- Existen 55 locales en el mercado Roma, seccionados en 6 categorìas y en dos pisos. Sin embargo, ni los ingredientes, ni los productos finales son estrictamente mexicanos, es por eso que se pueden encontrar falafels a un lado de los tacos de barbacoa, en frente de las pastas hechas a mano y atràs de la librerìa Porrúa
- /Por María Fernanda Cortez, Pamela Piacente, Ramón San Andrés y Dulce Fabiola Vega/
A veces no nos damos cuenta, pero el mercadear es tan antiguo como la misma agricultura, la ganadería y la domesticación. Los mercados han evolucionado a formas que en su momento pudieron ser inimaginables, y facilitan el intercambio de bienes y ayudan a la obtención de ciertos deseos o necesidades que igualmente han ido cambiando con el paso del tiempo, pero que en esencia mantienen un común denominador: alimentos y herramientas.
Los tipos de mercados a los que casi cualquier habitante de la ciudad de México tiene acceso pueden ser desde el más tradicional mercado delegacional, los modernos complejos con supermercados y tiendas departamentales o los omnipresentes mercados virtuales que llevamos en la palma de nuestra mano gracias a las tecnologías de la comunicación.
Sin embargo, el mercado de la colonia Roma al que hoy nos referimos, corresponde a una combinación de un lugar con un concepto tradicional mezclado con un mundo inmerso en la moda, el diseño y el gourmet. Es el lugar donde el mercado deja de ser un lugar de simple abastecimiento de productos, es el punto de reunión donde según la experiencia de los clientes, sean vecinos, caminantes y turistas, se abastece de buenas charlas, cómodos ambientes y caprichos culinarios.
La leyenda antes de la Leyenda
Actualmente en la calle de Querétaro 225, colonia Roma, encontramos un edificio que resalta entre las antiguas pero elegantes construcciones de la colonia. De colores y estructura llamativa, es difícil que el transeúnte no se sienta atraído por el aura, aromas y texturas del lugar, y que esto irremediablemente le provoque aventurarse a recorrer puesto por puesto.
Pero esta sensación de magnetismo en la gente no es algo nuevo para aquel terreno, ya que a pesar de la corta edad de Mercado Roma, el cual fue inaugurado en junio del 2014, aquel pedacito de calle ya tenía muchas historias que contar.
A mediados de los años 70, hasta principios de 2013, ahí habitaba el bar “Gran León”, el cual es en gran medida recordado por las escenas que ahí se grabaron de la famosa película protagonizada por Héctor Suárez, “El mil usos”; y por otras tantas como “Hotel” o “Las glorias del Gran Púas”. Pero especialmente, lo que volvió emblemático a aquél salón de baile fue su mismo propietario, el conocido músico Pepe Arévalo, quien bajo el dicho de “la rumba es cultura”, casi a diario amenizaba el lugar junto a su conjunto musical, Pepe Arévalo y sus mulatos.
En aquellas épocas el ambiente bohemio, las largas sesiones de música cubana y las bebidas alcohólicas volvieron a este lugar el punto de encuentro consentido de muchos intelectuales, empresarios y famosos. Se rumora que acudían personalidades como Carlos Monsivais, Gonzalo Celorio, Arturo Ripstein, e incluso Emilio “el Tigre” Azcárraga.
Finalmente, como dice el dicho, todo por servir se acaba, y encontrándose olvidado y visiblemente decadente, el bar Gran León decidió cerrar sus puertas.
De esta manera, fue como en un proceso de renovación urbana, parte de la familia Sacal, todos empresarios mexicanos, después de visitar grandes mercados de varios países del mundo y principalmente inspirados por el de San Miguel en Madrid, decidieron establecer en aquel espacio olvidado un mercado que pudiera alojar a lo más selecto del ámbito gastronómico mexicano bajo un solo techo.
Lo increíble es que a pesar del paso del tiempo, los cambios, el nuevo giro del lugar y las mil diferencias que pudiéramos encontrar entre El Gran León y Mercado Roma, una característica muy visible se mantiene, ambos representan un centro importante de reunión de socialités, empresarios, personalidades de la farándula y curiosos que quieren vivir en carne propia el lifestyle de la emblemática colonia Roma
Arquitectura en tendencia
Michel Rojkind y Gerardo Salinas idearon el proyecto sobre un área de 1750 metros cuadrados. Beatriz dueña de local “villa de patos” menciona que al llegar al lugar se le hizo de arquitectura bastante peculiar, por lo que decidió preguntar porque el diseño era así “Me explicaron que el objetivo era generar un sentido de comunidad y colaboración al menos entre los que estamos aquí, normalmente no nos compramos entre nosotros, pero si a alguien se le acaba el azúcar o las servilletas en alguna emergencia, claro que estamos dispuestos a ayudarnos”.
