domingo, noviembre 24, 2024 - 10:50 am
InicioOpiniónEntresemana¿Quién teme a Elba Esther?

¿Quién teme a Elba Esther?

  • ¿En qué momento Osorio Chong rompió con la maestra? Porque, cuando diputado federal en la LIX Legislatura federal, el hidalguense formó parte del equipo de la maestra, perteneció a lo que se conoce como “la burbuja”, integrada por los diputados federales más cercanos y de mayor confianza

/MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN/

Moisés Sánchez Limón
Moisés Sánchez Limón

La frase juarista “a mis amigos: justicia y gracia; a mis enemigos: justicia a secas”, se convirtió en praxis del poder presidencial desde aquellos días decimonónicos en los gobiernos que siguieron al de Benito Juárez.

Empero, verdad de Perogrullo, la evidencia se arrastra desde los mismos tiempos en que un puñado de individuos se encumbró en el poder e hizo de la justicia un mecanismo de cobro de cuentas pendientes, facturas firmadas en pactos de sangre y hermandades que se rompieron presionadas por el usufructo del poder por el poder mismo.

Casos hay tantos como para elaborar un compendio de los eufemísticamente llamados ladrones de cuello blanco, es decir, prohombres del poder público y privado que han sustanciado las páginas policiacas y cientos de miles de fojas de averiguaciones previas, la mayoría de éstas han ido a dormir en el archivo no muerto como se asume esta frase, porque quedan en espera de ser utilizados y reabierta la investigación para proceder si el momento político lo requiere.

Hay políticos que sucumbieron a la embestida del cobro de facturas, sujetos de esa parte de la frase juarista y recibieron justicia a secas, que al final de cuentas fue injusticia porque el aparato judicial del Estado los procesó y sentenció sin mayor fundamento que la acusación redactada por los amanuenses al servicio del poder, serviles del Poder Judicial sometido al Ejecutivo Federal, por obra y gracia del Gran Tlatoani sexenal.

Desde el ingeniero Jorge Díaz Serrano que fue desaforado por el Senado en obediencia de la orden presidencial, para demostrar que la tesis sustentada en el slogan “la Renovación Moral de la Sociedad” iba en serio. Fue, como se evidenció a lo largo del proceso al que fue sujeto el senador Díaz Serrano, ex director de Pemex, un despropósito que evidenció la facilidad con la que la justicia se prostituye cuando sirve al interés político para cobrar afrentas personales.

Y qué decir del caso de Joaquín “La Quina” Hernández Galicia, a quien le sembraron el cadáver de un agente del Ministerio Público para inculparlo de homicidio además de acopio de armas. El hasta ese momento –enero de 1989—poderoso dirigente petrolero pagó cara su osadía de enfrentarse al gobierno que lo cobijó y encumbró como cacique sindical, al grado de operar electoralmente contra el candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari,

Lo interesante es identificar a los amigos a quienes la justicia les ha sido aplicada pero con el ingrediente de la gracia, de suerte que han sido medio delincuentes y medio castigados o de plano cubiertos con el manto de la impunidad ordenada desde los altos niveles del gobierno federal.

La vox populi junto con evidencias documentales y físicas, como eso de ostentar la riqueza nunca ganada con el salario devengado, ha señalado –en los tiempos de la actual administración– a personajes como los dirigentes sindicales Carlos Romero Deschamps y Víctor Flores, o el ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero y el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Amigos o cómplices, operadores políticos cuyo servicio se paga con la impunidad como la que recibe a trasmano Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila.

Y llama la atención la rapidez con la que se instaló la Comisión Instructora de la Cámara de Diputados para iniciar el proceso de desafuero de la diputada del Congreso de Sinaloa, Lucero Guadalupe Sánchez López, para proceder penalmente en su contra por el delito de presunta falsificación de documentos oficiales, cuando el factor es el cobro de la afrenta porque es compañera sentimental del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, mas éste no es delito.

Hay saña política con uso del procedimiento legal. ¿Por qué no enjuiciar con la misma prioridad al gobernador de Veracruz? ¿Por qué no se ha procedido contra el ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero? ¿Por qué no se investiga al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin? ¿Por qué Humberto Moreira –beneficiario del poder de la maestra Elba Esther Gordillo—ha librado todos los cargos de los que se le acusa?

Ni hablar, en este escenario es burda la aplicación de la justicia a secas a la maestra Gordillo.

Expulsada del PRI desde el 13 de julio de 2006, la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, guardadas las diferencias, tuvo una postura similar a la de Hernández Galicia y se enfrentó al partido que la encumbró y pretendió negociar para el partido que fundó, Nueva Alianza, lo que el PVEM ha sabido explotar sustancialmente.

Sí, desde febrero de 2013, fue despojada del poder que construyó cuando en 1989 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari le entregó el control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Y cuando en la LIX Legislatura federal pretendió congraciarse con el presidente Vicente Fox, entonces marcó la temporalidad de su mandato; beneficiada por el foxismo y el calderonismo, mantuvo ya fuera del PRI el apoyo y amistad de distinguidos priistas y gobernadores, como Fidel Herrera Beltrán, Humberto Moreira e incluso del por esos días gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Vaya, incluso fue invitada al último informe del entonces gobernador del estado de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, con quien mantenía estrecha amistad, tanta que aceptó estar en esa primera fila, el lunes 14 de mayo de 2011, en la que estaban Peña Nieto, Beatriz Paredes Rangel, Manlio Fabio Beltrones, Humberto Moreira, Emilio Gamboa Patrón, la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, el gobernador de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez y otros disntinguidos priistas, incluso el panista Rafael Moreno Valle Rosas.

En esos días, cuando el futuro de Osorio Chong estaba marcado en el equipo de Peña Nieto, se imaginó que la negociación del aún gobernador del estado de Hidalgo con la presidenta del CEN del SNTE, implicaría alianza con el PRI y votos del magisterio para Peña Nieto.

Cuentan que la maestra pidió más de lo negociable y, entonces, esa parte de la frase juarista de la justicia a secas comenzó a tomar forma de manera muy privada, tanto que cuando fue detenida en el aeropuerto de Toluca, el en ese momento procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, no sabía del operativo y sólo se enteró de éste cuando se había consumado.

¿En qué momento Osorio Chong rompió con la maestra? Porque, cuando diputado federal en la LIX Legislatura federal, el hidalguense formó parte del equipo de la maestra, perteneció a lo que se conoce como “la burbuja”, integrada por los diputados federales más cercanos y de mayor confianza e influencia con el coordinador de la bancada, y en esos días Elba Esther Gordillo era la coordinadora, quien mantenía severas diferencias con Manlio Fabio Beltrones.

Tal vez por eso se pueden entender algunas de las más recientes decisiones tomadas en el ámbito de la dirigencia nacional del PRI, en ciertas candidaturas a los gobiernos estatales que se dirimirán el 5 de junio próximo.

La maestra Gordillo ha cerrado el ciclo político. ¿Por qué la saña? ¿Quién le tiene miedo si ya la despojaron del poder que tuvo? No, es ésta defensa oficiosa, es elemental sentido común de la praxis política. Conste.

LUNES. Con su venia, retorno el próximo lunes 28. Digo.

[email protected]

[email protected]

www.entresemana.mx

@msanchezlimon

Vanguardia en línea

POST RELACIONADOS

Nuevos post