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Reconocer más que celebrar

Columna: Mosaico Ciudadano

Por Amalia Martínez Austria

 Las mujeres mexicanas encarnamos el encuentro de dos civilizaciones. La indígena de extraordinaria cultura y la española.

Figura emblemática, su presencia en el movimiento de la independencia, en la construcción de la nación, en la revolución mexicana en 1910 y en cada momento de crisis en la historia hasta nuestros días, ha sido fundamental para lograr el país actual del cual hoy gozamos.

Muchos aspectos han cambiado desde la época de los años 50 en donde por ejemplo el promedio de fertilidad ha cambiado de un rango de siete hijos en promedio en esa tiempo a dos o tres en la actualidad.  Otro ejemplo es el reconocimiento oficial al derecho de las mujeres a elegir a sus gobernantes con el derecho al voto en 1955  y a ser electas. Pero este reconocimiento no fue un obsequio, ni una concesión, sino el resultado de movimientos universales y locales a favor de la equidad de género.

Equidad, que en la actualidad aún tiene sus grandes ausencias, hoy día, se ponen aun de manifiesto muchos aspectos en los cuales las mujeres deben muchos aspectos por lograr.

Para vivir en un mundo más equilibrado, la educación, la participación activa en todos los niveles de gobierno, el amplio reconocimiento de sus capacidades es decisiva para un futuro más prometedor y es clave para conseguir sociedades, economías y países más prósperos.

La sociedad en conjunto, debe asumir sus propias responsabilidades en pro de cambios duraderos y mejores. Algunos estudios nacionales de violencia contra la mujer, por ejemplo, muestran que hasta un setenta por ciento de estas sufren violencia física o sexual a lo largo de su vida a manos de su pareja e incluso se estima que prácticamente la mitad de los casos de mujeres asesinadas, el autor de la agresión proviene de un familiar o compañero sentimental.

En cuanto al aspecto laboral, existe una gran brecha salarial. Las mujeres mexicanas registran una menor participación en el mercado laboral que los hombres, el salario que reciben, es menor que el obtenido por los hombres por actividades similares. Esta brecha es de entre seis y ocho por ciento en áreas urbanas. Las mujeres no solo enfrentan inequidad en el ámbito público, también las viven en el hogar que sus contrapartes hombres. Son ellas quienes dedican aproximadamente trescientos setenta  y tres minutos cada día a diversas actividades del hogar, más de tres veces que los destinados por los hombres.

Estas brechas y la falta de equidad entre ambos sexos y que necesitan ser evitada, hoy en día y gracias a la participación de mujeres valientes y valiosas, ha ido mejorando. Al menos, se han implementado medidas legislativas para favorecer el acceso y la participación de las mujeres en la vida política del país. Ahora la ley electoral por equidad de género, impone una cuota de representatividad lo cual, sin duda, permitirá en la visión de estas mujeres, ir cambiando aspectos con la implementación de más leyes, en favor de todos.

Es importante destacar, que hay aspectos que jamás se deben de perder de vista, la mujer debe lograr encontrar su lugar sin llegar al feminismo mal entendido, con su actuación empoderarse con inteligencia y permitirse ella misma reconocer sus capacidades.  Como lo estipula el artículo cuarto de la constitución mexicana “El hombre y la mujer son iguales ante la ley” Estipulación que en esencia no debería haberse considerado por ser un aspecto natural, pero que al no llevarse a efecto, tuvo que ser legalizado en favor de la mujer.

Hombres, mujeres, son iguales, con las mismas capacidades, con los mismos sueños, pero también debe ser con las mismas oportunidades. La presencia de cada mujer en el ámbito mundial, desde cualquier rincón, el más o humilde o más grande, sin duda ha sido constatada a lo largo de la historia, algunas veces de forma callada, otras en los más grandes escenarios. Cada mujer debe tener la constancia, la determinación, el buen juicio de procurarse educación, fomentar nuevas fórmulas para vivir bien y en armonía con su entorno, trabajar en cada uno de los aspectos que puedan ayudarla a mejorar y reconocerse como emprendedoras y valiosas. Jamás podrá encontrar la equidad de género quien no esté consciente de que solo podrá obtenerlo reconociendo su lugar en el mundo actual. Hoy existen muchos programas gubernamentales de apoyo para ellas, pero desafortunadamente esto  muchas veces las llevan al conformismo y al confort.  Si la mujer quiere empoderarse y tomar su lugar, es necesario se formule cambios en su manera de observar todos los logros obtenidos por luchadoras incansables y ser una de ellas.

Hoy, cada día es una responsabilidad.

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