Entresemana
Moisés Sánchez Limón
Es la frase de Alejandro González Murillo, coordinador de la diputación federal del Partido Encuentro Social y va encaminada a los partidos políticos, sus legisladores y líderes que recurrentemente invocan a la austeridad y firman pactos dizque para impulsar el desarrollo del país, mas luego los desconocen e incluso combaten radicalmente, en una postura de amnesia selectiva o, mejor dicho, postura oportunista y más en tratándose de acarrear agua para el molino propio en tiempos electorales.
Hace un par de días, cuando los prohombres de los principales partidos políticos con registro en el país, ondeaban banderas de supuesto patriotismo y enderezaban la crítica contra el gobierno por el famoso gasolinazo y echaban redes en busca de la jugosa pesca con propuestas que debieron haber hecho en su momento para evitar la liberalización de los precios de las gasolinas, González Murillo les dijo que la ayuda al país en tiempos de austeridad comienza en casa, amarrándose el cinturón y dejándose de demagogias.
Porque si se trata de ahorros y de apretarse el cinturón frente a esta espiral de carestía e inflación que se derivará del incremento libre al precio de los combustibles, aquello del recorte a diez por ciento de las remuneraciones de funcionarios públicos de mandos medios y altos en el sector público, al que le siguió la decisión del Congreso de la Unión de entrarle al recorte en el gasto operativo, tiene sus bemoles y, como reza la conseja popular, “como Santo Tomas… hasta no ver no creer”.
Aunque si de eso se trata, la propuesta de González Murillo pega en la línea de flotación de los principales partidos político, porque plantea retirarles el financiamiento público y sólo se les aporte en fechas electorales.
González Murillo se abstuvo de citar nombres y siglas, pero es elemental que el PRI, el PAN, el PRD e incluso MORENA son beneficiarios de las jugosas prerrogativas que les entrega el Instituto Nacional Electoral mensualmente y en partidas cuando hay elecciones.
En este tenor, el coordinador de los Diputados Federales por el Partido Encuentro Social, Alejandro González Murillo recordó que, al inicio del sexenio, los principales partidos de izquierda y de derecha suscribieron el Pacto por México, del que se derivaron las reformas estructurales, incluso avaladas por la OCDE, pero cuyas consecuencias naturales, que ya no gustan a todos, hoy son motivo de retractación y deslindes oportunistas.
Por eso los fustigó: “Basta ya de demagogia y de fingir compromiso con México (porque) Hoy resulta que son más importantes los disensos que los consensos que empujaron las reformas estructurales y que la liberación de los precios de los combustibles sorprendió a todos”.
Los párrafos entrecomillados forman parte de las declaraciones que Alejandro González Murillo hizo y recordó que, en su momento, todos los diputados “conocimos oportunamente los alcances de las reformas estructurales y de los paquetes económicos que se aprobaron con las mayorías necesarias, en tiempo y forma. Los pactos, incluyendo los económicos, dan cuenta y son referente de lo que cada actor involucrado trae consigo en materia de patriotismo y voluntad política”.
Cuestionó que los partidos de oposición no den la cara y eviten proponer soluciones viables. “¿Queremos aportar al saneamiento de las finanzas públicas y a la racionalidad, austeridad y disciplina económicas?, preguntó y propuso:
“Empecemos por nosotros, vamos a quitarnos financiamiento público, como el PES lo propuso en San Lázaro; pero todos los partidos políticos”, pero nada prosperó. Si acaso una quincena entregaron sus dietas a la atención de problemas sociales.
Se ha tratado, sin duda, de posturas demagógicas. Cuando se pidió adelgazar al Congreso de la Unión, hacia finales del año pasado, hubo diputados que devolvieron los dineros que les aportaron para el pago de tareas legislativas, una bicoca de 150 mil pesos.
Dicen que una golondrina no hace verano. Un mentís lo dan políticos y legisladores de las grandes ligas que tienen abierta la cartera del Congreso de la Unión y, por tanto, nadie les pide cuentas; bueno, en diciembre del año pasado personal del SAT visitó a los diputados federales para orientarlos en materia de pago de impuestos. ¿Los pagarán?
Tal vez González Murillo ara en el desierto. Pero no hay peor lucha que la que no se hace. Digo.
VIERNES. Por cierto. Javier Bolaños Aguilar, presidente de la Cámara de Diputados, pidió al Ejecutivo federal asumir su responsabilidad en el incremento a los precios de las gasolinas y aseguró que la Comisión Permanente desahogará las iniciativas presentadas para reducir el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS).
“Es momento del Congreso y ya no podemos asumir costos que no nos corresponden y, lo que es peor aún, apostar a que la gente se canse, se resigne o entienda una decisión que a todas luces le lastima y de la que no tiene ninguna responsabilidad», puntualizó el diputado presidente. Conste.
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