Mosaico Ciudadano
Por: Amalia Martinez Austria
Algo estamos haciendo mal, la penetración de imágenes violentas, el excesivo uso de dispositivos móviles, la falsa interpretación de acciones adultas en la vida de niños y jóvenes está provocando situaciones que a la larga lamentaremos como sociedad sino aprendemos a ponerle un alto desde nuestro pequeño entorno.
México, es el país donde el porcentaje de penetración de redes sociales entre usuarios de Internet es el más alto, comparativamente a otros países de América Latina. Asusta pensar que muchos jóvenes y niños tienen acceso a información no propia, en el sentido que adolecen de la capacidad de discernir lo que es correcto entre aspectos cotidianos, eso sin contar el peligro al que se arriesgan a visitar y aceptar páginas que de inicio no son propias para su edad.
Nosotros medios de comunicación, tampoco estamos haciendo mucho al respecto, la porosidad de la mente infantil absorbe con facilidad todo tipo de estimulación, en general, en caso de la violencia y los desastres televisados se generan daños como, el aprendizaje del mundo violento, la desensibilización ante las catástrofes y el temor a sufrir daños.
Muchos programas tienen como destinatarios al mundo adulto, hoy podemos ver en algunos, que están en horario familiar, que utilizan incluso lenguaje impropio y muestran la falta de valores que son tan necesarios en la época actual.
Algo sí, estamos haciendo mal, cuando todos los medios disponibles y de acceso en la vida de niños y jóvenes del mundo actual, le da prioridad para presentar incluso series en donde se devalúan a las personas haciendo pensar al espectador que se puede ser rico y millonario de maneras tan “fácil” y que el poder puede encerrarse en jugar con la vida de los demás, mostrando que actuar a la mala es aceptable.
Todos somos testigos del poder de los medios de comunicación, del poder de las redes sociales, de la falta de preocupación por parte de las familias para evitar zonas de peligro para sus hijos. El mundo actual va muy de prisa, la situación económica no permite que como antaño, exista “más tiempo” para observar y platicar sobre el acontecer diario, de una manera más objetiva. Hoy como sociedad debemos comprender el riesgo de permitirnos “dejar de hacer”, en miras solo de solventar el sustento diario. Jean Paul Sartre representante notable del existencialismo corriente que nació en el siglo XIX y que se centra en el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, expreso en esencia que “mi libertad termina donde inicia la de los demás” quizás, debería ser fuente de inspiración para que comprendiéramos que cada una de nuestras acciones, repercute en la vida de los demás, iniciando en nuestro entorno más cercano como es la familia, y continuando con la sociedad con la que convivimos.
Huele a peligro, que existan páginas en internet dedicadas a promover la violencia, que en Facebook, se puedan crear páginas con nombres ficticios, que padres de familia ayuden a sus hijos menores de edad a crear perfiles poniéndolos en riesgo y que se pueda comentar sin que existan normas, y con ello, por el puro deseo, no solo se malinforme, sino que además, se logre desprestigiar a cualquiera que no piense o sienta igual, claro todo en miras de los “derechos de libertad de expresión” hemos caído en libertinaje.
Estamos viviendo en un mundo violento, y lo promovemos aún mas no solo compartiendo, sino incluso algunos incitando al desequilibrio en una sociedad que permite ser seducida.
Grandes pasos a dado la humanidad por buscar una balanza entre lo que consideramos un derecho y el respeto que debe existir al conducirnos como sociedad.
Debemos parar, reconocer que algo se está haciendo mal, desde el momento que priorizamos el uso de cualquier medio, sea televisión o internet por encima al que dedicamos a promover los talentos de los jóvenes y niños, fomentando la lectura o el deporte.
Tan solo un dato de La Asociación Mexicana de Internet asegura que las redes sociales son el principal motivo de entrada a internet siendo las mujeres las que tienen mayor presencia. No podemos dejar de reconocer que en el mundo actual, algunos piensan que es la mejor fuente de información, sin embargo mucho de lo que se publica o se comparte son fuentes no objetivas.
El mundo actual debe tener una nueva forma de vislumbrar toda la información que se comparte, una nueva manera de cuidar a las nuevas generaciones de observar en todos los medios disponibles tanta violencia. Sin duda todos estos medios tienen cierto poder, hagamos de este poder el medio para construir nuevas fórmulas que lleven a lograr si, un país más justo y educado, sin tanta violencia verbal y de acciones.
