- La “atmósfera de una Tercera Guerra Mundial” según expresa el clero, sangre inocente en los recientes atentados sufridos en Francia, padres que velan con gran dolor a sus hijos, el obscuro juego del poder que tanta destrucción ha dejado en la humanidad, angustia mediática constantemente transmitida al público, mientras que los huérfanos en valores se multiplican y detrás del telón… algo en lo oculto sucede
/Por Glen Rodrigo Magaña/
Ciudad fundada por los romanos hace aproximadamente dos milenios y que entre su diversa arquitectura cuenta con la medieval Torre de Londres, así como algunas otras antiguas edificaciones estilo Tudor; el barroco inglés de su hermosa Catedral de San Pablo; el elegante estilo clasicista-neoclásico del Palacio de Buckingham, que por cierto, cuya construcción duró más de una centuria; una de las primeras pinacotecas europeas, el muy visitado Museo Británico o el levadizo Puente de la Torre, magna obra de Sir Horace Jones. Además, nuestra maravilla arquitectónica para este artículo homoespaciero es una famosa torre ubicada en el Palacio de Westminster, mejor conocido como “El Parlamento” y que muchos ubican a esta edificación por su campana Big Ben, pero su nombre oficial por muchos años fue la Torre del Reloj, hasta que el 26 de junio de 2012, los miembros del parlamento deciden llamarlo… Torre Isabel.
La “atmósfera de una Tercera Guerra Mundial” según expresa el clero, sangre inocente en los recientes atentados sufridos en Francia, padres que velan con gran dolor a sus hijos, el obscuro juego del poder que tanta destrucción ha dejado en la humanidad, angustia mediática constantemente transmitida al público, mientras que los huérfanos en valores se multiplican y detrás del telón… algo en lo oculto sucede.
El filtro de la desconfianza en el corazón de los pueblos, el pánico que alista su acto, los lamentos afinan su cántico y, en escena, la incertidumbre secuestra las miradas del mundo. Esperemos que el presente aprenda que el mal juicio del pasado no es el camino y que el futuro, escriba una historia diferente… al tiempo.
Retomando nuestro tema, viajemos a las edificaciones londinenses medievales, neoclásicas, barrocas y góticas, entre las letras de esta cuarta entrega sobre las maravillas arquitectónicas, donde conoceremos algo de la historia de esta emblemática metrópoli británica, algunas de sus construcciones y uno de sus principales símbolos… la Torre Isabel del Palacio de Westminster.
Londinium, población de britanos fundada en el año 43 d.C. por los romanos; en el siglo VII, dentro de la era anglosajona fue nombrada como Ealdwic o “Ciudad Vieja”, actualmente Ciudad de Westminster, municipio de Londres y que en el siglo XI, el Rey Eduardo el Confesor construyera gran parte de Westminster y que sería la principal zona gubernamental. También cuenta con la residencia real, al dejar a Londres como localidad vecina, pero mejor dejemos que algunas de sus edificaciones nos platiquen el resto de la historia.
–Torre de Londres: Después del triunfo de la batalla de Hastings, el duque de Normandía, Guillermo, fue coronado Rey de Inglaterra en la recién acabada Abadía de Westminster en 1066 y fue quien ordenó levantar la Torre de Londres en el sureste de la ciudad, aunque su ampliación fue realizada bajo el mandato de otros monarcas como Ricardo Corazón de León, Enrique III y Eduardo I en el periodo del siglo XII y XIII.
Respecto a su uso, este antiguo castillo medieval ha servido como armería, Casa de Moneda, casa de fieras y hasta casa de las joyas de la Corona de Reino Unido, pero lo más popular es cuando en el siglo XVI y XVII se utilizó como prisión, lo que sirvió de inspiración para que varios escritores de la época relataran historias de tortura o muerte, aunque durante este lapso solo siete personas fallecieron en este conjunto arquitectónico y que, desde 1998, pertenece al listado de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
–Catedral de San Pablo: Ubicada en el punto más alto de la ciudad, este templo anglicano data del año 604 de nuestra era, fue reconstruida por el arquitecto Sir Christopher Wren tras un incendio ocurrido a finales del siglo XVII, quien concluyó la obra en 1710. La belleza de la catedral estilo barroco inglés, la conforman sus dos torres de 158 metros de longitud, 111 de altura y, en medio de estas, una enorme cúpula de 34 metros de diámetro.
–Palacio de Buckingham: Residencia oficial del monarca británico, originalmente fue el petit hotel Buckingham House, construido para el Duque de Buckingham en 1703 y adquirido en 1762 por el Rey Jorge III, Su ampliación fue realizada por los arquitectos John Nash y Edward Blore, el resultado, es el bello paisajismo en sus jardines, su elegante diseño gótico. En el interior destaca el lapislázuli azul y rosa de sus escalinatas, la decoración crema y dorada de la Belle Époque, así como el conjunto de las obras artísticas de su Royal Collection.
–Museo Británico: El segundo más visitado del mundo, ya que supera 6 millones de accesos anuales, inaugurado el 15 de enero de 1759, este espacio cultural alberga más de siete millones de obras procedentes de los cinco continentes, su estilo arquitectónico es neoclásico y cuenta con la sala de lectura más grande ubicada en su Biblioteca Británica.
–Puente de la Torre: Sir Horance Jones es el autor de este emblemático puente levadizo londinense, quien al competir con otros cincuenta diseños, en 1884, el suyo fue aprobado por un comité especial. La magna obra mide 244 metros de largo, siete metros de ancho, cuenta con dos torres de 65 metros de altura y un dato curioso, es que su sistema hidráulico original se sigue utilizando, aunque en vez de utilizar agua a presión, ahora se usa aceite y las máquinas de vapor fueron sustituidas por motores eléctricos.
