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En Tancítaro no hay más secuestros, extorsiones y muertes por el crimen organizado

En Tancítaro no hay más secuestros, extorsiones y muertes por el crimen organizado

Tancítaro, Mich.- Aquí en Pareo, que es una de las comunidades de Tancítaro,  donde hace casi cuatro años la población civil armada denominada autodefensas es la responsable de la seguridad del territorio, de los bienes y de las familias, desde puestos de vigilancia denominadas barricadas, conversé con el párroco Felipe Vega Salcido, quien asegura que las éstas siguen siendo un mal necesario, porque el gobierno no puede dar seguridad.

Además destacó al Diario Infórmate, que autoridad civil y autoridad eclesiástica deben trabajar hombro a hombro, pues lo que le preocupa a la sociedad debe preocuparle a la Iglesia; que por la adicción, en las comunidades siguen sufriendo el flagelo de las drogas, y habló sobre el programa de Reconstrucción del Tejido Social que realizan los Jesuitas en la zona.

El padre Felipe inicia sus actividades todos los días a las 6 de la mañana, con la celebración de la misa en la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza y del Cristo del Encinito. Después, en la oficina parroquial, escribe el boletín Camino a la Esperanza, o sale a las comunidades de El Aguacate Poniente, Las Canoas, La Luna o Garachico, entre otras, que también están a su cargo.

La conversación comienza con el recuerdo de lo ocurrido el 16 de noviembre de 2013, fecha en la que la gente civil, armada, entró por Pareo e hizo huir a los Templarios, de cómo el Ejército le quitó las armas a la comunidad, y de la acción de las mujeres que con cazuelas, palos y machetes, impidieron el paso a los militares y los obligaron a devolverles las armas.

Actualmente, dice el padre Felipe, todas las comunidades del municipio de Tancítaro “toleran las armas”, cualquier persona que quiera tener armas, con un permiso básico puede traerlas, por lo que mucha gente en el pueblo está armada, nunca como ataque ni contraataque, sólo para defensa.

El padre Felipe explica que desde 2013 los ciudadanos crearon una estructura de organización para protegerse. En todo el municipio tienen barricadas en las entradas y salidas de los pueblos y los hombres de la comunidad cubren turnos para que durante las 24 horas haya vigilancia.

En Pareo hay nueve barrios y de acuerdo al tamaño del barrio, al número de habitantes, así son los dias que cuidan en la barricada. Básicamente, explica, le corresponde 12 horas por mes a cada jefe de familia, hay barrios que cuidan un día, dos, cinco días, dependiendo del tamaño. Quien no puede cuidar la barricada por algún motivo da una aportacion de 250 pesos, que es lo que se paga en un día a un peón, y si no se necesitara pagar porque hay gente suficiente para cuidar, ese dinero se utiliza para alimentar a los que están en la barricada y eventualmente comprar algunos tiros.

Entonces, hace cálculos: 250 pesos por 11 personas, por 12 horas por turno, son 2750 pesos por turno, 5500 pesos por día, 160 mil pesos por mes lo que se gasta cuidando la barricada. Las barricadas siguen siendo un mal necesario, la comunidad no tendría necesidad de gastar ese dinero si se nos ofreciera la seguridad necesaria. ¿El gobierno?, le pregunto. El gobierno tiene entre sus funciones dar seguridad a las familias para que puedan desempeñar la función en la sociedad, y como aquí la seguridad ya no la puede controlar el gobierno, entonces el pueblo se cuida a sí mismo. Estamos hablando que son 500 personas las que cuidan la barricada, una sexta parte del pueblo, que es de 3 mil habitantes en la actualidad, explica.

Ni secuestros, ni extorsión

El padre Felipe Vega afirma que Tancítaro es un lugar muy seguro. Desde el 16 de noviembre de 2013 en todo el municipio no ha habido un solo secuestro, una sola extorsión, ni una sola muerte generada por el crimen organizado. Si hay personas de la región a las que han asesinado en otros lugares, es porque algunos tenían cuentas pendientes con el crimen y otros por cierta casualidad.

