MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Recibido con fecha 30 de noviembre de 2015 por “Juan” –de ese tamaño es la seriedad que le dieron al documento– a las cinco de la tarde con cuarenta minutos en la “Secretaría Técnica de la Oficina del C. Secretario (de la Función Pública, Virgilio Andrade Martínez)”, el oficio número GPM/NRNG/090/2015, en papel membretado de la “Dip. Norma Rocío Nahle García”, “Coordinadora del Grupo Parlamentario MORENA”, cuya firma aparece al calce, es una solicitud cuya ligereza dista de un fundamento de interés social y se inserta como una de esas puntadas de la picaresca política mexicana. Veamos.
Con evidente desconocimiento de los procedimientos de ley, a nombre de los 35 diputados que integran la fracción parlamentaria de Morena en la LXIII Legislatura –la mayoría de ellos novatos en asuntos legislativos–, incluso la experiencia de la ingeniera Nahle García se reduce a haber sido asesora de la Comisión de Energía en dos legislaturas (LIX y LXI) de la Cámara de Diputados y, en la LXII, del Senado, solicita al secretario de la Función Pública una autorización que debió haber requerido al general de brigada Roberto F. Miranda Moreno, jefe del Estado Mayor Presidencial o, en todo caso, a quien es su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto.
Y es que, con fecha 30 de noviembre, en el documento dirigido al “LIC. VIRGILIO ANDRADE MARTÍNEZ”, la diputada Nahle García asienta:
“Por medio de la presente le hago llegar una solicitud expresa para que se nos den las facilidades a los treinta y cinco Diputados Federales del Grupo Parlamentario de Morena para una visita guiada al Avión Presidencial recientemente adquirido, mismo que llegará en el mes de diciembre; esto con fundamento y en cumplimiento a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.
“Cabe señalar que una de las principales funciones de los Legisladores es la de etiquetar el Presupuesto de Egresos de la Federación y dar seguimiento al gasto aprobado, razón por la cual solicito de la manera más atenta tenga a bien dar una pronta respuesta a la presente.
“Sin otro particular aprovecho la ocasión para enviar un cordial saludo.”
El oficio marca copia para el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
¿Visita guiada? ¿Simple morbo, o real interés por saber cómo se erogaron recursos públicos en la adquisición de un avión con tecnología de punta para el servicio del Presidente de la República en turno, durante el tiempo de vida técnica, mecánica y lo que usted sugiera del avión presidencial?
¿La ingeniera Nahle o alguno de los restantes 34 diputados tienes conocimientos suficientes para, a partir de una visita guiada, deducir cuánto costó, por citar un ejemplo, la tapicería de los asientos de la aeronave? ¿Sabrá distinguir alguno de estos diputados federales de Morena entre una turbina General Electric y una Rolls Royce?
Sí, como cualquier ciudadano, hay interés por saber todo respecto de este avión e incluso darse una vueltecita, digamos corta entre el DF y Acapulco, para no ser demasiado abusivos y sentarse en uno de esos asientos que, sin duda, su valor serviría para alimentar por unos meses a una familia de los arrabales de Valle de Chalco.
Pero, bueno, eso trasciende a la materia de interés legislativo porque, lo habíamos dicho, los 35 diputados federales de Movimiento Regeneración Nacional están decididos a ir a todas en esta estrategia de colgarse de todo asunto político que, en buen romance, se llama oportunismo pueril, aunque a la larga pretenden dejar sentado que son legisladores preocupados por todo aquello que interesa a los ciudadanos.
Y, vaya, si les niegan el acceso a esa aeronave –que, cuestión de avances tecnológicos en materia aeronáutica, es una garantía en la seguridad del Presidente de la República y de la comitiva que lo acompaña en sus giras dentro y fuera del país– y entonces alzarán la voz y, al unísono de Andrés Manuel López Obrador –júrelo usted—acusarán que la mafia del poder oculta un gasto insultante para millones de mexicanos jodidos.
Así, simplonamente y conforme con la praxis del señor López, cualquiera se sumaría a la indignación de estos próceres a quienes les fuese negada la visita guiada por el interior del avión presidencial, el nuevo TP01 que entrará en operación en breve.
Pero, vaya, hay una pregunta que no es simplona: ¿A quién interesa la seguridad del Presidente de la República?
Quiérase que no, simpatizante o malqueriente del mandatario federal en turno, la seguridad física de éste tiene una alta prioridad, es asunto de Estado porque, más allá del procedimiento legal para sustituirlo, en estos tiempos de convulsión social, su ausencia generaría una crisis política.
¿Sabrán estos nóveles diputados impuestos por Andrés Manuel de qué tipo han sido las aeronaves utilizadas por los presidentes de la república desde mediados del siglo pasado, por citar un tiempo? ¿Sabrán que un avión presidencial, el bautizado “Francisco Zarco” porque en este viajaban los reporteros, se estrelló en Chicago, luego de haber sido sometido a mantenimiento?
Por supuesto, aeronaves como la que sustituirá al TPO1 en funciones, tienen alto costo. Pero el Presidente, debido a su investidura y agenda de trabajo, no puede viajar en línea comercial, amén de que los costos, sumándole comitiva del gabinete y de prensa, serían altísimos. Además, la seguridad del mandatario no es enchílame otra. He cubierto las actividades de cuatro presidentes y me consta lo que refiero.
Eso, así de sencillo, debe conocerlo el diputado de Morena, Virgilio Caballero. ¿Por qué dejó que su coordinadora hiciera el ridículo con su solicitud a su tocayo secretario de la Función Pública, cuando ésta –pese a lo pueril de la visita guiada—debió haberse hecho al responsable de la flota aérea presidencial, es decir, al jefe del Estado Mayor Presidencial? Ni hablar, por sus obras los conoceréis. El chiste, el chiste, es ir a todas con tal de aparecer salvador de la democracia. Conste.
MIÉRCOLES. Vayamos a asuntos de mejor talante. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, invita a la ciudadanía a conocer más sobre el sistema satelital mexicano y los múltiples beneficios que ofrece la tecnología satelital de vanguardia tanto a las agencias de seguridad nacional como a los organismos de protección civil en situaciones de emergencia.
Algo que quizá usted no sabe, es que el Sistema Satelital Mexicano está conformado por los satélites Bicentenario y el Morelos 3, los cuales tendrán una vida útil de 15 años y serán operados por ingenieros mexicanos desde los centros de control instalados en Iztapalapa en el D.F y en Hermosillo, Sonora.
Las exposiciones, promovidas por la Dirección General de Comunicación Social de la SCT, pueden verse desde hoy y hasta fines de febrero en la galería abierta de la Calzada de la Juventud Heroica, en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, entre la Estela de Luz y el Monumento a los Niños Héroes así como en el túnel de la ciencia del metro La Raza. No se las pierda. Digo.
@msanchezlimon
Vanguardia Digital