viernes, noviembre 22, 2024 - 10:58 pm
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*El gobierno pide Unidad vs Trump, pero no hay reciprocidad

*La relación GF – ciudadanía está rota. Corrupción la provocó

Por Luis Repper Jaramillo*

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Nos pide Unidad, vuelve a hacer promesas (como en su campaña), asegura que lo hace por México, pretende recuperar –demasiado tarde- credibilidad, confianza, certeza, de los mexicanos, cuando trae “el agua hasta el cuello”, pero no le creemos, sigue cometiendo torpezas, errores, desatinos, y precisamente eso le quita veracidad a sus reclamos, pues la sociedad está harta, cansada, molesta contra su gobierno fallido y por anteponer su interés personal al social y nacional.

Si bien a más de 120 millones de mexicanos nos hiere, lastima, humilla, irrita, encabrona la actitud racista, nacista, arrogante y beligerante del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nosotros mismos, la sociedad agraviada, hemos logrado la unidad para repudiar, protestar, arremeter, increpar al gringo, no fue por el llamado peñista, sino por nuestro orgullo y dignidad.

Estamos solos, ni Enrique Peña Nieto y menos su gabinete han sido capaces de  defendernos y devolver –en la misma forma- las agresiones del inquilino de la Casa Blanca (la de Washington), por miedo, pánico o parálisis de una secta de burócratas divinos que más bien parecen representantes de Trump, ante el Sistema gubernamental, como Luis Videgaray Caso e Ildefonso Guajardo Villareal, quienes han hecho férrea defensa del gringo, faltando al respeto de 120 millones de mexicanos.

Si, Enrique, ya existe Unidad, pero en torno al país, en apoyo a los millones de connacionales que inminentemente, el loco de Trump, deportará, no a tu persona, ni tu gobierno, pues nos has fallado, desde el momento mismo de tu campaña política de 2012, por la falta de respuestas a tus propias promesas.

Además de la deshonra a tu palabra, tu signo, la corrupción es otro agravio –en nuestro propio país- a la sociedad, que ofreciste erradicar y lejos de ello, se acentuó. Ejemplos, todos. Tú mismo, Casa Blanca. Virgilio Andrade (tu oficioso Secretario de la Función Pública) que te exoneró de esta desvergonzada violación a la Ley anticorrupción. Como recompensa -6 meses después- lo nombras Director General de Bansefi, cuando debería estar en la cárcel por omiso, cómplice y corrupto.

Luis Videgaray, infumable ex secretario de Hacienda, que jodió a los mexicanos con su política persecutoria, bullyiadora (acoso físico o psicológico al que somete de forma continua el SAT y la SHCP) a los contribuyentes cautivos. Aplicó el mismo estilo de la Casa Blanca (de Las Lomas) adquiriendo (turbiamente) una similar en Malinalco.

Y tras cometer un error inadmisible política, democrática y diplomáticamente incorrecto, al traer a la casa de todos los mexicanos, Los Pinos, al candidato republicano y antimexicano número 1 del mundo, Donald Trump, lo corres. Tres meses después lo revives como Canciller –en abierto reto y agravio a los diplomáticos de carrera- por el sólo hecho de ser amigo del yerno de Trump.

Una violación, sistemática, Enrique, a la Ley de servidores públicos que deben ser probos, calificados, con perfil profesional para el cargo, éticos, morales y dignos, de lo que, precisamente, carece Luis Videgaray Caso.

CORRUPCION: Y que podemos mencionar de tus ex gobernadores priistas (dijiste la nueva sangre del PRI), Javier Duarte de Ochoa, César Duarte, Roberto Borge, Rodrigo Medina. A ellos se suman otros “distinguidos e impolutos” como Tomás Yarrington, Humberto Moreira y su hermano, Rubén; Fidel Herrera Beltrán, Arturo Montiel Rojas (tu antecesor en el Edomex, a quien cubriste las espaldas por corrupto), Andrés Granier Melo, Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raúl; Mario Marín Torres, Ulises Ruiz, Jesús Murillo Karam (incapaz), el más corruptísimo, rata e impune, Senador tricolor Carlos Romero Deschamps, Eduardo Bours Castelo (infanticida, junto con panistas), José Murat Casab… y cientos más.

Esto, Enrique, es no respetar la palabra empeñada, pues quien no castiga, evade, omite la persecución, detención y encarcelamiento de funcionarios corruptos, es cómplice, indiferente, omiso, actos penados por la ley. Tus priistas mencionados, todos, absolutamente todos, están libres, impunes, usufructuando el dinero mal habido, producto de sus pillerías… ¿Por qué creer en Ti, a tu llamado de Unidad, sin nos has fallado como gobernante?

Y no se olvide nuestro viacrucis de 2017, con tus gasolinazos (promesa de campaña en 2012, incumplida). Pero antes, el ridículo aumento al salario mínimo de sólo 7 pesos diarios, quedando en 80, por 8 horas de trabajo).

