ENTRESEMANA
Moisés Sánchez Limón
Sin duda, la izquierda en México está negada para llegar al poder en México. La izquierda es la principal enemiga de la izquierda mexicana.
Hace unos días, en este espacio, creí haber cometido un yerro cuando incluí, junto al senador Armando Ríos Píter, al poblano Miguel Barbosa Huerta como uno de los prohombres de la izquierda que había renunciado al Partido de la Revolución Democrática.
Pero no. La postura político-partidista e ideológica de Barbosa linda en ese singular oportunismo que se maquilla con las presuntas decisiones de dizque avanzada.
Mire usted, don Miguel está en todo su derecho de pronunciarse a favor de Andrés Manuel López Obrador y simpatizar con la aspiración presidencial de éste. Mas Barbosa no tiene derecho a burlarse del sentido común del ciudadano que ha creído en él, que le ha dado su voto y apoyado iniciativas y propuestas legislativas lo mismo cuando diputado federal que hoy senador.
Asumirse lopezobradorista sin renunciar al Partido de la Revolución Democrática que ha sido denostado por Andrés Manuel, implica ausencia de rubor y un exceso de populismo envuelto en el oportunismo partidista.
Y es que, en abono de su postura, don Miguel llama a la coincidencia y suma de esfuerzos entre la izquierda, pero soslaya la enorme realidad, ésta de que Andrés Manuel dejó hace rato de escudarse en la izquierda y asumir una línea de gatopardismo ideológico.
Desde el PRD han urgido a quienes coquetean con otros partidos y otros líderes, cual es el caso de Barbosa respecto de López Obrador, que se definan.
Por supuesto, don Miguel responde airadamente a sus críticos y puntualiza que no abandona al partido que lo encumbró pero ya no le sirve, porque igual que aquellos que se han ido a otras filas, lo descalifican y consideran botín de unos cuántos. Lamentable esa postura.
Por ello, el coordinador de los diputados del PRD, Francisco Martínez Neri, exhortó Miguel Barbosa Huerta, su contraparte de los senadores perredistas, a hacer un acto de conciencia y si sus afectos políticos ya están con Andrés Manuel López Obrador, ser congruente y dedicarse al trabajo de otras causas distintas a las del PRD.
Cuando un militante ya no coincide con los principios y la conducción de su partido, en su fuero interno debería reflexionar y actuar conforme a su ética personal, acotó el legislador oaxaqueño frente a la decisión de Barbosa Huerta de que no dejará al PRD, pero considera que el candidato presidencial debe ser López Obrador.
“Yo creo que cuando uno ya tiene una predilección por otra postura, pues debe actuar en consecuencia. Creo que así debería ser, y quienes nos quedamos en el PRD, pues debemos seguir trabajando por el fortalecimiento del partido. Me parece que esa debe ser la lógica de comportamiento de cualquier militante del perredista. Yo creo que es un acto de conciencia que él debe asumir. Porque finalmente, si va a trabajar para otras causas, bueno, pues es una cuestión que debe analizarlo con mucho detenimiento”, fundamentó Martínez Neri.
No obstante, considera que la izquierda “necesita hacer un trabajo fuerte, pero un trabajo unificado, y en la izquierda estamos el PRD, está el PT, está Movimiento Ciudadano, está Morena y yo creo que es una gran responsabilidad para nosotros el responderle a la ciudadanía. Porque la ciudadanía lo que quiere es tener el poder, y ese poder solamente se le pude dar unificadamente, trabajando unificadamente. Si no, vamos a generar desesperanzas”, agregó.
Bueno, el punto lleva a preguntar si Andrés Manuel necesita de apoyos como el de Miguel Barbosa Huerta y otros sedicentes izquierdistas que esperan el momento para abandonar el barco que ha dejado de servirles. ¿Congruencia política? Ser o no ser, ése es el factor en la definición ideológica. Por eso la izquierda no llega a la Presidencia de la República. Y Andrés Manuel no es de izquierda pero está rodeado de sedicentes izquierdistas de lavanda y pedigrí que andan por ahí con la piel de la honestidad desgarrada. Digo.
MIÉRCOLES. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, viajó a la capital tapatía con la encomienda presidencial de entregar el facsímil de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, al gobernador Aristóteles Núñez. Ante representantes de los poderes estatales, Ruiz Esparza reiteró que nuestra Constitución nos une como mexicanos, como nación, con reglas claras para decidir, en democracia, el rumbo y la transformación que queremos para el país. “Las sucesivas reformas constitucionales han impulsado esa transformación hacia un México moderno e incluyente y permitido adecuarnos a la cambiante realidad nacional e internacional, como los tiempos actuales exigen, sin perder nuestra identidad, valores y soberanía”, remató Ruiz Esparza en el ex Recinto Legislativo del Palacio de Gobierno de Jalisco, en el Centro Histórico de la Ciudad de Guadalajara. Conste.
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