya, Meade y López Obrador. No acepto que con el afán de permanecer en el poder sigan blasfemando, asegurando que combatirán la corrupción, la inseguridad, acabarán en un sexenio con la miseria, la pobreza y pobreza extrema.
¿Desde hace cuántas campañas presidenciales ha escuchado de los candidatos sostener que su proyecto de nación erradicará los pecados capitales del sistema partidista y presidencial que agobia sexenio a sexenio la calidad de vida de los mexicanos?, creo que desde la de Gustavo Díaz Ordaz hasta Peña Nieto y cuáles han sido los resultados: 52 millones de pobres y pobres extremos, más de 250 mil muertos en dos administraciones, la de Calderón Hinojosa (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI); el inmerecido desempleo galopante; la infernal inseguridad nacional, el atraso educativo que mantiene al país en un 4º año de primaria, de manera general.
El incremento insultante de la corrupción e impunidad en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal). Una guerra intestina entre el Gobierno Federal y los Cárteles de las Drogas que deja más muertos, que en la guerra, entre países beligerantes.
Y podría seguir detallando las virtudes de gobiernos y partidos políticos de Morena, PAN, PRD, PRI y sus “anginas” (pvem, pt, mc, panal, pes, así en minúsculas), que han jodido al país, pero con esos ejemplos es suficiente… y todavía Anaya, Meade, López siguen ofreciendo que cambiarán la vida de los mexicanos cuando “llegue” a Los Pinos, ¡y piensan que les creemos!
Es un despropósito y una afrenta a la sociedad que en el proceso de precampaña estos insulsos gasten millones de pesos y enfermen la mente de la ciudadanía con spots mentirosos, fatuos, insolentes, burdos, engañabobos, pues atentan contra la inteligencia de las personas.
Este recurso publicitario está rebasado, es vetusto, añejo, anquilosado, que data de la década de los 50’s, sin dar resultados, sólo la dilapidación de dinero digno de los mexicanos (prerrogativas políticas), prostituido por esta lamentable actividad partidista.
¡Y todavía creen estos miserables candidatos que les creemos! Para nada.
Han pasado 7 décadas de que los partidos políticos y candidatos, convertidos luego en funcionarios públicos y legisladores, no avanzan, mantienen el mismo estatus de burócratas emanados del cáncer partidista/gubernamental, de las cuotas, los cuates y los cotos (el ejemplo más contundente es el del sexenio peñista y su casta de Golden Boys, mexiquenses, que nunca, jamás aprendieron a ser gobierno), mediante el cual, quien apoye en la Campaña, cuando se llega al gobierno, se reparte los cargos y puestos, como “recompensa” por los “favores recibidos”.
Así fue, así es… pero, la elección federal de 2018 dará un giro radical a éste dinosáurico sistema, implementado hace 76 años por el PRI, porque hoy la sociedad está mejor informada, la juventud será el parteaguas del entierro del presidencialismo “a huevo”.
Ejemplo, ¡claro!, las elecciones gubernamentales del año pasado en el Estado de México y Coahuila, en donde se impuso desde Los Pinos a los actuales y espurios mandatarios Alfredo del Mazo Maza y Miguel Riquelme Solís, pese a que las ciudadanías locales rechazaron a los sujetos. Sin embargo, los intereses económico/políticos ignoraron la voz del pueblo (votos) se robaron la elección con el resultado conocido.
Este viejo estilo tricolor de imponer sucesores, cambiará. Por fortuna en el México de la nueva generación de jóvenes de entre 18 y 34 años de edad, inscritos en el Padrón Electoral del INE (al 19 de enero de 2018), existen 36 millones 66 mil 865 personas, de un total de 89 millones 621 mil 710, significa que en ellos podría estar la decisión para acabar con las argucias electoreras del partido oficial; aunque aceptando que no todos odian al PRI, los otros sufragios y lo que hagan las alianzas opositoras, puede dar el resultado que los mexicanos esperan: “sacar al PRI de Los Pinos”, como en el 2000 lo hizo el panista Vicente Fox.
Ya no le será tan fácil a Peña Nieto, PRI, INE, TEPJF y coludidos, robarse la elección de 2018, porque las Redes Sociales, aunque irrite a algunos, jugarán un papel definitivo en el resultado de los comicios.
Los políticos y burócratas de alto nivel quisieran la inexistencia esta herramienta electrónica, porque ha desenmascarado, exhibido, señalado, responsabilizado a miles de funcionarios públicos corruptos (Casa Blanca, Malinalco, Odebrecht, Romero Deschamps, Duartes, Moreiras, etc.), que los irrita. Tal es el caso de Enrique Peña Nieto quien hace unos días, de manera molesta, acusatoria, enojada dijo: “lo que permitirá realmente que México siga creciendo, siga siendo atractivo a la inversión, como lo dicen hoy, los distintos analistas externos al país que se olvidan de lo que se dice, o de los señalamientos, o de lo que se dice en las redes sociales, que a veces son muy irritantes y a veces les gusta hacer señalamientos muy duros y muy lapidarios y que poco recogen de los logros y de los avances que hemos tenido como nación, pero en el exterior sí lo reconocen”.
Esta es una magnífica alternativa noticiosa, pues algunos medios privados de comunicación, se han entregado al Sistema, al PRI y al mejor postor, que ha permitido a los mexicanos estar imparcialmente informados de las ineficiencias de los gobiernos, de los legisladores y de los burócratas divinos, por lo que su impacto, sobre todo en los jóvenes, es –como dijo aquél- dilapidario, removedor de conciencias, orientador en la toma de decisiones y difusor de la realidad del país.
No. Ya no, señores candidatos (a todos los cargos de elección popular), sus mentiras y promesas falsas, no impactan en la mente y conciencia del electorado, han fallado tanto y en todo que el elector no los tolera, no cree ya en ustedes. Gracias a la Internet y sus herramientas, se consulta para conocer su incapacidad, ineptitud, indolencia, corrupciones y simulaciones. Sólo con navegar y pichar el tema deseado aparece la Hoja de Vida del buscado y su miserable paso por la administración o legislación, con logros reales.
Por eso, los mítines, concentraciones, masivos, discursos, alharacas, palabras y más palabras son cosas del pasado, hoy la verdad y la realidad están en las herramientas electrónicas.
Justamente por esto, el “elefante blanco” INE, montado por el inepto Lorenzo Córdova Vianello y el Congreso de la Unión, deben actualizar, modernizar la Ley Electoral para que sea a través de la Internet como se desarrollen las campañas políticas. Se elimine, de una vez y para siempre, las prerrogativas a los partidos. Se reduzca el número de zánganos Consejeros Electorales y el enorme monstruo burocrático que hiberna en el Instituto.
Ante este panorama modernizador, hoy más que nunca urge modificar y dar un nuevo rostro a esta actividad política, dicho sea de paso, un mal necesario, mientras se mantenga el sistema partidista mexicano, porque los derroches de dinero, de atentado a la inteligencia personal –por tantas mentiras discursivas, promesas, engaños- los nulos, corruptos e insultantes resultados de la casta (caterva, diría yo) divina que (des) gobierna y legisla en nuestro país, no merece seguir igual. Tenemos que actualizar la manera de hacer política.
Y finalmente, llamado a Anaya, Meade, López Obrador y los partidos que los regentean: dejen de decir tantas estupideces, mentiras, engaños. Sus acciones y actuaciones NO abonan a la democracia, es sólo una lucha entre iguales: mentirosos, tramposos, corruptos, inmorales y paleros de un Sistema que se reparte todo entre iguales.
Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)