TAL CUAL
EL PRESIDENTE DE MIERDA
Luis Carlos Rodríguez González
Ya es el Presidente de Mierda. Sólo eso le faltaba al magnate empresarial, acosador de mujeres, antiinmigrante, antimexicano, mentiroso, chantajista y que gobierna por medio del Twitter a Estados Unidos.
Donald Trump como acostumbra se fue de la lengua y soltó el veneno ahora contra ciudadanos y migrantes de naciones como Haití, El Salvador y otras naciones africanas.
«¿Por qué dejamos que todas estas personas de países de mierda vengan aquí?», dijo Trump en días pasados en reunión con legisladores en la Casa Blanca, ello luego de que congresistas les plantearon restaurar el estatus de protección para los inmigrantes haitianos y salvadoreños en el marco de un acuerdo bipartidista sobre inmigración, así como se analizó el Programa de Acción Diferida (DACA) para jóvenes inmigrantes que estudian o trabajan en Estados Unidos
Como acostumbra Trump, horas después reculó de sus dichos. «El lenguaje utilizado por mí en la reunión de DACA fue duro, pero ese no fue el lenguaje empleado. Lo que fue realmente duro fue la extravagante propuesta hecha, un gran paso atrás para DACA», escribió en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, poco tiempo después de la reacción de Trump en Twitter, el senador republicano por Illinois, Richard Durbin, que estuvo en el encuentro, aseguró que el presidente sí utilizó el término «países de mierda» y que lo repitió en varias ocasiones.
Nada nuevo en la narrativa de la vida de un político que paga el silencio de una servidora sexual para que no haga público sus encuentros privados o quien en plena campaña presidencial fue denunciado por acoso sexual por varias mujeres, al menos 16. No pasa nada en el país de las barras y las estrellas, que se dice defensor de la democracia y los derechos humanos en el mundo.
“Con Trump, todo se metió debajo de la alfombra”, comentó Temple Taggart a The New York Times, quien afirmó que Trump la besó en la boca cuando competía en el concurso Miss USA, propiedad de Trump, en 1997.
Sólo es un caso. Hay más de una decena de mujeres que han denunciado tocamientos indeseados y abuso sexual. Donald Trump, como siempre, se defendió con su equipo de abogados y dijo que “eran noticias totalmente falsas”.
En Estados Unidos hay una doble moral. Para un productor de cine, Harvey Weinstein, hay una campaña mediática en su contra bajo el movimiento “Me Too”. Para Trump, hay una velada complacencia de los tribunales, de los medios, que con honrosas excepciones, decidieron dejar el tema bajo la alfombra, junto a la mierda de su Presidente.