También en la CDMX se deshonró la palabra
*Mancerita ya es considerado el peor Jefe de Gobierno de la capital del país
Por Luis Repper Jaramillo*
Pese a haber llegado a la Jefatura de Gobierno en el entonces DF, (2012), con el mejor y mayor porcentaje de voto, no teniendo partido, pero apoyado por el PRD, con el 63% de preferencias, un hito en la historia de la capital del país, Miguel Ángel Mancera, perdió el rumbo desde el mismo momento de pisar la oficina del Antiguo Edificio del Ayuntamiento, porque siempre miró por SU futuro y no al de la ciudadanía… 4 años 8 meses después se confirma esta traición a los millones de votos obtenidos aquel julio de 2012.
Dilapidar, sin pudor, ese enorme capital político sólo habla de la ambición personal que desmorona la vocación de servicio y el compromiso moral que todo servidor público asume cuando protesta el cargo. Su objetivo nunca fue proteger la seguridad y elevar la calidad de vida de los más de 10 millones de habitantes de la Ciudad de México, sino acumular riqueza y “chaquetear” (cambiar de camiseta política a conveniencia) para alcanzar un fin perverso –no por el que ganó la elección: servir a quienes ofrecieron su voto… y a los que no también- llegar a la Presidencia de México… como sea.
Su gobierno ha sido sólo de ocurrencias, al más puro estilo priista, para “joder” cada mañana y todos los días a la población.
En 4 sujetos, malévola y estratégicamente ubicados, se basa el poder de Mancerita (así despectivo), él, los hermanos macana Luis y Julio César Serna Chávez, Héctor Serrano. Los primeros los convirtió en sus operadores financieros, para acumular dinero que llene “el cochinito” para su sueño de opio: la candidatura con cualquier partido o independiente, a la elección presidencial de 2018. Luis, es su materia gris, quien mueve los hilos en la administración mancerista, por su oficina pasa todo documento, acuerdo, peticiones, citas y reuniones del gabinete, externos, periodistas afines, empresarios, comerciantes, etc. siempre a cambio de una “cuota” económica, política.
Él mueve la agenda y si está de buen humor, acceder a la oficina de Mancerita es sencillo, pero si no hay “entre” las excusas merodean y se convierte en el muro que impide la reunión.
Su hermano Julio César, hoy encargado en jefe de la Oficina de Gabinete, es otro dique infranqueable para el staff capitalino, si no ve “favores recibidos” para operar programas, peticiones, proyectos en las áreas de la administración.
No es casual, sino causal, que Mancerita haya juntado bajo el mismo techo (oficinas centrales del GCDMX) a los hermanos macana, tal cual los tuvo, cuando fue Procurador de Justicia capitalino, en la gestión de Marcelo Ebrard; entre los consanguíneos crearon un infierno (para los empleados y colaboradores de la PGJDF) en donde las renuncias e inconformidades contra el “procu” eran sistemáticas.
Y digo que la llegada de Julio César al tercer puesto más importante del gobierno capitalino (jefatura, secretaría particular (Luis) y jefatura de gabinete –JC-) es causal pues los primeros cuatro años de sexenio estuvo en donde está la lana, en donde día a día, ingresan millones y millones de pesos –por todo concepto: corrupción, derecho de piso, tráfico de drogas, prostitución, trata de blancas, “entres”, coyotaje, venta de espacios y más, la Central de Abasto, el mercado de insumos más importante y grande de América Latina.
De verdad, por deshonestidad, es el mayor porcentaje de ingresos en este terreno de oro.
Por cuestión legal, de pagos y derechos de productores, proveedores, vendedores, intermediarios, locatarios, mayoristas, minoristas, visitantes, ambulantaje, concesionarios, carretilleros, estibadores, transportistas, cargadores, etc. los ingresos son reportados a Hacienda Federal y local, es lo transparente, lo visible, lo estadístico, pero detrás de ello y la realidad es que la CEDA, es la “caja chica” para los fines personales y políticos de Mancerita y su Clan.
Pero no sólo dinero necesita el “sin partido” para su meta en 2018, sino de un operador político que se sepa de todas, todas, que tenga el control de grupos, sectores, mafias, ejército de choque, ambulantaje (comerciantes informales), éste es Héctor Serrano Cortés, herencia de Marcelo Ebrard, que inició el sexenio mancerista como Secretario de Gobierno (control político de la Ciudad, de los partidos, de la ALDF, de todo lo electoral (IEDF, TEDF), juntas de vecinos, asociaciones civiles, y más, que le representen al Jefe de Gobierno, votos y cuotas pecuniarias.
Desde la Secretaría de Gobierno, Serrano operó las mafias de apoyo a Mancerita, en contra de la ciudadanía y los grupos inconformes con sus “halcones”, golpeadores, infiltrados, quienes le sacuden la inconformidad por lo mal que hace las cosas.
Ya controlada la “intolerancia”, MAM mueve a su Alfil, a otro punto en donde además de representar millonarios ingresos económico, recluta gente como botín político y acarreados para “demostrar brazo político”, presencia y escudo de seguridad ante el rechazo popular.
