*Aunque no lo acepte Mancera su gobierno está en crisis
Por Luis Repper Jaramillo*
Dice el refrán popular “no hay peor ciego que el que no quiere ver” y Miguel Ángel Mancera, que trabaja como Jefe de Gobierno de la CDMX, o se resiste a aceptar la realidad o, de plano, vive en otra constelación, pues no ve la crisis de credibilidad, aceptación, de administración, de atención a los capitalinos, etc. que su equipo de trabajo y su gobierno fallido padece, en donde lo que menos importa es cuidar, responder, atender la calidad de vida que merecemos los capitalinos.
Es una realidad, el enemigo de MAM está en casa. La más visible, responsable de la estrepitosa caída de su imagen se llama Tanya Mûller, quien cobra como Secretaria del Medio Ambiente, quien le ha dado varios golpes al hígado con sus irracionales decisiones como el Doble no Circula, el no circula sabatino, las trampas y corrupción de sus verificentros -de los cuales recibe cuantiosas ganancias-, su necedad de instalar en el Bosque de Chapultepec, la Rueda de la Fortuna; la tala inmoral de árboles en varias avenidas para construir vialidades y comprimidos.
Hay más, el robo en vías primarias, de un carril de circulación para habilitar ciclovías, que son sub utilizadas –en la mayoría de los casos- o abandonadas por el riesgo de atropellamientos y muerte de ciclistas, y lo más reciente la muerte del Gorila Bantú, que por negligencia y mala decisión provocó el deceso del primate.
Pues bien, tal vez en una administración digna, planeada, inteligente, esto sería un daño mínimo, pero en una gestión en donde la soberbia, la indiferencia, corrupción, ineptitud, de cotos, cuotas y cuates, es resultado de la incapacidad, arrogancia, indecisiones y ausencia de perfil profesional para el cargo.
Desde el inicio del sexenio 2012/2018 en la CDMX, que llegó al antiguo palacio del ayuntamiento con el 62 por ciento de respaldo y simpatía de los ciudadanos, las inconsistencias y las acciones administrativas ocurrentes, provocan la crisis por la que atraviesa la gestión mancerista.
Quien le ha causado más daño es Tanya Mûller, por sus desatinadas y hasta torpes –por decir lo menos- decisiones, que dañan de manera directa y grosera a los capitalinos, como quitarles un derecho constitucional, prohibiendo utilizar su auto dos veces a la semana ¡¡por ser pobres!! por no poder tener un auto reciente. Tanya castiga la pobreza.
Esta Maestra en Ciencias adolece de tacto, habilidad y autocontrol político, en tres años y medio se ha dedicado a dañar la imagen y gestión de Mancera… pero “algo tiene” que su Jefe no la corre, pese a que sus decisiones tumbaron del pedestal al candidato “sin partido”, que logró un hito electoral en 2012: más del 62% de votos para llegar al Gobierno del DF.
Cada día le abre un frente de enfrentamiento político y mediático a MAM, ya con los ciudadanos, ya con el gobierno federal y desde luego con la población capitalina… y sigue tan campante. Se echó al hombro conflictos innecesarios con industriales al enviar a sus “inspectores” a verificar emisiones contaminantes y por “sistema” los sancionan o tienen que pagar “el entre” para no suspenderles su producción. Mancera, la tolera.
Que podemos decir de sus patrullas ecológicas, que agazapadas se ocultan para “cazar” literalmente a incautos automovilistas que ante la mínima e imperceptible emisión de humo, los detienen, acosan y dan el zarpazo, con la amenaza de remitir el coche al corralón, retirando una placa de circulación y una multa de miles de pesos.
Otro “colaborador” que lo golpea por debajo de la mesa es su Procurador de Justicia, Rodolfo Ríos Garza, quien así presuma un índice a la baja de robo de autos –que deja muchas dudas-, está la incontrolable actividad de las bandas de asaltantes en vía pública, en avenidas al hacer alto por semáforo, en el Metrobús, en el Metro, que es responsabilidad de su Policía de Investigación (antes judicial del DF) que carece de inteligencia, pues jamás se adelanta a lo hechos y sólo reacciona ante la denuncia en redes sociales, o por críticas de los medios de comunicación.
No hay prevención del delito, pese a que sus policías conocen, saben, cómo y en dónde operan, pululan y habitan los delincuentes, como los carteristas en el Metrobús y en el Metro. Esta es responsabilidad de Ríos Garza, por no actuar antes que los delitos sucedan, tan fácil como disponer de gendarmes de investigación en los camiones del MB o vagones del Metro, sobre todo porque conocen el “modus operandi” de esta ratas, miles de veces exhibidas a través de Internet, en Tablets, IPhones, celulares, etc.
