CARTAS DESDE CHICAGO/
“Revolution Giving Day”
/Rogelio Faz/
Resumir la Revolución mexicana en unas líneas sería imposible. Sin embargo tratar de entenderla debería de ser un ejercicio obligado para los paisanos en el extranjero. Asimilar sus motivos y errores para ubicarnos en tiempo y espacio. Si no conocemos nuestro pasado no sabremos interpretar nuestra existencia ni siquiera como inmigrantes, pues es por donde inicia nuestro éxodo. Y no solo limitarlo a los míticos caudillos rebeldes Emiliano Zapata y Pancho Villa.
Hay que tomar en cuenta que también muchos protagonistas de la Revolución llegaron a Estados Unidos como exiliados, por voluntad propia o forzados. Y acabaron al igual que todos nosotros, celebrando el Thanksgiving Day.
El levantamiento armado convocado por Francisco I. Madero en 1910, o sea hace 107 años contra la injusticia social, económica y política de Porfirio Díaz, aun no parece concluir. Unos dicen que la Revolución termina en 1917 cuando se promulga la Constitución con Venustiano Carranza. La realidad es que se está lejos de eso. Nuestra presencia en el extranjero es la mejor muestra que la Revolución no cumplió con las expectativas.
Solo bastarían 3 años después de ese 1917 para demostrar que no había concluido al ser asesinado Carranza. Hay los que sostienen que fue con Adolfo de la Huerta en 1920, cuando ocupo la presidencia de manera interina.
De la Huerta había entregado el puesto a Álvaro Obregón en paz, aun así acabo autoexiliado en Estados Unidos por presión de Obregón. Era evidente que los ideales revolucionarios no satisfacían el concepto de revolución de los caudillos.
Obregón había apoyado inicialmente a Madero en su lucha contra el dictador Porfirio Díaz, posteriormente lo hizo con Carranza tras la traición de Victoriano Huerta, vicepresidente con Madero que ocupa la ‘silla presidencial’. Su exilio acabo en EU.
Obregón estuvo con Carranza cuando se promulgo la Constitución de 1917 en Querétaro. Sin embargo, acabaría siendo su enemigo. Una vez en el poder Obregón y tras finalizar su término como presidente, impone a Plutarco Elías Calles.
Calles inicia cambios en México que daban apariencia que por fin se cumplían los objetivos. No obstante acosa a la Iglesia católica y surge el conflicto de los Cristeros. En adición, Calles coquetea con el comunismo, y bajo ese concepto apoya a Álvaro Obregón para su reelección, quien antes de asumir su segundo término es asesinado por un cristero.
Calles sigue influenciando sin ocupar la presidencia e impone a un interino: Emilio Portes Gil atreves del Congreso de la Unión, quien convoca a elecciones. Es entonces cuando Calles junto a militares afines y caudillos rezagados, “oficializan la revolución”. Creando el Partido Nacional Revolucionario, PNR, en 1929, el futuro Partido Revolucionario Institucional, PRI.
El primer presidente de la República del PNR, fue Pascual Ortiz Rubio, quien no concluyo su mandato por presión de Calles y acaba exiliado, también en EU. Calles contradecía el final del caudillismo, se autoproclamo el “Jefe Máximo de la Revolución”. Y es durante su Maximato que surge el fraude electoral como lo conocemos hoy día, contra un candidato ciudadano, José Vasconcelos Calderón del Partido Nacional Antiireeleccionista, ex rector de la Universidad Nacional.
Ortiz Rubio al inicio de su intinerato por poco corre la misma suerte que Obregón. Y Calles vuelve hacer sentir su Maximato e impone a otro interino, Abelardo L. Rodríguez. Calles sigue a cargo de la política e impulsa la educación socialista. Para las próximas elecciones propone al General Lázaro Cárdenas del Rio. Pero contrario a los demás, Cárdenas en 1936 ya como presidente exilia al mismo Plutarco Elías Calles ¿A dónde? EU. Donde pasa años celebrando el Día de Acción de Gracias.
Los subsecuentes presidentes como los anteriores tuvieron formación militar. Y el General Cárdenas no fue la excepción. No obstante con él se fortalecen las instituciones, congregando a organizaciones como obreras, campesinas, populares y militares en favor del partido, y el “dedazo” como sello de identidad. Pero ahora bajo otro nombre, el Partido de la Revolución Mexicana, PRM. El antecesor del PRI.
Cárdenas con intención de que alguien siguiera sus políticas socialistas se inclina a favor de Manuel Ávila Camacho, pero este se fue hacia la derecha dejando ver que la Revolución todavía no estaba definida.
Una vez quedada atrás la generación de lobos revolucionarios, le siguió la de “los cachorros de la Revolución” con Miguel Alemán Valdés, que junto a Ávila Camacho fundan el Partido Revolucionario Institucional, PRI, y se institucionaliza la corrupción y los privilegios. Le sucede Adolfo Ruiz Cortines y surge el tráfico de drogas. Adolfo Lopez Mateos el carismático orador a las anteriores calamidades las vuelve herramientas de poder económico e influencia política.
Pero la revolución sigue viva en el PRI, en la Revolución Democrática, en Acción Nacional, del Trabajo, Convergencia, Verde, Ciudadano, Alianza, Renovación, Encuentro, desencuentros y coaliciones, y los que se sumen. Por nombres y letras no paramos. La revolución da para más, caudillos sobran, lo que falta es hacer valer los principios auténticamente democráticos y de justicia social. Pues continúan los privilegios del porfiriato.
Lo curioso de todo esto es que la mayoría de los que se dijeron afectados por la Revolución y por la intervención estadounidense, acabaron celebrando en EU un Thanksgiving Day como un buen fin. Al igual que todos los paisanos en el extranjero y por los mismos motivos. Estamos como al principio: planes rebeldes, caudillos, pillaje…