Entresemana
Moisés Sánchez Limón
En memoria de Toño Barragán
La irrupción de los llamados partidos emergentes junto con los candidatos ciudadanos ha significado una singular oxigenación social, más allá de la oferta política cuyo deterioro obedece a la demagogia electorera.
Incluso, el dirigente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ha planteado que los partidos emergentes o locales, tengan representación en el Instituto Nacional Electoral, porque su presencia, influencia y representación social es, en varios casos, superior a la de los llamados partidos nacionales en el interior del país.
Igualmente, Cuén Ojeda ha previsto un frente de partidos locales que, en alianza podrían nominar candidato a la Presidencia de la República en 2018, o en todo caso influir en la nominación de un candidato que cuente con mayor consenso, sea del partido que sea.
Y es, el Partido Sinaloense que ha crecido de manera exponencial y su influencia en Sinaloa de tal dimensión que en el pasado proceso electoral, en el que los sinaloenses eligieron gobernador, el maestro Héctor Melesio quedó a un tris de vencer al candidato del PRI, Quirino Ordaz Coppel.
Pero el PAS quedó instalado como segunda fuerza política en el estado de Sinaloa, por arriba del PAN y del PRD, ni qué decir de otros institutos políticos. Pero este avance, que incluye seis diputados en el Congreso local, ha sido en cuatro años; en la pasada legislatura estatal, el PAS tuvo tres diputados.
Pero, bueno, en el estado de Hidalgo el Partido Encuentro Social ha avanzado en buen tranco y, en el plano nacional su registro de puestos de elección popular lo instala en esa condición del partido emergente que presume su ideología vinculada a organizaciones conservadoras e incluso de radical derecha, sin los excesos fundamentalistas de organizaciones que operan soterradamente.
Las posturas contra, por ejemplo, los matrimonios igualitarios, con sustento en conceptos legales que son materia de discrepancias mas no de radicalismos. Al pan, pan y al vino, vino.
Pero hay un factor que identifica a partidos como el PAS y el PES –valga el juego de siglas—y tiene que ver con el concepto de sociedad, de trabajo social. Sin duda cada acto de cualquier partido tiene su objetivo proselitista; sí, pero la oferta es de beneficio material, de largo alcance. No es una despensa ni una cobija y menos el discurso que se pierde en la nada.
El PAS, por ejemplo, en Sinaloa ofrece consultas médicas gratuitas, en caravanas permanentes; incluso, de los recursos que por ley corresponden a sus diputados y regidores, además de los derivados de las prerrogativas para los partidos políticos, un fondo permite hasta obsequiar bicicletas a ciudadanos que las necesitan para trasladarse a sus empleos y aprender inglés.
¿Y en Hidalgo? Bueno, también hace aire y hace un par de días, sin ese rollo del maná que caerá del cielo, el coordinador de los diputados federales del Partido Encuentro Social, Alejandro González Murillo, presentó el proyecto ecológico para que Huejutla de Reyes, Hidalgo, se convierta en el primer municipio sustentablemente verde en el país.
González Murillo puso en marcha el foro “Seguridad energética y cambio climático”, y presentó este proyecto ecológico que prevé la generación de energía limpia y el manejo racional de los residuos sólidos.
¿Es electorera la propuesta de González Murillo? Tal vez, porque cada paso de cualquier ente político tiene un objetivo. Pero hay que distinguir entre lo electoral y lo electorero.
Veamos. González Murillo refiere que su propuesta implica sanear al río Chiguiñoso y del subsuelo, así como el impulso a la ecovivienda, para lograr condiciones óptimas de habitabilidad con el mínimo consumo de energía.
Recordó que, durante la Conferencia Mundial de Cambio Climático, realizada en París en 2015, se informó que México forma parte de los 55 países en el mundo con mayor emisión de gases de efecto invernadero, responsables del cambio del clima en el orbe.
Pero, México también se sumó a la lista de naciones firmantes del Acuerdo de París, surgido de esa conferencia mundial, y con ello se comprometió a actualizar obligatoriamente sus políticas públicas relacionadas con el cambio climático, atendiendo los lineamientos derivados de dicho acuerdo.
¿Qué hacer, entonces? El PES no esperó y emprendió una tarea que, en estricto sentido de presencia y obligación política correspondería a otra fuerza política. ¿El Verde?
Sin duda los hidalguenses preguntarán a González Murillo por qué solo Huejutla verde. Lo dicho, los partidos emergentes oxigenan al sistema político y de partidos en México. Ahí viene 2018. Digo.
MIÉRCOLES. Por cierto, al margen de la declaracionitis y despojado de posturas triunfalistas, hay que decir que nada mal le fue al secretario Gerardo Ruiz Esparza en su comparecencia ante los diputados, sobre todo por los logros que su dependencia ha acumulado en lo que va del sexenio. Logros del Programa Nacional de Infraestructura que se han conseguido pese a las restricciones presupuestales encontradas en el camino. Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, encontró innovadores mecanismos de financiamiento que se concretaron en Asociaciones Público Privadas las llamadas APP, alianzas que han permitido llevar a buen término las principales obras emblemáticas, en materia de infraestructura, del gobierno peñanietista, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que avanza en tiempo y forma con un esquema autofinanciable; el primer tren de alta velocidad de América, el México-Toluca, así como el eléctrico de Guadalajara, que entrarán en operación en 2018; el crecimiento de la industria aeronáutica nacional en un 35%; la duplicación operativa de los puertos, que pasarán de mover 260 millones de toneladas a más de 500; la Reforma de Telecomunicaciones, gracias a la cual se ha incrementado de 41 a más de 62 millones de usuarios de Internet, y disminuido en 23% los precios de estos servicios; la instrumentación de la Red Compartida, que permitirá cubrir a más de 110 millones de mexicanos con una red de telecomunicaciones de alta tecnología, entre otros. La SCT es la primera dependencia certificada al 100% del Gobierno Federal en sus obligaciones de transparencia. Conste.
@msanchezlimon