CARTAS DESDE CHICAGO
AGENDA MIGRANTE
/ROGELIO FAZ/
En Chicago el pasado sábado se llevó a cabo un foro llamado Agenda Migrante entre algunas personalidades de la política mexicana y líderes de la comunidad inmigrante, para escuchar y plantear alternativas ante las políticas anti migrantes del Presidente Donald Trump.
El moderador empezó diciendo: venimos a escuchar sus opiniones. Palabras que se vienen repitiendo por décadas cada que vienen funcionarios. La mayoría queda en turismo político. Las circunstancias siempre los han rebasado ya sea por falta de voluntad política o tiempos legislativos.
En estas reuniones como es costumbre, parte del tiempo se consume en expresiones patrióticas y experiencias personales que es la parte jocosa que distraen del objetivo.
Al grano. El problema migratorio tiene sus vertientes. La primera: estar atentos y preparados ante una posible captura de la migra y evitar dar motivos. Los “fichados” tienen muy pocas posibilidades, salvo la intervención de un político o activista estadounidense reconocido que haga del caso una excepción.
La segunda: proveer asistencia legal lo cual requiere de recursos económicos, administrativos y de personal capacitado, aunque lleguen no serán suficientes si hubieran deportaciones masivas, difícil que suceda. Y la tercera: la integración de los repatriados a México, que requerirán vivienda, trabajo y educación escolar.
Pero mientras esto siga así, los sin papeles estaremos en riesgo de ser deportados o dependiendo de la capacidad de México para enfrentar a este problema.
La palabra derechos está en boca de todos, dando lugar a una interpretación errónea a las posibilidades de inmigrar. No hay derechos inmigrantes propiamente. Si hubiera, no se necesitaría una reforma inmigratoria.
Una de las voces más autorizadas de los inmigrantes fue la del salvadoreño Oscar Chacón, de Alianza Americas, quien intervino durante las opiniones abiertas, haciendo notar la incongruencia de las autoridades mexicanas que exigen a los EU lo que no cumplen ellos. Después actuó como ponente y luego como moderador. Con todo y su conocimiento en el tema no invito a un funcionario de El Salvador.
En la reunión hubo ponencias que merecen mucha atención, como la del Senador Juan Carlos Romero Hicks, Presidente de la Comisión de Educación del Senado mexicano. Quien sin tanto aspaviento, presento porcentajes y estadísticas, y planteo el reto que enfrentaría el sistema escolar mexicano la llegada de deportados en masa. Donde se necesitaran recursos y revalidación de estudios para los diferentes niveles educativos, desde la primaria a la universidad.
Y señalo que se requiere de un nuevo modelo pedagógico. Donde “los extranjeros”, “los riquillos” que hablan un español diferente son víctimas de “bullying”. Y para eso es necesaria una nueva integración comunitaria o se estará frente a otro problema.
A nivel local hubo algunos que hablaron del apoyo gubernamental mexicano, como Netza Roldán del Binacional Institute of Human Development, quien dijo “no vengan a decir cómo organizarnos […] cuando hay favoritismos en las ayudas”.
Otro planteamiento interesante fue la de Xóchitl Banda, profesora asociada de la Universidad de Illinois, que menciono la crisis financiera de los estudiantes universitarios indocumentados.
Otra intervención por tomar en serio, la del Director ejecutivo de la Cámara de Comercio de la Villita, Jaime Di Paulo, al acusar de amarillistas a la prensa por informar de redadas, lo que no está sucediendo, pero daña a la economía local asustando a la gente.
Una propuesta fue la presentada por Vicente Serrano del programa Sin Censura, quien dijo: siempre nos quedan debiendo (políticos mexicanos). Por lo que habría que profesionalizar el sistema de apoyo. Como crear la secretaría del inmigrante y tener una representación legislativa, o en la CONAGO. Pues se reúnen para tratar temas relacionados con los paisanos y no nos incluyen. Para depender de “un corre y ve dile”.
El ecuánime fue Carlos Sada Solana, Subsecretario para América del Norte de la SRE, ex cónsul y ex embajador, quien dio respuestas más concretas, queda por saber si habrá margen para el cumplimiento. Que falta nos hubiera hecho en estos andares el también ex cónsul y ex embajador Leonardo Ffrench, que se ponía la “camiseta” y le daba seguimiento a los compromisos.
Lo que sí es casi seguro, es que si nos pescan a la mayoría de los sin papeles no habrán recursos legales ni políticos que nos alcancen. La suerte está echada y ya no solo depende que nos ‘cache’ la migra, también depende que tan preparado este México. Pero como lo señaló el empresario Oscar Fragoso, necesitamos quien tenga la capacidad de coordinar la necesidad, el talento y la disponibilidad de los paisanos para poder crear el sueño mexicano. Ahora ¿México tendrá los recursos humanos y logísticos? ¿O solo venían a escuchar?
