Mosaico Ciudadano
México… Somos todos
Por: Amalia Martinez Austria
Son tiempos difíciles, inicia un año bajo una expectativa nada alentadora para México, no es una problemática común, es en esencia un movimiento que desde hace tiempo se esperaba, y que ha venido a demostrar el hartazgo del pueblo, dejando en claro las grandes diferencias sociales, y el cumulo de distinciones entre la clase privilegiada y la sociedad común.
A partir de que se dio el anuncio del incremento de la gasolina, se han manifestado ciudadanos en diferentes carreteras y ciudades dejando evidencia de su desaprobación. Es claro, simplemente ya no alcanza para la canasta básica.
Un movimiento de esta envergadura, que nació por un sentimiento legítimo, da muestras en algunos lugares de perder el camino, tal cual le ha pasado al gobierno y a toda la cúpula del poder, que no ha dado una clara y correcta explicación del porqué de esta situación y de posibles soluciones. Hoy, en el Estado de Hidalgo, por ejemplo, los cierres de carreteras ya empiezan a cobrar factura. Se inicia el desabasto y se prevé, en su caso, que el problema se incremente si continúan estas acciones.
A nadie conviene, mucho menos a la gente más humilde una situación no solo de desabasto, sino de violencia, como la que se ha suscitado en algunos lugares del Estado, la rapiña, la confrontación entre iguales, no puede ser bueno para nadie y jamás será la solución.
En medio de este panorama, la cancelación de la empresa Ford, de una planta en San Luis Potosi, que permitiría la creación de 2 mil 800 empleos directos, accion promovida por Donald Trump pues ahora será Michigan donde esta compañía invertirá 700 millones de dólares, es muestra clara de tiempos difíciles en nuestra relación con el país vecino.
El devenir de un pueblo es producto de la capacidad de sus gobiernos y gobernados para encontrar fórmulas para lograr un real desarrollo, y permitir que no exista la desigualdad. México tiene todo el potencial para lograrlo, tiene una grandeza que lo singulariza, pero esto solo será en unidad y en base al respeto que debe regirse en un orden legal y en base al dialogo.
Hoy, deben ser tiempos de sensatez entre todos los actores de este movimiento que preocupa y debe ocupar. Legitimo para la sociedad, merece tener un fin correcto y en beneficio de la sociedad más lastimada por la economía actual. Los gobiernos y partidos todos, sin particularizar a
nadie y sin que nadie se cuelgue de lo que sucede en beneficio propio, deben y tienen el compromiso de salvaguardar el orden y el bien común, sin violencia de ninguna de las partes, como democracia es un deber, que permitirá evitar el caos, que a nadie conviene, mucho menos para permitir la inversión extranjera, que podría ser tan benéfica en estos momento. Importante sería escuchar a los intelectuales, a todos los que puedan generar una sensata solución, y buscar, sí, todos una solución viable y en unidad, es tiempo de actuar con prudencia. México, todos, lo merecemos.