Columna Mosaico Ciudadano
Por Amalia Martinez Austria
Desear el poder, por el poder mismo, siempre resulta una vileza, porque la acción misma traiciona los más grandes anhelos de la humanidad. «Libertad y Democracia» .
El Estado de Hidalgo, jamás resultará ajeno a estos sentimientos, su historia lo demuestra. Hidalgo es un Estado comprometido con el cambio, con mentes brillantes y un panorama rico en recursos naturales, sin embargo es desolador reconocer su pobreza, la marginación ancestral que reclama un mejor destino. Dar los espacios a hombres y mujeres para definir con inteligencia y voluntad el cause que lleve a Hidalgo a lograr el lugar que merece.
Hidalgo es producto de su historia, y para lograr un Estado vigoroso con un futuro de grandeza el pensamiento debe unirse con la acción, no podemos ni debemos olvidar que ya no se puede vivir en el engaño y la simulación, si de verdad se quiere lograr la credibilidad es reconociendo las desigualdades existentes trabajando con honestidad y entrega. Con un trabajo continuo, sin deseos de protagonismos personales porque es un deber de conciencias, mano con mano se puede edificar la grandeza real de una Nación fuerte como la nuestra, para ello es necesario no callar ninguna voz por humilde que parezca, pues cada una de ellas tiene su propia verdad, nunca olvidar que la fuerza radica precisamente en su gente, en la relación que debe existir honesta y desinteresada, sin la presunción de uso de conciencias y movilizaciones con promesas falsas, para recobrar aquellos sentimientos más nobles que alberga nuestra Carta Magna o los sentimientos revolucionarios y Juaristas que hicieron lo que hoy conocemos como Patria.
Hidalgo, es un Estado poseedor de mentes brillantes, nace en el la charrería como expresión de un sentimiento popular, es en Hidalgo, donde se realiza el primer vuelo postal, así como el Futbol practicado por los mineros y más allá de cacicazgos, el Hidalgo actual debe garantizar una autentica tolerancia como condición básica para el progreso, para lograrlo deben sustentarse además espacios en donde puedan desarrollarse las capacidades de todos aquellos grupos en desventaja, hombres, mujeres, campesinos, personas de capacidades diferentes, jóvenes con mayores alternativas de estudio y de trabajo, para los niños, condiciones correctas para su apto desarrollo.
Debe haber un cambio real y para todos. Pensando en las fortalezas de cada municipio, voltear a ver en general y observar cada caso en particular. Un cambio real, en donde para accesar a estos espacios ya no sean necesarios los compadrazgos o clásicos dedazos y así triunfen las mejores ideas. Es necesario descentralizar el poder para poder visualizar en forma real las necesidades de cada grupo social, gobernar de abajo hacia arriba con un real conocimiento de las necesidades para subsanarlas con orden y forma, sin tantas encuestas porque el pueblo está cansado de cifras que no llevan a una solución.
Se puede lograr la diferencia, en la medida que las autoridades que nos representan, destaquen por su honorabilidad y compromiso. Les guste o no, todos los partidos deben cambiar y no solo en sus bases militantes sino desde la cúpula desenterrando antiguas formulas para elegir las ideas más brillantes, los hombres más capaces.. Sí se puede, con voluntad, solo así Hidalgo podrá aspirar a mejores tiempos..