Pasillos estrechos donde predominan los colores negro y naranja zigzaguean y recorren todo lo largo y ancho de la locación, haciendo cada rincón, por mínimo que sea, un espacio lleno de diseño y arquitectura mezclados con modernidad y vanguardia. El mercado alberga la mayoría de sus marcas en la primer planta, mientras que segunda y tercer planta dan lugar a un restaurante y un bar, respectivamente.
La uniformidad del estilo que propone Mercado Roma de punta a punta, también innova con elementos y tendencias dignas de una ciudad moderna y ambiciones de sustentabilidad. Al fondo del mercado, este cuenta con un tragaluz y un huerto vertical que efectivamente ofrece productos que al madurar son puestos a la venta. Además, el mercado cuenta con una serie de bancos comunales donde los asistentes pueden disfrutar tranquilamente de sus alimentos.
Sociedad y mercadeo, siempre de la mano
Tan sólo en la Ciudad de México hay 329 mercados de barrio. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico, generan una derrama económica de 6,000 millones de pesos al año. De hecho se estima que 46% de las familias mexicanas consumen prioritariamente en mercados de barrio, mercados sobre ruedas y tianguis.
Se han creado 250 empleos directos con la puesta en marcha del proyecto; sin embargo, más allá de las cifras y las expectativas de facturación, la prioridad es el impacto social. El impacto no sólo es al interior del mercado. Se prevé que el proyecto de Mercado Roma ayude al mejoramiento de la calle de Querétaro a lo largo del paso de los años.
El proyecto del Mercado Roma se empezó a gestionar hace dos años. El primer paso fue buscar un lugar que pudiera albergar el concepto, que sería desarrollado por el despacho del arquitecto Michel Rojkind; la mayor inversión en la constitución del mercado se concentró en el diseño.
Se espera que el diseño del mercado sea el creador principal del buen impacto social que se planeó para el lugar. Las críticas vecinal es diversa aunque en su mayoría buena, quizá el Mercado Roma no genere empleos pero si ayuda al tránsito de posibles clientes en toda la calle que de una u otra manera, beneficia a la colonia, aseguraron vecinos del lugar.
Una de las características del mercado es que es común encontrar personalidades del radio, la televisión e incluso redes sociales, comiendo y conviviendo con sus conocidos dentro del recinto. En entrevista con el comediante de stand up, Alex Marín y Kall, él refiere como vecino de la Roma la comodidad que significa tener marcas reconocidas compiladas dentro de un mismo lugar, ya que esto aumenta la calidad de vida dentro de la zona, y por ende la plusvalía de la misma.
La cocina es su alma
Café, pan, fruta, tacos, cocteles, vino… El mercado roma cuenta con un espacio gourmet para saciar cada antojo e incluso nuevas necesidades como el veganismo. La promesa es clara: productos artesanales y de calidad notable, elaborados por locales con el objetivo de ser una plataforma de despegue para la gastronomìa mexicana.
Existen 55 locales en el mercado Roma, seccionados en 6 categorìas y en dos pisos. Sin embargo, ni los ingredientes, ni los productos finales son estrictamente mexicanos, es por eso que se pueden encontrar falafels a un lado de los tacos de barbacoa, en frente de las pastas hechas a mano y atràs de la librerìa Porrua.
La variedad de productos ofrecidos es la propuesta de valor; no existen dos locales que ofrezcan los mismos platillos o productos y los establecimientos estàn ahì gracias a que son destacados en su categorìa.
Nacionales como la Panaderìa Da Silva, la chocolaterìa Què Bo!, Villa de Patos y Tinto Mx, entre otros, ponen en alto a la gastronomìa mexicana desde una perspectiva diferente, sin los tìpicos platillos.
Ademàs, la terraza del Beer Garden o Biergarten, llamado asì porque fue inspirado en los tìpicos lugares alemanes, resulta ser un ambiente agradable para pasar el tiempo con la familia y amigos, degustando diferentes productos de la industria cervecera mexicana sin olvidarse de los cócteles que tambièn ofrecen.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta una situación al acudir al Mercado Roma: el horario; se debe procurar llegar temprano, sobre todo en fin de semana para alcanzar mejor trato y producto; principalmente de los que se producen y consumen ahì mismo. Además de armarse de paciencia para encontrar un sitio dònde sentarse a degustar los platillos que ofrecen en el Mercado Roma.
Finalmente, Mercado Roma tiene algo que tanto quienes lo apoyan como sus detractores no pueden negar: éxito.
Es por eso que tanto medios de comunicación como personalidades de la farándula, e incluso los vecinos, lo han consagrado como un punto de reunión, un nuevo emblema de aquella colonia que después del olvido está resurgiendo como el centro de las tendencias modernas y poder económico de México.
Si bien no es del agrado de todos, atreverse a conocerlo, tener la paciencia para recorrer pasillo por pasillo, negocio por negocio, le dará al paseante la visión de una nueva cara de la Ciudad de México, la ciudad llena de contrastes en la que el concepto más antiguo y populachero se torna en tendencia y símbolo de la modernidad arquitectónica y gastronómica de talla mundial.
