CARTAS DESDE CHICAGO
INMIGRANTES ENTRE PARABOLAS
/Rogelio Faz/
La suerte de los inmigrantes indocumentados y nuestros familiares documentados en EU, tenemos una constante: incertidumbre. Si pudiéramos utilizar una gráfica de líneas para ilustrar resultados, por un lado tendríamos que poner a los inmigrantes/años y por el otro el número de deportaciones. Y a esta grafica habría que agregarle una parábola que muestre el efecto de la participación pro inmigrante, que ha sido constante en retórica y de resistencia civil. Sin embargo, esta nos indica que estamos en desventaja.
Se podrá estar a favor del movimiento pro migrante por razones humanitarias, aunque la retórica lleve una dosis de ilegalidad. O sea, después de que violamos una ley de inmigración, el argumento es justificable por que fue ‘en buscar de una mejor vida’.
O también exigir justica social al tratar de empatar entre aportación (servicios y mano de obra) y necesidades (demanda de servicios y productos), en que los inmigrantes sobre todo latinoamericanos somos un sector que aporta bastante a la comodidad estadounidense. Algo así como: dando y dando y pajarito volando.
Sin embargo, estos argumentos en lugar de suavizar las medidas llamadas anti inmigrantes, se han vuelto más consistentes, por ende, menos humanitarias.
La gran interrogante es como revertir los indicadores, pues tal parece que entre más se muestran éxitos como las marchas del 2006. Cuando se detuvo el proyecto de ley Sensenbrenner (2005), con la cual se pretendía criminalizar la inmigración ilegal. Que a estas alturas ha pasado a ser un recuerdo nostálgico. Pero también sacudido al panal de abejas zánganos silvestres, como muestran las acciones con deportaciones que mantienen su ritmo. Y las que se vienen, pues el efecto sensenbrenner está en vigencia.
Y se agudizo cuando un sector del partido republicano alboroto nuevamente al panal, que vio a la inmigración oveja obrera crecer y un peligro a su identidad estadounidense, al grado de exhibir su muestra de poder con un improvisado en política, que se encumbro gracias al discurso populista que ahora lo está haciendo saborear las mieles amargas en la función pública, Donald Trump, que se ensarta con su propio aguijón.
Las políticas en contra de la inmigración ilegal o legal están resultando en tácticas para contrarrestar las acciones de los inmigrantes, con distracciones y desgastes al traernos poniendo parches. Creando una ilusión de logros pero sin resultados sustanciales.
De nuestro lado se ha vuelto costumbre mantener la fe con la esperanza que algún día ese indicador sea una parábola descendente en la gráfica, y no solo sea una parábola narrativa de un evento imaginario con moraleja.
Que es bueno para el espíritu de lucha, siempre y cuando se vea reflejado en la disminución de deportaciones, y no se dependa en estar espantando las avispas sensenbrenner con veladoras.
Una de las maneras más efectivas podría ser marchar rumbo a la ciudadanía en masa con aquellos que tienen la posibilidad.
