martes, noviembre 26, 2024 - 12:44 am

Delincuencia racial

  CARTAS DESDE CHICAGO

DELINCUENCIA RACIAL

/Rogelio Faz/

Si usted ha oído de la brutalidad policiaca en Estados Unidos, en particular contra la comunidad afroamericana. También habrá escuchado los argumentos en su defensa. Una de las más notorias fueron las de Barack Obama cuando era Presidente. No dio en el ‘blanco’.

Las protestas se agudizan cada que se da a conocer un veredicto de no culpabilidad a policías involucrados, en su mayoría blancos. La muerte del afroamericano Michael Brown en Ferguson, Missouri, en el 2014 fue todo un caso. Obama en ese entonces como primer mandatario, en lugar de ayudar, la empeoro.  

La decisión del gran jurado desato una ola de manifestaciones violentas de afroamericanos que gritaba por las calles “No Justica, No Paz”. Más recientemente surgió el “Black Live Matter” (la vida de los negros importa).

Obama, en sus discursos después de apapachar a las fuerzas del orden y de sumarse al dolor de las víctimas, reprocho el trato que se la da a la comunidad afroamericana, y puso de ejemplo su experiencia personal cuando era joven y caminaba por las calles de Chicago. Notaba que la gente blanca en sus automóviles al verlo aproximarse ponía el seguro de la puerta.  

Estigmatización racial que lo marco y algo que debería cambiar. Sostenía que la aplicación de la ley debería ser por igual sin importar si se es “white, black or brown”, rico o pobre, bla, bla, bla. Pero concluía diciendo que la comunidad negra seguía siendo la más afectada por razones raciales.   

Por supuesto hay que señalar y condenar la brutalidad policía cuando se exceden en sus funciones. En eso no hay discusión. No obstante, el color o la raza es un elemento para describir al infractor, y no necesariamente el blanco de las acusaciones. Donde los latinos somos parte de las estadísticas.

De acuerdo a reportes oficiales, casi el 80 por ciento de los crímenes cometidos en Chicago, son por los de raza negra, seguido de los latinos.

Se podrá decir que la conducta de algunos policías por mucho no ha sido la correcta, pero debido a la presión comunitaria y del Presidente; los departamentos de policías como en Chicago, los agentes ya portan una cámara de video en su chaleco que debe ser activado cada vez que se encuentren en una situación apremiante.    

Y para satisfacer a las exigencias de líderes comunitarios y a la presión política, se aumentó el número de policías. Sin embargo, en la actualidad y de acuerdo a los últimos reportes, la delincuencia no parece disminuir, es más, ha llegado a un grado alarmante el robo de vehículos a mano armada ¿adivine en qué orden racial? Las cámaras lo muestran. Lo que Obama no supo aceptar alimentando un resentimiento.

Obviamente no se trata de martirizar a la raza que sea, pero habría que tener en mente el aspecto personal y el perfil racial para decidir si se toman medidas precautorias. Cualquier argumento de justificación se cae ante las cámaras de los policías o de la comunidad que fácilmente pueden comprobar el perfil del delincuente.

Esto en parte ha dado lugar a que los agentes por apegarse a los procedimientos y evitar ser acusado, bajen la guardia. Y esto lo saben los delincuentes, al punto que se han descarado aún más.

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