Columna: Mosaico Ciudadano
NO ES TIEMPO DE DISCURSOS… HUECOS.
Por: Amalia Martinez Austria.
Hay una gran diferencia entre concretar y hablar. Los discursos son en esencia palabras estudiadas con pulcritud y que son parte de la imagen que muchos quieren expresar y que en determinado momento les funcionan para sus fines, que a veces nada tienen que ver con la correcta idea de asumir compromisos honestos.
El discurso autoritario que han ocupado muchos políticos, es digno de comprenderse. Pues su sonido goloso puede confundir y en esa medida ser un desacierto que al tiempo se ve revelado, ya no en las urnas, sino en la aplicación de los gobiernos que deberían tener solo, y exclusivamente el deseo de progreso para los gobernados.
Ningún país, Estado o Municipio merece un gobierno sustentado en promesas falsas, descalificaciones y falta de propuestas viables. Ninguno merece alianzas partidistas que llevan en si solo el deseo de llegar al poder. ¿Cómo pueden hacerlo cuando en esencia cada uno tiene sus propios preceptos y origen? Ninguno en esencia, puede permitirse más tiempo, que actores políticos se despachen con la cuchara grande en tanto la sociedad toda, vive en medio de carencias y falta de desarrollo.
Ha sido tal el descaro, que los acuerdos se arreglan a la vista de todos, la decencia para algunos se ha perdido. Llegan a un nivel de poder, que desde arriba, no se nota la pobreza, la falta de oportunidades y los desvíos de recursos para enriquecerse son muy visibles en algunos.
Preocupante resulta que los ideales transformadores, para muchos están en el olvido. Y desde abajo, desde las cúpulas más pequeñas, el sueño “del mesías” puede ser confuso. Hay discursos autoritarios, palabras que no están sustentadas en el deseo cierto de progreso, hay políticos que olvidan la generosa palabra y apoyos de campaña, y cierran sus puertas para ayudar, resolver, generar cambios significativos, para recobrarlos cuando los baños de pueblo les son necesarios.
Es cierto. Hay una gran diferencia entre hablar y concretar. Interesante seria, que el político de adeveras, tuviera la inteligencia para escuchar, crear espacios para ello a través de foros donde pueda aprender más sobre la gente y sus necesidades. Interesante que se rodeara de personas capaces, pero con el corazón bien puesto, que sepa de su entorno, de las fortalezas y debilidades y más que títulos, entendiera la grandeza de lo que puede lograr si quisieran. Que importante sería que más que alianzas por el poder, de cada partido, iniciativa privada o pública, llamaran a las personas que den muestra de capacidad, de proyectos y persistencia comprobada para lograrlos.
Hoy asusta el equívoco, asusta ver lo que sucede en muchos países que no han subsanado tan inverosímil error de enderezar lo que está mal. Asusta que al poder llegue el hombre o mujer incorrecta que nada tiene que ver con color de partidos. Asusta que los intelectuales, los empresarios, no tomen su lugar para fomentar un cambio. hoy solo hay una certeza, las descalificaciones, la desvergüenza, la mentira, el ganar por el deseo de poder, acciones que jamás son y serán el camino para mejorar las condiciones de vida de la gente más humilde, los jóvenes sin oportunidades, el desempleo , en esencia la de todos aquellos que aún confían en los discursos… Huecos.
