Mosaico Ciudadano
De buenas intenciones, no vive el hombre.
Por: Amalia Martinez Austria
Las desigualdades sociales, no se solucionan únicamente con buenas intenciones. En el México actual existen muchos temas por resolver, la equidad y justicia social ejes primordiales de todo gobierno.
El panorama político no da muestras de poder hacerlo. El hartazgo es visible, en un ambiente de descalificaciones, palabras huecas, promesas incumplidas, la sociedad toda y con razón, ha dejado de “creer” a esto se suma que militantes desencantados se mantienen estáticos y sin deseos de participar en cambios que sean significativos y con ideas renovadoras.
Es cierto, las buenas intenciones, la crítica directa, la falta de compromiso, las palabras huecas, así como las acciones sin dirección no ayudan. Es claro que es necesario, “urgente” la participación de nuevos pensadores, de gente de construcción, en si, la de todo actor político e intelectual que de verdad quiera lograr cambios significativos y perecederos.
Resulta una pena, que aquellos que pueden hacerlo, sientan que su participación debe ser enfocada solo a determinados sectores, cuando un gobierno logra llegar al triunfo por el voto de la mayoría y al cabo deben gobernar para todos sin distingos. Es visible que muchos son personajes inaccesibles cuando llegan al poder, el palmeo, la sonrisa, las palabras de virtual apoyo son solo acciones que se convierten en pasado, aduciendo que los recursos no alcanzan para brindar “las ayudas” que comprometieron en tiempos electorales, tiempos de campaña.
Es una vergüenza el observar al campesino, a la ama de casa, al joven solicitando lo que en esencia es un derecho. Es tiempo de entenderlo, la sociedad ha cambiado, y su manera de visualizar las cosas es un hecho, ahora castiga en las urnas al discurso goloso y falso.
Las nuevas generaciones más informadas, tienen una visión distinta, y los nuevos tiempos serán para ellos. Hoy existe mucho talento joven que sabe, que se deben aplicar nuevas fórmulas. Solo hombres y mujeres con ideales pueden lograrlo, todo está, que los dinosaurios del poder no los absorban o los nulifiquen pues a muchos no les conviene que la bondad y las buenas intenciones para con una sociedad que requiere un desarrollo y equitativo, se lleve a efecto.
Cada uno de nosotros, desde su humilde espacio, debe contribuir a mejorar su entorno, en cada nivel de gobierno, federal, estatal o municipal, existen gente valiosa y valiente. Algunos de manera callada hacen su parte, nulificando lo absurdo y lo incorrecto. Todos debemos cuestionarnos la verdad que existe en cada una de las palabras de quienes ostentan el poder de cambiar las cosas y saber votar por aquellos que con hechos demuestren ser merecedores de la confianza y más aún, saber exigir cuando no exista concordancia, en sí, un buen gobierno. Aprender a sumar, a contribuir y en base al trabajo tener el poder de cambiar lo que está mal. Es un deber ciudadano pensar por los demás, y ser punto de coincidencia con gente de construcción para presionar con acciones positivas a quien no quiere contribuir en un entorno más justo y equitativo. Los tiempos han cambiado y hay que entenderlo.
