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Entrampados en ideologías

Cartas desde Chicago
Entrampados en ideologías
Rogelio Faz/
Independientemente del alboroto que ha armado el ahora presidente de los Estados Unidos, Donald Trump con su actitud pendenciera. Es hora de esperar a que las aguas bajen a su nivel, y ver más claras las incongruencias y temores para no cometer o decir otras iguales o peores en sentido opuesto.
Una cosa es cierta, estamos frente a otra realidad. Primero, el temor a un nuevo Hitler, y a una nueva administración que para en seco a progresistas que también venían imponiendo su ideología de manera paulatina y caprichosa. Que hacen contraste a las tácticas de la derecha; que se dan de sopetón. 
Es entendible la preocupación, pues Trump, por citar un ejemplo, ha criticado a los musulmanes y su fanatismo, y no esta tan errado. También incluye a inmigración, economía, etcétera. Sin embargo, como pudimos constatar durante su juramentación, también el sistema estadounidense dejo sentir el fanatismo político religioso.
Fue una especie de ritual evangélico, mormón, luterano, previsteriano, etcétera, que si bien no incitan a quemar vivos a los infieles, si de una guerra en nombre de ‘God’, el que nos protegerá.
El día que asumió el poder, con palabras más suaves, por la ocasión, pero con las mismas intenciones, nos dejó saber que sus discursos de campaña seguían vigentes. Que repitió ese mismo día en sus apariciones sociales, donde agradecía a quienes votaron por él como si fuera el día de la elección.   
Durante la ceremonia, Trump le restregó en su cara a la administración saliente y a todos los obamologos, defensores del liberalismo moral y de economías de asistencia social; la destrucción del concepto “american way”. Que hizo se manifestaran en su contra como la Marcha de las Mujeres. Que están en lo justo salvo cuando lo llevan al «femichismo».
Trump pidió a la “american pepole” dejar el confort del bienestar social, a comprar productos estadounidenses, a contratar a trabajadores ciudadanos en clara alusión a indocumentados.
Dijo que las naciones buscan sus intereses y, EU brillara; los demás nos imitaran. Pero primero hay que aniquilar al extremismo islámico, proteger fronteras y será cuando haya patriotismo.
De que estamos protegidos por grandes hombres y por God. De que hay que pensar nuevamente en grande. De que la cultura estadounidense decayó por culpa de políticos demagogos.
Así que: fe, paz, amor, felicidad, y guerra. Parecen ser las claves naturales del ser humano que complace a unos y fastidia a otros. Él lo sabe y no escatima en aplicarlo.
El “make america great again,” se salió con la suya ¡y nos la canto!: “I did it my way” a coro tabernáculo, opio del bien. Una transición pacífica del poder político, del imperio de la ley, donde según él hay libertad de prensa y credo. Él, el apocalíptico va a escuchar las voces del bien común con mazo en mano.
Pero motivo que se desataran los demonios, pues muchos salieron a las calles con violencia contrariando lo que se le exige a Trump.
La ‘marcha de las mujeres’ muestra ese sentir de frustración y confusión. Defender su vida en contra de otras como es el caso del aborto y presentarlo como un derecho de salud.
Se une la comunidad LGTB con sus etcéteras, exigiendo reconocimiento de “igualdad” con distinciones especiales por ser diferentes. Llamar matrimonio a quienes le dan uso de vagina al ano. Piden derechos más allá de la lógica de la naturaleza. Quien no lo acepte es homofóbico así de su vida por salvarlos.
Trump podrá estar loco y viejo, defectos que también lo llevan a decir incoherencias y verdades. Lo mejor sería en estos días de incertidumbre y de pasiones políticas, salir de la entrampada de ideologías para rescatar los pros y contras.  
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