Explica que cuando estaba el crimen organizado controlando, se asoció con gente de la region, personas concidas del pueblo que al entrar los autodefensas los condicionaron: o te vas del pueblo si quieres seguir en lo mismo, o dejas ese ambiente si quieres seguir en el pueblo, y eso fue en todo el municipio. Algunos se fueron, otros se quedaron, algunos de los que se quedaron se sabe que en el pasado secuestraron al vecino, sin embargo el vecino lo tiene que ver todos los dias y los que se fueron, a algunos ya los mataron.

El padre Felipe puntualiza que hay quien dice que las barricadas también sirven de protección para los que dentro del pueblo venden droga, porque aquí no tienen competencia ni los amenzan los contrarios. Seguimos sufriendo el flagelo de las drogas, precisa. Hay quienes dicen que las utilizan para aguantar el trabajo duro del campo, otros para aguantar tomando sin que se emborrachen y otros más como adictos.

Comenta que quien ya vive drogado no trabaja y necesita dinero, por lo que se mete a robar a las huertas de aguacate, y algunos dueños de huerta tienen que ir a dormir a su huerta para que no le roben los aguacates. Esta sigue siendo una situación que todavía debemos atender, subraya, aunque muchos saben quién es el que roba y a otros los han encontrado con las manos en la masa dentro de la huerta, pero no les hacen nada porque los ladrones andan armados y si el dueño trajera arma y pudiera matar al ladrón, prefiere no hacerlo porque entrarían en conflicto las familias de la comunidad.

A quien encuentran robando lo pueden denunciar a las autoridades, pero prefieren decirle llevate lo que cortaste y ya no vuelvas. En tiempo que se acerca el corte de aguacate dicen que hay más jefes de familia durmiendo en las huertas que en sus casas, indica el padre.

Tancítaro es una región muy rica por la producción del aguacate. Se estima que 300 mil toneladas del producto se exportan anualmente a Estados Unidos y Europa. Cuando el crímen organizado controlaba el municipio, cobraba a los dueños mil pesos por hectárea y cuando iniciaba la cosecha, la petición de dinero era mayor.

 Hombro con hombro

Felipe Vega Salcido es originario de Santiago Tangamandapio, estudió Teología Bíblica en Roma con los jesuitas, fue maestro de Seminario durante 17 años, formador en el Seminario durante 6 años, párroco en las periferias de la ciudad de Zamora, vicario espiscopal de pastoral 5 años, párroco en la Rivera de Chapala – frontera con Jalisco-, en Pajacuarán, Michoacan y desde el 26 de mayo de 2016, párroco en Pareo.

Él está convencido que autoridad civil y autoridad eclesiástica deben trabajar hombro a hombro, lo que le preocupa a la sociedad debe preocuparle a la Iglesia, aunque sabe que hay campos específicos donde como sacerdote no debe encabezar. Sin embargo apoyo, motivo, aviso. Nunca me he puesto en la barricada a cuidar, pero eso no significa que no apoye que se siga cuidando, precisa.

Aquí en Pareo, la organización de los nueve barrios se encuentra representada en el Consejo Parroquial de tal manera que cualquier actividad pastoral donde se requiera participacion, cada persona del consejo parroquial, ya sabe cual es el barrio que le corresponde para hacer cualquier tipo de cooperación, de alimentos para misiones, del aseo del templo, de gastos de luz y teléfono de la parroquia, incluso hasta para quien toca la campana hay cooperación.

El padre Felipe reconoce que la comunidad de Pareo es muy religiosa y el sacerdote sigue siendo una autoridad moral. Afirma que el 90 por ciento de personas que viven aquí participan en misa, que es un procentaje exageradísimo, cuando en muchos lugares es del 5, el 10, el 15 por ciento de las personas que participan en misa.

