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Inmigración: ¿racismo o discriminación?

CARTAS DESDE CHICAGO
INMIGRACION: ¿RACISMO O DISCRIMINACION?

/Rogelio Faz/
Antes de hablar de racismo, discriminación, de anti inmigrantes o crímenes de odio. Sería bueno analizar al menos someramente cada uno de estos aspectos para no hacer juicios sin sustento, que nos hagan cometer errores que se nos reviertan. Sobre todo en el tema que nos atañe: inmigración.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableció desde 1965, el 21 de marzo como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Para eso hay que sumarnos a ese esfuerzo demostrando cordura.

Tal parece que discriminación y racismo van de la mano. No obstante, hay que tener claro que discriminación puede ser por motivos religiosos, culturales, lenguaje, sexo, edad, economía, sociales, y las que se sumen. Mientras que racismo está claramente definido por la diferencia racial. Y esta no necesariamente va de claros a obscuros.

Sin embargo cuando se quieren señalar circunstancias desfavorables es fácil echar mano de estos argumentos. Lo que podría ser un error.

La discriminación en psicología social, según la ONU, es entendida como un aspecto de la conducta humana relacionada a un prejuicio, de algún grupo de personas hacia otras, por lo regular hacia minorías o sociedades marginadas, y se manifiesta en limitar o condicionar el acceso a la educación, vivienda, servicios públicos, salud, empleo, etcétera.

Mientras que racismo es un sentimiento que va del enfado al desprecio, de un grupo étnico concretamente por razones raciales.

Una de las características del racismo “natural”, obedece a una supuesta superioridad de una raza sobre otras, precisamente debido a la pureza racial. Esto, de acuerdo a la ONU, está catalogado como un ‘racismo amplio’. Que puede ser en cualquier sentido.

Otra tiene que ver con un paradigma científico o doctrinas basadas en la herencia biológica vinculadas a las capacidades intelectuales y morales de los individuos, que se manifiesta en características físicas, y hay quienes creen deben ser mantenidas para preservar la pureza racial o una hegemonía. Esto es considerado un ‘racismo restringido’.

La primera puede compartir las diferencias raciales incluso a convivir o mezclarse con los demás sin dejar de lado su estigma de ser “mejor”. Y la segunda definitivamente ‘pinta su raya’. Como lo hizo Adolf Hitler.

Hoy día también se discute otra discriminación: la homofobia. Esta en contra de la orientación sexual hacia el mismo sexo y sus conductas. Aquí cabe hacer un preámbulo. El no estar de acuerdo en ciertas prácticas del homosexualismo o lesbianismo y sus derivados, a criterio del lobby de la ideología de género, hace a cualquiera homofóbico.

Por citar un ejemplo de este lobby: Compartir baños según la preferencia sexual y no por la apariencia física. En los hechos significa que si usted es un hombre heterosexual y acompaña a su esposa, hija o nieta a un baño público de mujeres, usted tiene que espera afuera.

Pero mientras que usted espera, quien si puede entrar es alguien más ‘verdalogon’ que usted con aspecto de luchador rudo, la diferencia es que trae las cejas depiladas, las getas pintadas, y las piernas ‘nerviudas’ con tacones altos. ¡Ah! y con peluca rojiza, porque dice “llevar una mujer por dentro”. O a la inversa, una mujer con “un hombre dentro” entre al baño de los hombres mientras la mamá del niño espera afuera. Oponerse sería una discriminación homofóbica. De acuerdo a la comunidad Lgbtetc…

Esto último podría servir para ilustrar que el no estar de acuerdo en algunas políticas del liberalismo ‘progre’, convierte a alguien en homofóbico o discriminador, como tampoco racista a alguien que no acepta exigencias relacionadas con el orden civil o estatus legal.

¡Ojo y aguas! Como los indocumentados no la llevamos de ganar, es importantísimo escuchar cómo y quienes dicen las cosas. Que pueden ser al tanteo o eco de otros, esto para no discriminar por impulso en un sentido “normal”, y menos en sentido restringido.

En el caso de Donald Trump parece que su actitud va salpicado de todo. Ahora amparado con su autoridad generaliza y señala indiscriminadamente a quienes hemos infringido la ley, en este caso las de inmigración para criminalizarnos cuando no somos criminales.

Aun así, el peor error que podríamos cometer quienes nos decimos agraviados con sus señalamientos arbitrarios, es acusar en un sentido peyorativo a quienes nos hacen ver nuestras faltas. Así hayan sido por necesidad, porque nuestros señalamientos ahora podrían ser catalogados como crímenes de odio. Y en ese terreno salimos perdiendo por que como indocumentado no tenemos derechos, excepto los que señala la ONU que no evita la deportación.  

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