- La resolución de la corte en comento es gravísima porque si bien resuelve el conflicto de cuatro quejosos no viciosos, sienta un precedente para la legalización en todo el país como ya inició el fenómeno entre los perredistas que buscarán acciones igualmente legales para ello, sintiéndose estimulados por la mencionada resolución. Se abrió la puerta y ya hay muchos interesados, sobre todo de la izquierda mexicana, en seguir por esa vía
/Por Héctor Pérez Estrada/
La resolución de la corte en el sentido de legalizar o permitir el uso de la droga para fines lúdicos a cuatro sujetos con el carácter de quejosos. sin pretenderlo, pondrá en el escenario y de hecho ya está: una discusión de fondo sobre la libertad individual y la función de la suprema corte de justicia y por ende, de los poderes judiciales en los Estados.
Tenemos que entrarle con lógica a estos temas, prescindiendo de momento de argumentos ideológicos e incluso religiosos.
Veamos en el estricto terreno de la lógica.
El Derecho es una ciencia que la academia y los abogados sabemos bien que obedece la función de dirimir la problemática entre los seres humanos y las instituciones para que la sociedad se mantenga resguardada. Si el derecho resuelve una controversia de un particular en favor o en contra es para que la sociedad reciba el beneficio en su unidad y estabilidad. Sería un supremo absurdo suponer que las autoridades resuelven un conflicto entre particulares para poner en jaque mate a la sociedad. El derecho es para favorecer la convivencia y la unidad entre los habitantes de una comunidad, un país.
La resolución de la corte en comento es gravísima porque si bien resuelve el conflicto de cuatro quejosos no viciosos, sienta un precedente para la legalización en todo el país como ya inició el fenómeno entre los perredistas que buscarán acciones igualmente legales para ello, sintiéndose estimulados por la mencionada resolución. Se abrió la puerta y ya hay muchos interesados, sobre todo de la izquierda mexicana, en seguir por esa vía.
La suprema corte de justicia ha entrado en una etapa de resoluciones sobre los temas de la vida y la familia y la drogas donde sus absurdas resoluciones no analizan el sentir y el pensar de las mayorías, no se toman la molestia de saber si hay condiciones sociales o factores reales de poder que vayan a permitir que sus resoluciones no sean flagrantemente contradictorias a la cultura, costumbres, moral y a la idiosincracia mexicana. En resumen, sus resoluciones provocan movilizaciones, marchas, protestas, gestiones de los obispos hacia los pinos para atajar sus sofismas, que fundan desde hace mucho en un principio de libertad donde el ser humano es libre de hacer lo que le venga en gana. Un liberalismo atroz propio de otros países y que contradice todo nuestro sistema jurídico y explicaré mas adelante porqué.
En resumen, lo que la corte provoca es privilegiar a minorías, ridiculizar la cultura que subyace en la sociedad mexicana, ningunear la moral y el drama de los adictos que también son una minoría. Y por otra parte, en vez de que sus resoluciones traigan a la sociedad paz, como debe ocurrir en un buen sistema jurídico, le provocan serios retortijones.
VEAMOS LO QUE LA CORTE HACE A LA SOCIEDAD MEXICANA Y COMO MANEJA EL DERECHO. LES PONDRÉ UNA METÁFORA: Llega una adolescente y le dice a su padre (supongamos que la adolescente es la corte) oye pá me acosté con el jardinero hace un mes y estoy embarazada y quiero que tengas la mente abierta porque se vendrá a vivir con nosotros porque no tiene trabajo. Y el papá (supongamos que sea la sociedad mexicana) tiene que decir: estoy de acuerdo. tráeme a quien te embarazó para mantenerlo junto contigo.
Veo venir una etapa en donde las movilizaciones y el desgaste de la sociedad mexicana por estar protestando contra la corte suscitará que la propia sociedad provoque una presión inusitada y violenta contra el poder judicial. Este sería un síntoma gravísimo porque quedaría demostrado que los actores de la ley no siembran paz y concordia con el derecho sino que lo usan para todo lo contrario, perversa o en franca ignorancia de lo que es la verdadera ciencia jurídica.
Un agudo jurista, y quizá sea éste un artículo para después, sabe que ese principio de la libertad individual para hacer lo que nos venga en gana, es un falaz argumento, porque choca con el interés de otros, pero además contradice nuestro sistema jurídico que no se basa en ese principio. ¿Acaso en este país es optativo que un padre de familia suministre o no alimentos? ¿Se vale acaso que alguien se encuere y se eche a caminar por las calles solo porque es libre sin que ello tenga consecuencias? ¿Se vale que alguien esté casado y tenga las mujeres que se le antoje y pueda mantener? Y MIL PREGUNTAS DE ESTAS contradicen esa estupidez del principio de libertad con el cual la corte resolvió perversamente el interés de cuatro quejosos, que ni siquiera son mariguanos.
El derecho, las resoluciones, la ciencia jurídica coadyuva con las mayorías o debe hacerlo, mas que con las minorías, busca la paz no las movilizaciones, genera estabilidad no tensión social, es instrumento de convivencia no de enfrentamiento entre mexicanos. Es la bella lógica del derecho. No permitamos que farsantes, prohijados en ideas extrañas de positivismo ramplón, rompan esta armonía. De seguir así no les extrañe que la sociedad civil, y hasta hilarante es decirlo, convierta el poder judicial en un ruedo de piedras y mentadas madre.
Ahora resulta que cuatro quejosos, fantásticos perversos o ingenuos, pusieron a bailar a la corte al son de un liberalismo dañino que no cuadra con nuestra cultura.