Subraya que en el proceso pastoral no se quedan con lo mínimo, sino que atienden el catecismo de los niños y a la par catequesis para los papás. Nos preocupa la drogadiccion en los jovenes y se siguen impulsando movimientos juveniles, preocupa la ecologia y ahí con la comunidad hemos salido a plantar pinos. Pareo es una comunidad que tiene 2 caracteristicas: gente muy trabajadora, emprendedora, todo mundo está trabajando y ha florecido muchísimo liderazgo, porque apenas hace unos cuantos años el gobierno empezo a apoyar. Fue la comunidad con su cooperacion y mano de obra que abrió las calles, metió drenaje, luz eléctrica, agua potable y es la que continúa cooperando y participando por el bien de la comunidad, señala.

Reconstrucción del tejido social

A partir de 2016, los jesuitas desarrollan en Tancítaro el Programa de Reconstrucción del Tejido Social. Sobre éste, el padre Felipe señala que el padre Jorge Atilano está en la región desde que comenzaron los autodefensas en Tancítaro y junto con el párroco de Tancítaro, Felipe Cuarao, comenzó a ver desde la Iglesia un proceso de reeconstrucción del tejido social, motivando comunidades levadura, poco a poco fue metiéndose con la sociedad hasta llegar al concenso que en una comunidad dividida es más facil que entren los maleantes.

Por eso, en época electoral logró conjuntar a los tres grandes partidos: PRI, PAN y PRD y presentar un solo candidato. La sociedad lo vio bien porque la cabeza iba a ser candidato único, pero no los regidores, cada partido tenía derecho a presentar sus candidatos a regidores y así lo hicieron; sin embargo, algunos regidores no dejaron la camiseta por el servicio del pueblo y siguieron trabajando para ellos mismos y no para el pueblo.

Pareo presentó un candidato único para jefe de tenencia. Se ha buscado la manera de motivarlo y apoyarlo, no tengo experiencia de cómo hayan sido los anteriores, sin embargo Irán Noé Torres, ha sabido estar en sitonía con el presidente municipal, con los comités de la comunidad y trabajar en lo emergente en la comunidad. Hay quien lo critica, yo creo que ha hecho mucho bien en el pueblo y de parte mía está el respaldo total a él como autoridad civil; hay sintonía entre nosotros dos, cualquier apoyo me otorga, cualquier apoyo lo respaldo y ahorita están preparando los siguientes candidatos, 2018, época electoral.

El padre Felipe asegura que la presencia de los jesuitas en el municipio de Tancítaro, que son tres parroquias, ha formado un Consejo de Seguridad donde personas muy valiosas de distintas comunidades, 70 comunidades que conforman el municipio, están participando hombro a hombro con el presidente municipal y con los jesuitas y está la propuesta en el escritorio de elegir una planilla de personas que sabemos se comprometen con la comunidad y presentarla, si no es bajo la sombra de un partido, que sea como candidatura independiente. Se han dado perfiles en distintas reuniones y se están buscando candidatos, así es como va el proceso. En Pareo se está motivando a la gente de autoridad moral para que encabece la planilla como jefe de tenencia, agrega.

Para concluir le pregunto si no ser jesuita en una región en la que los jesuitas están trabajando le trae algún inconveniente. A ello responde que es diocesano pero estudió con jesuitas, y aunque sea de pasadita, estuvo un ratito en la Tarahumara con los jesuitas.

Conozco las dos alas jesuitas, la intelectual y la que logra meterse en la comunidad y los que están trabajando en el municipio tienen las dos partes, gente comprometida desde el estudio y hombro a hombro con la comunidad. Estoy en plena sintonia con los jesuitas, los aprecio y respeto su trabajo y sé que lo que hacen no lleva ninguna segunda intención. Además, puntualiza, el padre Jorge Atilano tiene una gran humildad con todo y lo que ha hecho en las comunidades y el grupo de misioneros que le acompañan de manera permanente, igualmente, y esto hace que no haya conflicto de ningun tipo.

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