No quitaré el dedo del renglón hasta ver que Ríos Garza, Almeida Estrada y Calderón Aguilera, limpien de carteristas el Metrobús -de amarga experiencia para este Columnista-
El propio Mancera abona a su desprestigio, primero por la falta de tamaños, para ordenar y someter a su gabinete Montessori, en donde cada quien hace lo que quiere y siembra para su futuro, descuidando, faltando a su responsabilidad por la que cobran.
El no circula sabatino, además de Tanya, es responsabilidad del propio Jefe de Gobierno, y sin chistar aceptó el consejo de su Secretaria del MA, echándose la soga al cuello.
Pero no sólo la prohibición de utilizar el coche 2 a 3 veces a la semana, sino que sus torpes obras por toda la ciudad han convertido a la CDMX en el estacionamiento más absurdo, grosero e irracional que capital alguna soporte y todo por falta de planeación, de nula calendarización de trabajos para no dañar el desplazamiento del automovilista.
Qué decir del torpe Reglamento de Tránsito, que en complicidad con los Diputados de la ALDF, aprobaron no una legislación vial, sino un castigo recaudatorio para “el marranito” de Mancera rumbo a la elección presidencial de 2018. Con este articulado legisladores y Jefe de Gobierno, maquinaron cómo argumentar el robo de dinero al automovilista y crearon las fotomultas y el radar de velocidad… y ¡bien que les salió! por la apatía y dejadez de los automovilistas que no protestaron y tampoco exigieron a sus “representantes” en la Asamblea Legislativa, derogar una disposición legaloide que –insisto- sólo tiene fines recaudatorios. Esta decisión mancerista lo apabulló y perdió simpatía de millones de votantes que lo llevaron al Zócalo.
La acción que inició la caída de su imagen fue su falta de decisión para someter, detener y en su caso juzgar a su antecesor Marcelo Ebrard Cassaubón, por el fraude –demostrado- de la inútil y costosísima Línea 12 del Metro, la Línea Dorada, que creyó Marcelo, lo catapultaría a la presidencia de México.
La tibieza, falta de carácter o complicidad con su ex jefe, demostró que Mancera no estaba hecho para gobernar la ciudad más importante del país. En su cara le viajero frecuente o pseudo ciudadano parisino, se burló no sólo de MAM sino de los mexicanos pues su corrupción se convirtió en impunidad y “el carnal” sigue rampante viviendo en París.
Y no sólo engañó a Mancera, sino al gobierno federal, pues para la construcción de la Línea 12 del Metro, éste lo financió con dos mil millones de pesos, dinero defraudado por el que la autoridad federal no lo ha requerido por desfalco.
Para los más de 450 mil usuarios diarios de la L12, que por más de un año padecieron los riesgos e incomodidades del cierre parcial de la ruta, Mancera perdió la oportunidad de legitimar su gobierno, pues debió meter a la cárcel a Ebrard, pero ¡le faltaron tamaños! para hacerlo. Se cayó su autoridad e imagen.
Y a casi tres años de que concluya su gestión, el “sin partido” tiró la toalla de la CDMX y se ocupa ahora de su campaña política rumbo a la presidencial de 2018, violentando la Constitución y las leyes de la Ciudad, las que protestó al asumir el cargo, pues no cumple la encomienda por adelantarse a los tiempos.
Todo este escenario es prueba fehaciente de la crisis que Mancera y sus colaboradores tienen sumida a la capital de la república.
¿En dónde quedó ese ex procurador de justicia que arrastró afecto, simpatía y votos? ¿Por qué cambió su amplia imagen, para buscar la presidencia de México, sabedor de que sólo lo conocen en el DF y algunos Estados? No cumplió con su promesa de elevar la calidad de vida de los capitalinos, y en cambio los tiene expuestos a la inseguridad, multas por todos lados, verificaciones vehiculares costosas que impiden el usufructo del coche hasta 3 días a la semana.
En dónde perdió la brújula o el camino. Ya está solo a estas alturas de su sexenio. Varios de sus colaboradores andan en campaña, mientras más de 10 millones de capitalinos viven en la zozobra, en la incertidumbre, en la inseguridad de que en cualquier día serán víctima de un asalto, secuestro, violación, multas de tránsito y de parquímetro, mientras los gobernantes sólo tienen en la mira 2018.
Si esto no es crisis, entonces ¿cómo se llama?
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)