jueves, septiembre 19, 2024 - 10:05 pm

Mojados por desidia

CARTAS DESDE CHICAGO
/Rogelio Faz/
No hay medio de comunicación en Estados Unidos en español donde no surja el tema de inmigración. Situación que ha sacado a relucir otros aspectos, en particular uno al que no se puede culpar a nadie más que a la desidia y apatía.
La mayoría de los medios aconseja, orientar o recomienda servicios legales. Y casi todas van acompañadas de una frase muy recurrente ¡tenemos derechos! Como si estos se dieran en maceta.
En inmigración propiamente no hay derechos de facto, lo que si hay son recursos de leyes de inmigración apegadas a lo establecido. Aun así están sujetas al criterio de un juez de inmigración.
Pero independientemente de eso, lo que es muy común en nuestra cultura –mexicana-, es dejar las cosas a último minuto, como ejemplo; llegar tarde a las citas donde las excusas sobran.
En lo que corresponde arreglar los papeles, hubo quienes esperaron años para someter la aplicación sin que nadie se los hubiera impedido. Otros ni el intento hicieron, lo dejaron a la suerte para ahora pagar las consecuencias.
En conversaciones con amistades o familiares alrededor de una parrillada para compartir la carne asada y las chelas, es común que surja la pregunta ¿ya arreglaste? Y es frecuente encontrarse con respuestas evasivas justificando el por qué no, a pesar de haber tenido el tiempo suficiente en EU.
Esto se complica cuando el jefe de familia enfrente la deportación por lo que tienen que salir en nuestra defensa diciendo: “mi papa (o esposo) es un buen hombre, se toma sus cervezas pero es trabajador”. Pero no aplico para la residencia o ciudadanía y el no haberlo hecho en su momento no hay a quien echarle la culpa.
Es cierto que los procesos migratorios se toman mucho tiempo y que tienen un costo que podrían desalentar a cualquier impaciente. Pero para comprobar nuestra desidia basta echar un vistazo cuando algunos que pudiendo aplicar para la ciudadanía siendo residentes no lo han hecho, a pesar que medios de comunicación y líderes comunitarios invierten su tiempo y hasta su dinero por ellos.
No obstante, lo dejamos al ‘hay se va’ o ‘si me echan me regreso’. Ahora que se tienen hijos o hasta nietos que necesitan integrarse a la sociedad, los adultos tenemos que responder, pero la falta de documentación sino es un impedimento, si es causa de intimidación por consecuencia marginación.      
Pero nos hemos empeñado en satanizar al departamento de inmigración. Cuando muchos no hemos sido capases ni de tener el valor civil de aceptar nuestra irresponsabilidad para darles estabilidad emocional a nuestras familias.
Si ni fuera por iniciativa de la mujer/esposa que probablemente fue ingresada a los EU de manera ilegal, muchos casos en inmigración no se hubieran resuelto a nuestro favor.
Sin exagerar, para que algunos de nosotros tengamos cara para exigir una permanencia legal, primero debemos de estar acorde en tiempo, propósitos y responsabilidades.  Así como reconocemos que los criminales no merecen recibir el beneficio de la estadía legal; También deberíamos de estar de acuerdo en que todo aquel o aquella que haya dado muestras de apatía para regularizar su estancia pudiendo hacerlo, sea interpretado como una falta de interés para integrarse a la sociedad en la que vive.
Eso no nos convierte en criminales pero tampoco nos hace buenos ciudadanos y jefes de familia responsables, ni aquí ni a donde nos manden. Simplemente eso se traduce en querer ser ‘mojados’ por desidia o apatía. Por lo tanto no hay que victimizarnos utilizando el apoyo de los medios y echarle toda la culpa a la migra.
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