jueves, septiembre 19, 2024 - 1:27 pm
InicioOpinión2015, un mal año para la economía

2015, un mal año para la economía

 

Freno a baja del IEPS a refrescos y postergación del apagón analógico, tendrán costos

Por Gerardo Flores Ledesma (*)

Gerardo_FloresTERMINA 2015 con mal sabor de boca. La tasa de crecimiento económico para el año se prevé por encima del 2%, lo cual es una cifra mediocre para cumplir con las necesidades básicas que demanda la población. Crecer a tasas del 4% demanda que la inversión pública se eleve más allá del 2 o 3% como proporción del Producto Interno Bruto y que los empresarios quieran y decidan aumentar su parte de inversión que ronda el 20% también en forma anual. Los tiempos son difíciles, eso lo sabemos, sobre todo al avecinarse una alza en tasas de interés en los Estados Unidos, que golpeará a nuestra moneda y al costo del dinero en 2016. Los tiempos son difíciles porque el crecimiento de América Latina será de cero o incluso presentará tasas negativas, en un escenario donde China, jugador fundamental del crecimiento, está en franca desaceleración económica y ha dejado de comprar más de 200 mil millones de dólares y de vender más de 400 mil millones en el planeta. A todo este panorama poco alentador debemos sumarle una pésima expectativa en precios del petróleo, que se antojan poco dinámicos para 2016. Sin embargo, a los que no les afecta y les van o les viene flojas las crisis económicas, son a los gobernadores, alcaldes, legisladores, ministros y magistrados de la Corte y a los funcionarios del gobierno federal, que como dice el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, deben ganar bien, eso es indiscutible por la responsabilidad que enfrentan. Empero, la lógica dicta que todas sus prebendas y canonjías deberían ser sostenidas por su peculio, y no por el resto de los mexicanos que pagamos impuestos. Toda la selecta clase política, financiera y judicial debe usar recursos de su bolsillo -sea de sus ahorros o de su sueldo-, si quieren asesores; alimentos y bebidas en los mejores restaurantes; dos o tres equipos celulares; igual número de autos y camionetas de lujo -no de los que valen 175 mil pesos-, con chofer incluido; peluquería, maquillaje y pedicura; agua purificada embotellada disponible en sus oficinas, claro sin contenido calórico pero con precios superiores a una lata de refresco; boletos de avión para visitar a la familia cada 8 días fuera del Distrito Federal, o para viajar al extranjero «por lo menos una vez al año por la Cuaresma -Semana Santa- o antes si se espera peligro de muerte» para atender «recomendaciones» de quién sabe quién y traer al país diagnósticos de orden comercial, financiero y de relaciones bilaterales con países -como Irán, Mongolia o Brunei- con quienes no tenemos ningún vínculo ni en lo histórico ni en lo geográfico, menos en lo comercial y financiero. Para no hacer el cuento largo, podemos decir que tenemos el presupuesto más abultado de la historia en pesos y centavos -casi 4.8 billones de pesos- pero no alcanza para cubrir necesidades básicas como salud, alimentación, vivienda y educación, entre otros, porque nadie quiere deshacerse de sus beneficios adquiridos y que se arrogaron como un derecho.

Ahí les dejo la conseja, la moraleja, la frase pues: ¡Que se haga la austeridad y el recorte en los bueyes de mi compadre!

PUNTO YLINEAS

EL SENADOR perredista Armando Ríos Pitter y su colega panista Javier Lozano Alarcón se volaron la barda cuando el primero se atrevió y logró frenar una rebaja en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al refresco, y el otro insiste en postergar el apagón analógico previsto para el 31de diciembre… RÍOS PITTER, aunque es economista, ignoró que el consumo diario de casi la mitad de la población de México, los más pobres, se remite a un refresco de cola, un pan y a veces tortillas y frijoles. Atajar las pingües ganancias de la Coca-Cola o de la Pepsi-Cola, imponiendo más gravámenes, no coadyuva mucho en la conjugación de la justicia social, porque quitarle 50 centavos al costo de cada litro de refresco, vía el impuesto, no hace más ricas ni pobres a las refresqueras. Los legisladores sumaron 50 centavos a la estimación del tipo de cambio para equilibrar los ingresos y lo subieron de un plumazo de 15.90 a 16.40 y no pasó nada. Nadie dijo nada, aunque esa paridad nos lleve a una devaluación consumada del 30% en lo que va este sexenio. Dejar de tomar refresco no ocurrirá por más impuestos que se apliquen, como tampoco bajará la tasa de la obesidad a cambio de más gravámenes al pan de caja. Tampoco se dejaron de consumir cigarrillos o alcohol y cervezas porque les aplicaron a tales productos impuestos de más de 100% hace más de 10 años. Aquí los más afectados fueron los pobres, no los mexicanos que pueden consumir y pagar. Para hacer justicia social, primero hay que resolver la pobreza… EL APAGON analógico, si es que se aplica el último día del año como se prevé, tendrá costos muy importantes para 11 millones de mexicanos se quedarán chiflando en la loma o sin ver televisión, como ocurrió con más de 600 mil hogares en Monterrey en septiembre pasado. Sin embargo, habrá qué medir los costos de no ejecutarlo como se habría previsto. No nos conviene la fama de mentirosos, porque el país quedó de hacer el apagón en 2012, luego en 2013. Incluso seríamos la primera nación de América Latina en hacerlo. El senador Lozano Alarcón fue de los primeros en apoyar la idea, luego insistió en constitucionalizar el cambio. Ahora, como otros de sus colegas, salió con la necedad de modificar la Constitución para no cumplir con la palabra empeñada, como si se tratara de un cambio común y corriente en un reglamento o decreto presidencial. No podemos jugar al vivo con las inversiones, con la certidumbre como país, con las leyes y el estado de Derecho, y con la Constitución. El apagón digital ya había sido comprometido y en este caso no se trata sólo de frenar la baja de un impuesto a una lata de refresco, ni de levantar el dedo desde una curul o presionar un botón para emitir un voto electrónicamente en pro o en contra de algo que ya había sido calificado y medido. Los costos de postergar el apagón serán mayores que acelerar la entrega de televisiones de plasma o de codificadores. Lo mejor es cumplir con la palabra empeñada.

Escríbeme a: [email protected]

Sígueme en Twitter @GerardoFloresL

Escúchame en ABC Radio con Carlos Ramos, de lunes a viernes de 7:30 a 7:40 am (760 de am)

Escúchame en Don Dinero con Alberto Aguilar, de lunes a viernes de 20:00 a 21:00 horas (88.1 de FM)

Nos vemos y escuchamos en Canal 34 (TV Mexiquense), todos los martes a las 23 horas, en el programa Va en Serio

Socio Numerario de la Academia de Periodismo y Comunicación Social

P.D. No deje de informarse en http://www.redfinancieramx.mx y en www.enfasisturistico.com

(Vanguardia Digital)

POST RELACIONADOS

Nuevos post