Astuta y maliciosamente, mueve a Serrano Cortés a la dependencia del gobierno capitalino más corrupta, la Secretaría de Movilidad (antes Setravi), en donde hasta por consultar un trámite se tiene que pagar el “entre”… y no se diga, para otorgar concesiones para servicio privado de transporte.
Es tal el galimatías para la gente decente, el ciudadano común, realizar un servicio en la Semovi, que con premeditación, alevosía y ventaja de esta burocracia, el usuario prefiere hacer el “entre” para obtener su licencia de conducir, tarjeta de circulación, alta o baja del automóvil, emplacar, cambiar de propietario, etc. que a Mancerita y Clan, le representan millonarios ingresos (ilícitos, desde luego) para su objetivo personal.
El control absoluto de esta vergonzosa actividad lo tiene Héctor Serrano, quien juega un doble papel, alfil de MAM, como operador político, e infiltrado como informante de Marcelo Ebrard.
Desde su oficina en la Colonia Roma, Serrano Cortés mueve a placer a los grupos, a sus brazos ejecutores en favor de sus jefes, a los comerciantes ambulantes, que según el INEGI en la capital del país existen más de 1 millón (ilegales), que le representan a sus líderes y al gobierno capitalino ingresos diarios por más de 3 millones de pesos, dinero que no ingresa a las arcas capitalinas, ni tampoco al SAT (federal). Se queda en los bolsillos del Clan mancerista y operadores.
Además, desde luego, de representar el alimento del “marranito”, a Serrano, Mancerita y los Serna, les conviene y utilizan ese ejército (más de un millón de personas) para sus movilizaciones, grupos de choque (se dio muestra recientemente cuando en la Plaza Meade, en el Centro Histórico, la zona en donde se comercializa mercancía robada, por esas mafias manceritas, el gobierno federal realizó un operativo a través de su policía y no pudieron contra estos grupos. Fue un mensaje de MAM a Peña Nieto, de no invadir u ordenar su minita de oro.
Al enterarse Serrano de la incursión federal, de inmediato movió a sus huestes de diferentes puntos de la ciudad para enfrentar a la autoridad. Hubo muertos, pero no le quitaron su territorio. Le representaría una pérdida millonaria y sobretodo debilidad.
A Serrano Cortés no le es desconocida esta actividad ilegal, ya que en sus juventudes y no hace muchos años, lideró a los comerciantes informales de la Ciudad de México; habilidad, capacidad y control que aprovecharon –para sus fines personales y políticos- Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.
En esta apretada escenografía, se muestra la verdadera vocación de quien administra esta importante y fundamental ciudad, porque es evidente que no la gobierna, pero sí la explota, para allegarse un día sí, y el otro también dinero, muchos millones de pesos a través de sus leyes que le aprueban sus testaferros en la ALDF, como Manuel Granados Covarrubias y Leonel Luna Estrada, como el Reglamento de Tránsito, convertido en instrumento para sangrar a la atribulada ciudadanía: verificación vehicular (2 veces al año) fotomultas (ya dictaminadas por la SCJN como inconstitucionales), “pago de piso”, parquímetros, inmovilizadores (arañas), tenencia o refrendo (cobro ilegal que creó desde 1968 el dinosáurico PRI).
Recientemente una publicación en Internet, el Portal www.elinfluyente.mx describió al verdadero Miguel Ángel Macera Espinosa y lo califica como “el peor jefe de gobierno” que ha tenido esta ciudad. Con su anuencia tomaré sólo unos párrafos del texto para ratificar lo aquí escrito, (cito textual): “el que Miguel Ángel Mancera esté aferrado a una agenda nacional e internacional para promoverse como una figura que puede aspirar a gobernar el país es una canallada, pues en la práctica renuncia a su responsabilidad con quienes lo eligieron.
En plena racha de inseguridad, inundaciones, problemas de movilidad y crisis, el jefe de Gobierno ha dado prioridad a sus viajes, que no benefician en nada a los capitalinos pero sí les cuestan.
Porque Mancera pidió el voto –y fue el más votado en la historia de la ciudad- para llegar a la Jefatura de Gobierno del DF en 2012. La ciudadanía depositó en él su confianza y como pago los abandona y está por entregar una de las peores administraciones de la historia”
Continúa… “sin el menor rubor se ha pasado viajando al extranjero –básicamente a los Estados Unidos- para buscar el apoyo de los mexicanos en el exterior. Con el pretexto de atender a los migrantes nacionales en tierras gringas va cada rato para allá.
¿Qué les puede ofrecer a los connacionales si a los capitalinos los tiene en el más completo desamparo?” (fin de la cita).
No sólo yo tengo esta visión, son más de 10 millones de capitalinos que rechazan la gestión mancerista. ¿Que no es momento de aplicar en México, no sólo por Mancerita, la revocación de mandato, cuando evidentemente el funcionario en cuestión ha faltado a su palabra, deshonrado la protesta al asumir el cargo y velar sólo por sus intereses personales, económicos y de grupo?
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)