DIARIO EJECUTIVO
Vino la calaca y escribió calaveras
>> EPN: ¿enterrado en Atracomulco?
>> Mancera no tenía nada en la sesera
ROBERTO FUENTES VIVAR
En este panteón extraño
Deambulan los insepultos
Los que nos hicieron daño
Por haber sido corruptos
Hay políticos y empresarios
Y uno que otro presidente
Pululan los secretarios
Y no hay ninguno decente
También abundan senadores.
La muerte está sorprendida
Porque lo que fueron en vida
Hoy es fuente de mil hedores.
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Eran tantas las propiedades
Del difunto Peña Nieto
Que puso en dificultades
A la muerte con su esqueleto.
¿Y a éste donde lo meto?
Se preguntó cautelosa.
En vida fue poca cosa
Y hoy se volvió todo un reto
Pensó primero enterrarlo
En la mentada Casa Blanca
Pero lo dejó en una banca
Mientras comenzó a encuerarlo.
Mejor primero lo esculco,
Se dijo la muerte a sí misma.
No le encontró gran carisma
Pero si dinero de Atracomulco.
Fue rico hasta en la Florida
Aunque intentaba negarlo
Por eso para enterrarlo
La muerte estaba perdida.
Como no sabía leer
¿Qué poner en su epitafio?
Fue tan inculto y tan zafio
Que nadie supo qué hacer.
Se casó con la Gaviota
Una estrella de Televisa
A todos mató de risa
Y hasta lo tacharon de idiota
Finalmente lo enterraron.
La flaca puso la tapa
Y en ella sólo anotaron
“Recuerdo de Ayotzinapa”
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Nunca habló bien español
El tal José Antonio “Mid”.
La muerte en muy buena lid
Lo conservó en bioetanol.
Meade era el real apellido
De este ilustre economista
Que dejó al pueblo jodido
Con su recorte monetarista.
Aprendió todas las recetas
Para joder a México entero
Pero nunca cumplió sus metas
Y hoy yace muy placentero.
Cuando la muerte se lo llevaba
Le dijo al buen ITAMita
“Yo conozco tu canallada
Y nos vamos a mita y mita”
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Antes de él estuvo otro.
El tal Luis Videgaray,
De la sucesión era el potro
Pero de eso nomás ya no hay
Hoy yace muy olvidado
Ese virrey mexiquense
Republicano estadounidense
Y administrador reprobado.
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A un tal de apellido Cervantes
Lo nombraron procurador
Dicen que fue el ahorcador
De la esposa que tuvo antes.
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Fue tan grande el hedor
Que desprendieron sus restos
Que todos hicieron gestos
Y huyeron sin el menor pudor.
Apestaban pies y cabeza
Porque se juntó con los nobles
Era la Rosario Robles
Quien nunca tuvo entereza.
De joven fue cecehachera
Y hasta militante de izquierda
Pero todo mandó a la mierda
Por engordar su cartera.
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Cuando el tal Aurelio Nuño
Murió de muerte sumisa
La flaca murió de risa
Pues tenía cara de niño
Como fue buen promotor
De la reforma educativa
La calaca con gran dolor
Se mostró caritativa
“Como actuaste siempre de prisa
Sé muy bien que hacer contigo
Y te impongo como castigo
Ver novelas de Televisa”
Quiso acabar con maestros
E imponer sus contenidos
Puras cosas sin sentido
Usaba como pretextos
Pero nunca entendió los textos
Que escribieron sus consentidos
Por eso sufrió desmentidos
De los verdaderamente diestros.
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Aquí yace en su sepultura
Un exgobernador queretano
Nunca supo ser humano
El secretario de Agricultura
José Calzada Rovirosa
Era su nombre completo.
Actuó en forma pavorosa
Y solo queda su esqueleto
Ahorcó a miles de campesinos
Al sacarlos del presupuesto
Al rico guio en su camino
Y para los pobres el resto.
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La muerte quedó asombrada
Porque al revisar la sesera
De Miguel Ángel Mancera
No encontró nada de nada
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Por ser el primero en la lista
De contendientes al panteón
La flaca le dio un sentón
A carrera presidencialista
A muchos tenía ya hartos
Con sus miles de palabras
Qué boicó ni que ocho cuartos,
Le sentenció la chupacabras.
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Con la reforma energética
Sufrieron los mexicanos.
Hasta llegó la esquelética
A jalarlos de las manos
Muchos quedaron sin luz
Otros más sin gasolina.
Hoy desde un tragaluz
Mira la muerte su inquina
El culpable de eso fue Joaquín
Que era un simple lacayo
Por eso le negó su tocayo
Un sepulcro en el jardín
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Fue Ildefonso Guajardo
Un vendedor del país
Regaló todo al extranjero.
Nos quedamos sin raíz
Voy por ti, ya no tardo
Aquí te espera un agujero.
***
“Me agarraste de tu pendejo
Y aquí te estoy esperando
Solo soy tu fiel reflejo
Voy por ti, dime cuándo”.
Así le dijo la muerte
Al innombrable presidente
“Quiero que tengas la suerte
De volverte mi residente”.
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En este panteón ingrato
Hay muchos cantos y danzas
Con ellas pasan el rato
Toda esta bola de transas
Todos son de malas artes
Los Borges y los Padrés
La muerte odia a más de tres
Entre ellos a los dos Duartes
“En un país tan hambriento
Hay mucho para escoger”.
Dijo la flaca ante el viento
Y vio lo que podía suceder
“Hay mucho pobre en la calle
Mis huesos quieren roer”.
Por eso no entró en detalle
Y prefirió echarse a correr
“Patitas pa que las quiero
No me vayan a comer”.