En 2018, Peña y PRI lucharán contra la sociedad
*Sus rivales no serán los partidos, sino los mexicanos agraviados
Por Luis Repper Jaramillo*
El principal compromiso de Enrique Peña Nieto, en el lejano 2012, siendo candidato del PRI a la presidencia de México, fue recuperar la paz y libertad de los mexicanos. Su planteamiento fue criticar la “guerra fallida” del gobierno del panista Felipe Calderón de combatir el narcotráfico. En su promesa ante Notario Público “Te lo firmo y te lo cumplo”, decía en sus spots mediáticos (hasta el cansancio) y propuso replantear la estrategia y centrarla en reducir la violencia y proteger al ciudadano.
Ofreció crear una política nacional de prevención del delito; reestructurar y profesionalizar a las policías del país, duplicar el número de efectivos e implementar la carrera de Formación Policial; modernizar y mejorar el sistema de justicia; consolidar un sistema penitenciario que reforme y no forme delincuentes –jajajaja-; y focalizar los esfuerzos en las zonas con mayor violencia.
A lo largo de su periplo electoral, bla, bla, bla, bla, bla (priista al fin), anunció la creación de la Gendarmería Nacional, un concepto con efectivos militares bajo mando civil (Secretaría de Gobernación), que llevaría a cabo en un marco legal que garantizaría el pleno respeto a los derechos humanos de los ciudadanos, incluso de los delincuentes (Tlatlaya, Nochixtlán, 43 de Ayotzinapa, San Salvador Atenco, etc.) incluido el derecho a su seguridad.
Su gobierno, presumía durante su campaña, tendría como prioridad el combate al lavado de dinero, ajá; (Odebrecht, Casa Blanca, de Las Lomas, Malinalco –Videgaray-, OHL, Higa, 2º Piso Bicentenario (Periférico Norte), tráfico de armas con acciones de “inteligencia” contra las redes criminales, operadas por una Comisión Nacional Anticorrupción (a 6 años de su promesa el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado tiene congelada la Iniciativa para nombrar al Fiscal Anticorrupción); modernizaría las aduanas y fortalecería la cooperación internacional –tiene pleito con Donald Trump, por donde entran armas y sale droga de Cárteles mexicanos-, ni una ni otra cosa ha logrado.
Con el respaldo de su partido, el PRI, se llenaba la boca de promesas, ofertas, deseos… y mentiras. Es más, en esos paseos electorales por todo el país, el Pinocho Peña, anunció la creación del Sistema de Seguridad Social Universal que protegería a todos los mexicanos en situaciones de vulnerabilidad.
Si no las escuchó en su momento, se lo recuerdo, así sucintamente.
Bueno… ¿qué ha pasado desde entonces?, nada, absolutamente nada. Las promesas y ofertas electoreras quedaron en eso ¡promesas, compromisos, ofertas y deshonra a la palabra empeñada!
No abundaré en los otros temas de campaña, porque el resultado es el mismo: nada, nada, nada.
Me centraré en el tema de la inseguridad, en los muertos directos y los colaterales de la prolongación de la “guerra fallida” contra el narcotráfico que iniciara Felipe Calderón, que arrojo más de 125 mil víctimas fatales (en seis años), hogares destrozados, familias rotas e inocentes masacrados por balas del narco, del ejército, de la marina, de la policía federal, y que el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, no sabe, no quiere o no puede solucionar.
Durante la multicitada campaña peñista, su equipo de medios hizo un aberrante despliegue de acusaciones y críticas contra Calderón Hinojosa (aún en el poder) por los miles de muertos y haber sacado de los cuarteles a militares, marinos, federales para “masacrar” al enemigo y si caían inocentes… ni modo.
Así se oyó en la radio, se vio en la televisión, se leyó en los periódicos y se maximizó en las redes sociales.
Fue atroz ese despliegue de publicidad negativa contra el PAN.
Seis años después (2017) esos mismos medios afines al Sistema peñista (Televisa, TV Azteca, Milenio TV, Diario, Internet; Excélsior TV, Diario, Portal, La Razón, El Universal, El Sol de México, Radio y Tele Fórmula, La Crónica de Hoy, Grupo Imagen, etc. callan las cifras. Mantienen silencio cómplice, ninguno menciona –ni por equivocación- el número de asesinatos por “la guerra fallida” de Peña Nieto contra el narcotráfico… igualito, como lo hizo Felipe Calderón.