Palacio de Westminster… un histórico Parlamento
La región donde se ubica la actual Ciudad de Westminster, fue conocida en la edad media como Thorney Island. Estas tierras se cree que formaron parte de la residencia real de Canuto el Grande, hijo del Rey vikingo de Dinamarca, Noruega e Inglaterra Svend «Tveskjaeg» Haraldsson, del periodo de 1016 a 1035. Tiempo después, el Rey Eduardo el Confesor manda construir el Palacio y la Abadía Westminister entre los años 1045 y 1050, Guillermo II edifica el Gran Salón en 1097, y en 1295 se reunió en este sitio el primer Parlamento oficial de Inglaterra con sus jóvenes cámaras, que hasta la actualidad conservan sus nombres…. la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes.
Durante varios siglos, el Palacio funcionó como residencia real, hasta que en 1530, el Rey Enrique VIII adquiere el Palacio de York del Lord Canciller Thomas Wolsey, quien lo nombró como Palacio de Whitehall, residencia principal de los reyes ingleses en Londres de 1530 a 1698 cuando fue destruido por el fuego.
Otro incendio, pero en el Palacio de Westminster el 16 de octubre de 1834, destruyó casi toda la edificación, solo sobrevivieron el Salón Westminster, la Torre de la Joya, la cripta de la Capilla de St. Stephen y los claustros, lo que provocó que una Comisión Real abriera una convocatoria para la reconstrucción del recinto y fue como después de analizar cerca de cien propuestas, eligieran la del arquitecto Charles Barry en 1836.
El diseño gótico de Barry fue asesorado por uno de los maestros en este estilo, el arquitecto Agustus Pugin, quien inició la reconstrucción el 27 de agosto de 1840, misma que culminó en 1865, cinco años después de la muerte de Charles Barry.
La mampostería original de este Parlamento británico, fue con piedra caliza Astone, de color arena, proveniente de una villa de South Yorkshire llamada Aston, aunque por su desmoronamiento en 1928, se tuvo que cambiar por una caliza piedra color miel llamada Clipsham, mientras que por su parte los distintos jardines son un claro ejemplo del paisajismo británico.
El interior del palacio, es otro tema, ya que cuenta con cerca de mil cien habitaciones, cien escaleras y cinco kilómetros de pasillos. En total son cuatro plantas con varias oficinas, comedores y hasta bares, pero en el primer piso es donde ocurre la magia… ya que aquí se ubican El Salón de la Toga (Robing Room), la Galería Real (Royal Gallery), la Cámara del Príncipe (Prince’s Chamber), la roja Cámara de los Lores (Lords’ Chamber), el Vestíbulo de la Nobleza (Peers’ Lobby), el Vestíbulo Central (Central Lobby), el Vestíbulo de los Miembros (Members’ Lobby) y la verde Cámara de los Comunes (Commons’ Chamber).
Las torres son otro de los sellos del palacio, cuenta con cuatro: la Torre Victoria que es la más alta, la Torre Central con 91 metros de altura; una pequeña torre medieval, que es la única que se conserva de aquella época en este parlamento y la más icónica de todas… la Torre Isabel.
La maravilla…
Oficialmente desde 2012 fue nombrada como Torre Isabel, en homenaje al jubileo diamante de la Reina Isabel II, pero también es conocida como la Torre del Reloj o Torre de San Esteban y aunque erróneamente lo asociamos a su campana Big Ben, este símbolo arquitectónico de Londres cuenta con muchos datos poco conocidos.
La Torre, aunque contó con la dirección de Charles Barry, fue el arquitecto gótico Angustus Pugin quien la diseñó y que por cierto fue su último bosquejo, se rumora que después de entregar los planos a Barry, Pugin enloqueció al obsesionarse por este trabajo, y su fallecimiento fue provocado por un colapso mental en una “corte medieval” en la Gran Exposición de 1851. Cierto o no, esta emblemática arquitectura londinense contó también con la participación del abogado Edmund Beckett Denison y el Astrónomo Real George Biddell Airy, diseñadores de los enormes relojes y la construcción corrió a cargo del famoso relojero Edward John Dent y su hijastro Frederick Dent, quien completó el trabajo en 1854.
Los cuatro relojes han dado puntualmente la hora desde el 7 de septiembre de 1859 y cada una de las esferas de los relojes fueron diseño de Pugin, miden siete metros de diámetro y contienen 312 piezas de cristal opaco cada una. Otro dato, es que cada reloj lleva inscrita la leyenda “Dios guarde a nuestra Reina Victoria I”, aunque la torre se llame Isabel.
La torre mide 61 metros de altura, cuenta con 334 escalones, pero el acceder a su interior es privilegio solo para los ingleses, que deben solicitar por escrito a su representante en el Parlamento una visita guiada y muchas solicitudes tardan varios meses.
Históricamente la Torre Isabel ha soportado los bombardeos de los nazis en 1941, climas extremos y fue hasta el 5 de agosto de 1976 cuando presentó su primer avería. La asociación con su campana principal Big Ben es un tanto misteriosa, algunos afirman que este mote de uno de sus constructores, otros por el popular boxeador Ben Caunt. En fin, otra curiosidad es que la famosa Torre de Isabel se está inclinando, solamente esperemos que no compita algún día con la de Pisa.
Estimados lectores de Homo Espacios, como es tradición les comparto algunos enlaces en la web para que continúen ente viaje entintando londinense:
-Londres (Guía turística). https://youtu.be/jGg6PSDZrk4
-Londres (10 sitios que tienes que ver). https://youtu.be/3VLYiVrCDMY
-Palacio de Westminster (UNESCO). https://youtu.be/D_0Vcxur4ds
-¿Conoces el Big Ben?. https://youtu.be/WW3gan58P_Y
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