lunes, noviembre 25, 2024 - 8:41 pm
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El divorcio TLC NAFSTA

CARTAS DESDE CHICAGO

El divorcio TLC NAFSTA

/Rogelio Faz/

Así como hay divorcios por muto acuerdo, también hay aquellos que acaban del chongo. Lo que sí podría ser inevitable en ambos casos es que se compartan compromisos mutuos como: hijos, manutención conyugal o bienes mancomunados. Los divorcios se dan por diferentes motivos: incompatibilidad de caracteres, infidelidad, maltrato, y vaya usted a saber según los chismes. Pero esto no solo se da entre personas, también entre países, aunque no con las mismas responsabilidades jurídicas, como sucede entre México y Estados Unidos.

La supuesta separación de los estadounidenses del Tratado de Libre Comercio o NAFTA, con un tercer queriente, Canadá. El presidente Donald Trump, como cónyuge mandamás, agresivo y voluble, no puede separase así nomás, así sea unión libre, amasiato o triángulo amoroso.

Que en su afán de salirse con la suya le da por insultar a su “cónyuge” más débil, restregándole que tiene la casa sucia y descuidada, que sus escuincles andan corriendo por toda “su” casa sin control. No obstante, a la hora de comer le gusta que todos lo atiendan y le hagan las hamburguesas a mano.

¿Cuáles podrían ser los lazos ineludibles entre EU y México? Pues a consecuencia de la mutua convivencia por conveniencia, incluida la ‘separación de hecho’ (no reconocida por ordenamiento jurídico) se tiene el compromiso, así vivan en casas separadas. Nos une un destino manifiesto.

Si la parte inconforme no se sentiente obligado a llegar a un acuerdo, más tarde que temprano lo hará. por la simple razón de que es un matrimonio “para toda la vida”. “Lo que ‘God’ une el hombre no lo separa”, ni Charles Darwin.

Claro que este planteamiento es coloquial, pero en la práctica es algo muy similar. Sobre todo, cuando uno depende de otro. Algo así como unidos en la prosperidad y la desgracia hasta que la muerte nos separe.

Por supuesto que habrá los conflictos típicos de una separación (en caso de que se dé), así los cónyuges no convivan, o duermen en camas separadas, el resto de la familia seguirá su relación. Salvo aquellos que quieran agarrar partido. 

Claro que esta suposición no significa una solución real al TLC, pero igualmente tendrán que haber acuerdos, así se consuma el divorcio por mutuo consentimiento o haya sido «pre-nuptial agreement”.

En el caso del TLC, los acuerdos comerciales en productos manufacturados, agrícolas, ganaderos de exportación o importación, turismo, etc., están sujetas a las necesidades de las familias. La parte gruñona no lo va a poder evitar así se pare de la mesa. En todo caso, la contraparte en desventaja tendrá que estar bien asesorado legalmente para obtener el benéfico que le corresponde. Y no firmar ningún acuerdo por intimidación. Después de todo, se trata de ser justos y equitativos a conveniencia de los hijos, incluidos los entenados.

Lo peor de todo es que por amenazas se acepten migajas, es preferible vivir con limitaciones que perder la dignidad. Como quiera, tarde o temprano el demandante irá a tocar la puerta a pedir la tacita de azúcar para endulzar su café. Y entonces sí, a ver quién le amarga la vida a quien.     

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