Sin embargo, con cifras del Inegi la realidad es terrible. Enrique Peña Nieto en sólo 5 años superó la cifra negra de su antecesor (en un sexenio). Ahí le van los números del mexiquense:
De diciembre de 2012 a julio de 2017, el angelito lleva en su contabilidad personal 104 mil 602 ejecutados.
Le desgloso los guarismos: en lo que va de este año se le han acumulado 16 mil 152 muertos (récord mundial) En promedio enero – noviembre cada mes suman 2 mil 461 asesinatos: 78 cada día o tres por hora.
Según el propio Inegi, de mantener esta tendencia alcista, Peña Nieto acumularía al 31 de diciembre 27 mil 690 víctimas.
Y todavía falta un año de gobierno fallido, por lo que al término del peor sexenio que haya padecido nuestro país, bien podría acumular la indecorosa e insultante cifra de 155 mil asesinatos, en una batalla que no tiene fin, porque en ella impera la corrupción, la impunidad, los intereses y los cotos de poder.
Para poner en su justa dimensión, los resultados Calderón vs Peña, en su lucha contra los malos (narcotraficantes), un artículo publicado en el New York Times, el 7 de septiembre de 2016, firmado por José Luis Pardo Veiras, destaca que en el sexenio del panista fueron asesinados 150 mil personas entre sicarios, narcos, daños colaterales, militares, marinos, policías federales, estatales y municipales. A estos se agrega, dice Pardo Veiras, 28 mil desaparecidos, que hasta la fecha nada se sabe.
En tanto el Inegi acepta, que en sólo 5 años Peña acumula 104 mil 602 víctimas, más las que se acumulen en los próximos 13 meses (fin del sexenio) que podrían llevarlo a más de 155 mil. No especulo, pero con las masacres diarias en el Estado de México, Guerrero, Michoacán, Ciudad de México, Tamaulipas, Baja California, Sinaloa, Puebla, Morelos, Tabasco, Jalisco, Veracruz, Guanajuato, Nayarit, etc. no son buenas noticias para el PRI, para Peña, su Gabinete y gobernadores de las entidades citadas que sueñan con repetir en 2018 ganando su elección.
Hasta el momento sólo se ha hablado (Inegi, Alto al Secuestro, México SOS, CNDH, CDHCDMX, etc.) de los asesinatos so pretexto de la lucha contra el narcotráfico, pero en el actual sexenio priista, poco o nada se menciona el número de desaparecidos, los más mencionados, por su juventud y modo de ausencia, son los 43 normalistas de Ayotzinapa, de los cuales al sexenio de Enrique Peña Nieto, literalmente, se le hizo “nudo el engrudo” y no atina a resolver.
Tres Procuradores Generales de la República han tenido en sus manos el caso y el trío dio muestras de incapacidad, omisión, indiferencia o colusión con el Sistema para impedir se conozca la realidad. Ni Murillo Karam (la Verdad Histórica), Arely Gómez (gris, inútil, indiferente) y Raúl Cervantes, intolerante, sin idea, más ocupado en que su amigo (cuota, coto y cuate) lo impulsara como Fiscal General de la República, pero ante su incapacidad y nula probidad, fue eliminado por el Senado. A 3 años dos meses de su desaparición, nada se sabe de los estudiantes.
Es un caso que el actual sexenio, ni en defensa propia, resolverá. Hasta el momento las cifras negras del peñato, a través del Inegi, no han sumado como “víctimas colaterales” a los 43 jóvenes de la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, pero lo cierto es que son “desaparecidos” y con el tiempo y las circunstancias tendrán que sumar a los más de 155 mil asesinatos de la “guerra fallida” contra los “malos”.
Aun así y con estas cifras el PRI todavía tiene el descaro de buscar no salir de Los Pinos, pero ha encontrado al opositor más feroz que evitará repita en el poder en 2018.
No. No son ni el PAN, PRD, Morena o Coaliciones, el enemigo a vencer será la sociedad, agraviada, engañada, timada por la mentirosa promesas y palabras de Enrique Peña Nieto, sobre todo por la pérdida calidad de vida a la que nos llevó.
En las urnas, el domingo 1 de julio de 2018, los mexicanos cobrarán factura del insoportable sexenio peñista y del PRI que le compró la elección en 2012.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)