Con esa bajeza, el primer día de 2017, autorizas aumentar, para luego liberar, los precios de las gasolinas, diesel, gas LP, tarifas eléctricas. Crees que con 80 pesos al día, un “asalariado y prole” (como nos insultó Paulina Peña Pretelini) un obrero, subempleado, jornalero podrá mantener a su familia dignamente. ¿Y nos pides Unidad en torno a tu pleito con Trump?, estas equivocado, nos golpeas, luego nos pides ayuda. No, las cosas no son así. Se predica con el ejemplo.

Los mexicanos hemos dado muestras de cohesión, solidaridad, hermandad, cuando hemos sido azotados por la naturaleza o por decisiones políticas del partido en el poder (1938 Expropiación Petrolera. 1968, Matanza de estudiantes en Tlatelolco.  1985, Terremoto en la Ciudad de México) No necesitan convocarnos, actuamos motu proprio, ante la incapacidad gubernamental y el caso es hoy 2017, cuando el Sistema fallido, no sabe resolver la agresión de Trump contra México y los mexicanos (a quienes calificó de traficantes, violadores, criminales). Cito textual: “cuando México envía a su gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que traen drogas, crimen y son violadores” parte de su discurso como candidato el 9 de noviembre de 2016.

Fueron 60 días después de este agravio que el gobierno peñista reacciona y se siente “humillado” apelando a la Unidad de los mexicanos. Pero ¿que hizo su gabinete en ese lapso de 2 meses, entre la campaña, el triunfo, la juramentación del cargo y la presidencia en la Casa Blanca (la de Washington)? Nada. No envió una Nota Diplomática a su homologo, no exigió disculpa pública, no levantó la voz en foros internacionales… Peña, dejó que las cosas siguieran, al olvido, hasta que iniciaron las deportaciones y la reiteración de la construcción del Muro fronterizo.

Para entonces, la sociedad mexicana había tomado la delantera al gobierno. Se organizó, marchó, protestó en las calles, en las redes sociales, en los medios de comunicación.

Cuando en Los Pinos se hace la convocatoria a la unidad, la gente lo tomó con reserva, desinterés, de “botepronto”, viejo, reaccionario. Vox populi había tomado la Internet con memes, convocatorias, información, críticas, increpancias, cartones, Columnas, comentarios, opiniones, whatsapp, mensajes, texteo, correo de voz, videos, exhibiendo por igual a Pela y a Trump.

Luego otro desatino y descalabro oficial. Presume el inquilino de Los Pinos la llamada de 1 hora con su contraparte, pero… se resbala informando que “acordaron” que el tema del Muro no volvería a mencionarse en público… Craso error, ¿por qué ocultar un tema público/nacional/migratorio? ¿Qué acordaron en lo oscurito?, ¿qué ofreció Peña, bajo la mesa? ¿Sí pagaremos los mexicanos el levantamiento de la pared? ¿Por qué ambos  involucrados no salen a dar una declaración abierta sobre el contenido de su conversación telefónica? Estas y más interrogantes quedan en el aire. Simulación, engaño, ocultamiento, verdad a medias o mentiras por la mitad.

Es decir, del gobierno mexicano no hay reciprocidad, como en su momento la tuvo Don Lázaro Cárdenas del Río, cuando expropio las empresas petroleras de manos estadounidenses. Dijo la verdad y la sociedad se volcó en bienes y productos para pagar la indemnización.

2017, Peña Nieto pide Unidad, pero golpea al interior del país. Nos dice verdades a medias de su contacto con Trump.

¿Cómo quiere que así los mexicanos nos unamos en torno a su gestión?… Imposible.

Retomo una frase del ex presidente de México, el priista José López Portillo, que encaja perfectamente en esta circunstancia. Dijo en el Salón Carranza, de la Residencia Oficial de  Los Pinos a los medios y periodistas, un 7 de junio de 1982, Día de la Libertad de Prensa, cuando la relación entre medios de comunicación y presidencia de la república pasaba por  crisis de publicidad y apoyo gubernamental: te pago para que me pegues. Te pago para que me pegues. No señores, esta es una relación sadomasoquista que no estoy dispuesto a tolerar”

Hoy, 35 años después, la adaptaría de esta manera: te apoyo y me uno para que me pegues, te apoyo y me uno para que me pegues. No, Enrique, esta relación en donde me pegas con impuestos, aumentos de gasolinas, gas, electricidad, desempleo, corrupción, inseguridad, impunidad, favoritismos, es una decisión –unilateral- que no estamos dispuestos a tolerar”

Ya tomamos la delantera ante Trump. Ahora, legal y constitucionalmente estas obligado a resolver el problema con el nacista gringo. Ni Muro, ni deportaciones masivas, ni tasar remesas, en cambio una disculpa pública por los agravios a los mexicanos, estás obligado a exigir.

La unidad es de los mexicanos para los ciudadanos.

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)

 

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