CARTAS DESDE CHICAGO
Back to the future (Ferriz de Con)
/Rogelio Faz/
Este fin de semana estuvo por Chicago el aspirante a la presidencia de México, Pedro Ferriz de Con. Y tuvo una reunión con algunos miembros de la comunidad mexicana en Casa Michoacán en el barrio de Pilsen. Su intervención la inicio con una paradoja futurista en retrospectiva (¿?); “Un viaje por el tiempo… vengo del futuro”.
Algo así como “back to the future” a la mexicana. Y a manera de ciencia ficción transporto a su audiencia a muchos años después de las elecciones del 2018, y al mirar hacia el pasado se percibía la corrupción y mediocridad por no saber dar un buen destino a la nave México.
Y en ese lugar de tiempo-espacio los mexicanos nos preguntábamos ¿Por qué estamos como estamos, cuando tuvimos la oportunidad de elegir a otra tripulación; candidatos(as) independientes?
Y culpaba a la clase política que ha venido conduciendo la nave borrachos de poder, que por cierto, según él, nunca ha despejado porque “el mexicano no funciona”. Sus Constituciones como manuales de operación de la nave nunca aplicaron porque estuvieron a destiempo, la de 1857 y la de 1917. Ahora él como nuevo capitán de mando en ese mundo imaginario, regresa del futuro para evitar los episodios indeseables.
Ferriz de Con de manera casi poética con habilidad de clarividente combino fantasía con realidad, tanto que mantuvo la atención de su audiencia –poca-. Durante su travesía por el túnel del tiempo pudo observar todos los errores cometidos durante el futuro por venir. Al culminar su introducción los presentes como mea culpa, le aplaudieron como si se tratara de una obra de teatro surrealista.
Pero se estaba en Casa Michoacán esperando escuchar a alguien que entusiasmara con nuevas ideas en el presente.
Independientemente que Pedro tenga capacidad para ser presidente, el haber sido un vínculo directo de la información de la que ahora reniega y esa clase política a la que se refería, es valiosa su aportación. Se percibió a un mexicano que despertó del embrujo del poder político, que ahora lo hace viajar en el estribo.
Era una presentación fuera de lo común para alguien que aspira a la Presidencia, sin embargo, este cuento es para recapacitar. ‘Haiga sido como haiga sido’, estuvo bien planteada, haciendo ver que se estaba a tiempo para reprogramar el destino de la nave extraviada. Que si no era él bien podría ser una candidata (¿Margarita Zavala?), pero ningún populista (¿Andrés Manuel López Obrador?).
La visión del futuro con regreso al pasado tuvo su crédito si no hubiera sido que una vez aterrizada la nave nuevamente en Pilsen, los pasajeros se rebelaron. Se encontró con los bebes del pasado a quienes el tiempo ya les había hecho estragos, ahora convertidos en todos unos vástagos barbudos. Que querían saber que iba a hacer como presidente del presente en el Aztlán perdido.
Algunos de los presentes se quedaron en el pasado y hasta le echaron en cara que los problemas se debía a la religión Católica, a políticos al servicio del imperio, y al “robo” de la mitad del territorio. También lo hicieron titubear sobre la identidad del mexicano en el extranjero. Convirtiendo la presentación en una tertulia idealista.
Cualquier persona con experiencia interesada en cambiar a México para mejor debería ser escuchada. Y la experiencia de Pedro el candidato, astronauta o clarividente, no hay que subestimarla. Hay que tomar en cuenta que él fue parte de la tripulación de la “mafia del poder”, y por lo mismo conoció los tejes y manejes de la política mexicana.
Eso por supuesto no lo haría a él un buen presidente, pero si buen comunicador como también se lo hicieron saber. No obstante, dejo entender que una vez puestos los pies en la tierra debemos de dejar de buscar “un lugar entre las garzas” o un “lago en la luna”. Que no debemos vivir en el pasado si queremos llegar a buen puerto en el futuro. Y sentenció: te volveré a ver como presidente.