domingo, diciembre 22, 2024 - 3:25 pm
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Desmantelar la corrupción en el Poder Judicial de Chihuahua

  • Desmantelar el sistema de corrupción en Chihuahua es un trabajo para cinco años de gobierno y nada garantiza que ese desmantelamiento durará si llegara a ganar nuevamente el PRI
  • /Por Héctor Pérez Estrada/

hector perezHoy no solo escribo un artículo sino que el mismo tiene ideas muy básicas para atacar la corrupción en el poder judicial de Chihuahua. No solo lo redacto sino que lo enviaré a quien debe saber que no desmantelar la corrupción en este medio puede traer consecuencias muy graves.

Levantar a Chihuahua de los graves daños que el gobierno de Duarte ha ocasionado será una labor titánica.

Desmantelar el sistema de corrupción en Chihuahua es un trabajo para cinco años de gobierno y nada garantiza que ese desmantelamiento durará si llegara a ganar nuevamente el pri.

Tres ejes son fundamentales en el desmantelamiento: el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial.

Hablemos hoy del judicial.

La independencia del poder judicial respecto del ejecutivo debe ser real. El recuerdo vergonzoso de la gestión del Lic Salcido al frente del Poder Judicial nos alerta para que eso no vuelva a ocurrir. El poder judicial es una institución de contención de los abusos del poder y un garante de la justicia, si no es así, no cumple su misión. Un séquito de bufones y de agachados es innombrable y una vergüenza para el mundo de la justicia y la abogacía.

La primera responsabilidad para el desmantelamiento de la corrupción deberá ser el replanteamiento de una verdadera reforma al poder judicial. Hay que revisar todo y justamente para que el poder judicial sea la institución que proteja a los ciudadanos y para ello debe actuar sin miedo y el congreso local debe proveerlo de los medios para lo mismo. Ni debe temer al legislativo ni al ejecutivo, cuando bien sabido es que teme al mayoriteo de un legislativo controlado desde el ejecutivo y teme al ejecutivo que a través del legislativo puede intervenir para cooptar y someter al poder judicial. Sin libertad real el poder judicial no puede volar.

La pasada y reciente reforma judicial dejó un mal sabor de boca.

Pero siendo el poder judicial una víctima también ha aprendido a ser un victimario.

Dentro del mismo se requiere la formación de un centro de inteligencia y de asuntos internos, CIAI, con personal capaz de obtener información y contextualizarla para encontrar bodrios de corrupción que dañan y dañen la función propia del supremo tribunal.  ¿A que me refiero?

—Tener expedientes claros de trabajo que acrediten a los funcionarios como leales servidores de la ley.

—Investigar cuales son los jueces y magistrados que han estado mas ligados al gobierno de César Duarte y en que asuntos del interés del Gobernador han intervenido.

—Mostrar mucho interés y si es posible mantener bajo permanente vigilancia a la Oficialía de turnos por audiencia que es la institución a través de la cual se introducirán acciones jurídicas normales pero también desestabilizadoras y operadas por personajes tricolores con influencia y con relaciones y se turnarán igualmente a algunos jueces, no a todos afortunadamente, comprometidos de tiempo atrás con los gobiernos corruptos tricolores.

—Detectar tráficos de influencia de viejos litigantes y ex funcionarios ligados a los gobiernos priístas con jueces y magistrados, que con litigio de oídas pueden conseguir cualquier cosa

—Revisar la preparación en el nuevo sistema de justicia de los jóvenes que se inician como jueces y escuchar a los otros abogados que no han promovido y que son mas independientes.

—Revisar a los funcionarios que llevan apellidos conocidos por la paternidad y son hijos de viejos abogados y militantes tricolores, que han accedido a las estructuras del supremo tribunal, en parte por méritos y en parte por influencias, desplazando a otros con mas competencia.

Cualquier gobierno cualquier transición política necesita la labor de la inteligencia política para evitar problemas de seguridad nacional y otros. Claro está pues que un poder judicial, como el de Chihuahua, que tiene una buena infraestructura inmobiliaria aunque también envuelta en la jiribilla del diezmo, necesita una labor de inteligencia política y un trabajo de asuntos internos, para que cumpla su misión y para que no sea una puerta de entrada a provocarle al nuevo gobierno de Javier Corral un terrorismo legaloide y desestabilizador.

Bienvenido al CIAI. Es mi propuesta.

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