CARTAS DESDE CHICAGO
LA VERDAD DE LA MENTIRA
/Rogelio Faz/
Tras la tan anunciada audiencia pública de la semana pasada en la que testifico el ex jefe del FBI James Comey, ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, para iniciar una investigación sobre una posible interferencia del presiente Donald Trump a la justicia, el público ya emitió su veredicto. Basto ver y escuchar a los implicados para sacar una conclusión llana y simple de quién miente, más.
EU es el país de las estadísticas y sondeos de opinión por excelencia más o menos creíbles, y esta costumbre deja mal parado al presidente Trump y al país.
Quien quiera que esté al frente de la CIA o FBI es de suponerse no tiene nada de inocente, no obstante, ante Trump cualquier funcionario mañoso se queda chiquito.
Además de las repercusiones políticas que esto implica por ser un caso “gate”, que pudiera costarle un juicio político al presidente Trump, los sondeos de opinión después de la audiencia dejaron ver su desaprobación hacia el primer mandatario. Incluido un sector que voto por él.
Pero en un juico popular no hay veredicto oficial, este dependerá del comité si pasa a ser un caso judicial. Y este a su vez para darle sustento consistirá en pruebas, como grabaciones entre los implicados para conocer la verdad de la mentira. Pero a como están las cosas es más probable que aparezcan algunos muertitos en lugar de las dichosas pruebas o testigos.
Existe la posibilidad que un ‘impeachment’ no proceda, y todo quede en una distracción sobre otros asuntos que tienen prioridad que afectan al desarrollo del país, independientemente del daño a la credibilidad de la democracia estadounidense.
Si Trump sale librado de esta, digamos que no tenga que renunciar a su cargo, será un mal pronóstico para otros temas como el de inmigración. Sus contrincantes políticos identificados con esta causa que se le dejaron ir con todo, deberán estar preparados si el juicio no es el mismo que el popular.
Trump con toda su supuesta habilidad de ‘businessman’ y político improvisado con desorden de ideas, tiene memoria, y vengativa, ya lo demostró con Comey. Así que, es de suponerse una reacción.
De lo que estamos seguros es de su actitud decidida con respecto a inmigración, y su reacción sea similar a la de un león acorralado; su melena ya se empieza a ver más erizada de lo costumbrado, y más cuando un zorro anda suelto provocándolo. Lo que pudiera variar es la ferocidad del ataque.
Para nosotros el sostener aquello de “aquí estamos y no nos vamos” es una ‘ruleta rusa’ y eso lo dirán los que tienen papeles.
Si somos 11 o 12 millones de “mojados” – números eternos-, la frase trillada no sirva de nada ante un agente de inmigración. Ahora depende que el pueblo estadounidense no se equivoque en su juicio contra Trump para que de una manera legal y democrática surja la verdad de la mentira. Por el bien del país.
Y en todo caso, si el vicepresidente Mike Pence los sustituyera en el cargo nos enfrentaremos con otra realidad sin mentiras.
De lo que debemos estar convencidos es que ningún funcionario de seguridad o inteligencia incluido el departamento de inmigración de este país se hará el desentendido de su responsabilidad, y los mojados seguiremos expuestos, y esa es otra verdad sin mentiras.